¡Qué papelitos!
De pena ajena.
Pero más bien, qué decepción.
Esto como reacción inmediata al internacional caso del romance frustrado del Premio Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa, con la socialité, influencer y reina de corazones -como le ha puesto la prensa rosa- la filipina Isabel Preysler.
Tras un romance de 8 años, ahora resulta que el escritor ha sido infeliz, y que extraña a su mujercita a la que plantó por irse tras de los huesitos y figura espigada de la Presley.
No es extraño el truene ente dos personajes tan opuestos. Es más, desde el primer momento se veía que las cosas no iban a resultar; uno dedicado a la lectura, la escritura, el análisis político; y la otra ocupada de tiempo completo a cultivar su figura, cuidar su imagen, a destacar siempre en el primer círculo del jet set y la monarquía europea.
Es más, ella en el primer momento de su vida en común le preguntó a su laureado compañero escritor, ¿qué libro sería bueno leer para conocer su obra?
Aun con esta pregunta, el peruano no entendió la señal sobre la falta de conocimiento de su obra, por parte de ‘su reina’.
Okey, ni él lo captó y la verdad como que para ella él representaba un nuevo trofeo en su vida amorosa, en la que han destacado desde el cantante de talla internacional Julio Iglesias, el marqués de Griñón Carlos Falcó y Fernández de Córdoba y el prominente político Miguel Boyer Salvador.
Isabel Preysler ‘dicen’ que siempre insistió en la conveniencia de casarse con Vargas Llosa, porque no quería pasar a la historia como la amante del Premio Nobel.
En fin.
Lo que me detuvo a referirme de la sonada ruptura, es el comportamiento que el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ha tenido a sus 86 años, actitud digna de un quinceañero, de un Boby Larios, en fin.
Y ella, pues ya se dedicará de tiempo completo a lo suyo sin que todo el mundo se entere.
Porque al final de cuentas, ¡no nos importa lo que hagan y dejen de hacer!
Pero de paso tú amiga, ten mucho cuidado cuando te decidas a disfrutar de un romance, porque eso de que anden platicándole a la prensa tus ritos de belleza que hacen desesperar al más controlado de los galanes; la verdad de pena, pero para él que ya bien podría sumar su voz para cantar al lado de Paquita la del Barrio o con Lupita D'Alessio, y por qué no, hasta con Shakira.
Ay don Mario.