El profesor Jorge Murad Macluf, quien ayer cumplió 37 años de fallecido en trágico accidente, fue un alcalde que llenó las expectativas ciudadanas de tener un gobernante honesto, que escuchó personalmente a su pueblo, con convicción de futuro y que ejerció una real planificación democrática de sus acciones, sin populismos demagógicos, como afirmó en el discurso oficial el licenciado José Ríos Arias, quien fuera el secretario de Gobernación Municipal en el gobierno del homenajeado.
Fue un hombre incansable que transformó a Puebla capital y a sus juntas auxiliares a las que dotó de los servicios más indispensables.
Al llegar a la presidencia municipal, el maestro Murad se encontró con multitud de problemas que fueron resueltos mediante el diálogo y el trabajo coordinado de los ciudadanos, de las asociaciones cívicas y el Gobierno municipal, señaló Ríos Arias.
El periodista Federico Chilián Orduña, que también fue colaborador del maestro, dijo que él quedó impresionado de la gran capacidad de trabajo que don Jorge demostró durante el tiempo que fue alcalde de esta capital.
El acto tuvo lugar en el Parque Las Ninfas, ubicado en la 25 poniente y 17 sur, parque que fue totalmente reconstruido durante su gobierno y a él concurrieron familiares, amigos y colaboradores: estuvieron sus hijos Emilio y Derbylia Murad González, la viuda de su hijo mayor Jorge, sus nietos, el ex gobernador Melquiades Morales Flores, el presidente municipal de Chignahuapan, Lorenzo Rivera Nava, Héctor Méndez, el licenciado Raúl Torres Salmerón, quien fue su secretario de comunicación, el licenciado José Martínez Escobar, el licenciado Víctor Cárdenas, Francisco Macip, Cástulo Ramírez Gómez Haro, Raúl Castillo, Blas Villegas y muchas personas más. Todas guardan un buen recuerdo de quien fue uno de los presidentes municipales de esta capital, más queridos y reconocidos por la ciudadanía.
LA NECESIDAD DE CAPACITAR POLÍTICAMENTE A las mujeres militantes de los partidos políticos, se está poniendo de manifiesto en estos meses, cuando son muchas las que aspiran a un cargo público, sobre todo para cubrir las cuotas de género que cada partido político tiene.
No se puede improvisar, como se ha venido demostrando desde que las personas del sexo femenino han logrado abrirse las puertas de la política.
Muchas de las funcionarias del Gobierno federal y de algunos gobiernos estatales, están demostrando capacidad y sensibilidad política y social, pero muchas otras carecen totalmente de experiencia y caen en errores garrafales, en actos de deshonestidad y despotismo, que desprestigian a su sexo ante grupos machistas que aprovechan para justificar su antifeminismo, y a los partidos en los que militan.
Los dirigentes partidistas son los responsables de que las mujeres adquieran la capacidad, el oficio político que requieren para poder hacer un buen trabajo en beneficio de la comunidad a la que sirvan.
Los dirigentes de los partidos no pueden desentenderse de algo tan importante, como es la capacitación de quienes militan en sus organizaciones, hombres y mujeres. Gómez Morín, el fundador del PAN, pero un hombre de gran talento que fue rector de la UNAM y el fundador del Banco de México, durante el gobierno de Alvaro Obregón en que fue Secretario de Hacienda dijo que “los partidos deben ser escuelas de política” y ningún partido lo es, ningún partido forma a sus cuadros para el futuro inmediato y por eso muchos políticos, sobre todo del grupo conservador, ni siquiera entienden en qué debe consistir la democracia, y por eso estamos como estamos y la prueba está en el problema de los libros de texto, que se toma como arma politiquera para golpear a un gobierno. Y algunos, poquitos gobernadores, amenazan con no distribuir los textos. Actitud infantil que solo demuestra su atraso e ignorancia de lo que debe ser un gobierno democrático, serio, responsable.
