Mientras la Alanza Vamos México, formada por el PRI, PAN y PRD, no atina cómo va a designar a su candidato a la Presidencia de la República, Morena ya tiene en precampaña a seis aspirantes, que esta semana iniciaron o están por iniciar un recorrido por las 32 entidades del país en busca del apoyo a sus precandidaturas de los miembros de su partido.

       Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña, ya dejaron los puestos que ocupaban en la administración federal y se registraron como aspirantes a la candidatura ante la Comisión de su partido y han empezado sus recorridos como abanderados de la Cuarta Transformación.

          HAY UN DICHO QUE DICE: “EL QUE PEGA PRIMERO, pega dos veces” y en este caso se comprueba, pues mientras entre la ciudadanía en general, los nombres de los aspirantes morenistas ya se manejan con toda naturalidad y se arman discusiones sobre quién es el mejor de ellos para suceder a Andrés Manuel López Obrador, en la oposición ni siquiera se ha tomado la decisión sobre qué partido de los tres que conforman la alianza, encabezará la lucha contra Morena, el partido gobernante.

          Además, no encuentran qué personaje podría representarlos con dignidad. Los priistas opinan que Beatriz Paredes, sería la indicada; los panistas se pronuncian mayoritariamente por Santiago Creel y los del PRD, pues no tienen posibilidades de proponer a nadie.

           El convencimiento generalizado es que el triunfo de Morena en el 2024, es inevitable.

           LOS OPOSITORES LE APUESTAN A UNA DIVISIÓN de Morena. Ya empezaron un golpeteo contra los aspirantes del partido en el poder. Los ataques contra Marcelo acusándolo de actos de corrupción en el pasado, podrían ser de adentro, pero lo más probable es que sean de fuera, pues el mismo presidente afirmó que en el régimen de Peña Nieto se le acusó, sin comprobarlo, que él había filtrado la noticia de la Casa Blanca que tanto escándalo ocasionó durante el último gobierno priista.

           Los aspirantes morenistas firmaron un documento comprometiéndose a no utilizar la guerra sucia o de lodo, que los panistas introdujeron en la política mexicana en el año 2000, pero nadie garantiza que los opositores a Morena no implementen esos sistemas para provocar una ruptura interna en las filas de su odiado adversario.

            ESTARÁ USTED DE ACUERDO DE QUE EN NUESTRO país las cuestiones políticas han cambiado radicalmente y que estamos viviendo realmente una transformación, que aunque algunos lo nieguen ha mejorado las condiciones políticas, sociales y económicas de esta nación llamada México y que la inmensa mayoría de los ciudadanos mexicanos, opinan que debe continuarse por este camino.

              Además los opositores no ofrecen ninguna alternativa. Sus críticas son de odio, de insultos. Nada constructivo. Para ellos hay que volver al sistema anterior, el que nos tenía sumidos en una crisis total.

Su grito de guerra de “Hay que salvar a México,” solo demuestra su desesperación por haber perdido sus prebendas y privilegios.