Siete de los 27 aspirantes a la candidatura de Morena para la gubernatura de Puebla, son los escogidos para estar en la lista final que se someterá a la consulta, a través de encuestas, para determinar quién es el bueno. En esa lista hay tres mujeres: Olivia Salomón, Claudia Rivera y Lizeth Sánchez y cuatro hombres: Ignacio Mier Velazco, Alejandro Armenta, Julio Huerta y Rodrigo Abdala.

            Los punteros son por mucho, Mier Velazco y Armenta Mier. Ambos tienen trabajo de precampaña desde hace meses y actualmente, según la información emitida por el presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, se encuentran prácticamente en empate técnico.

             Son los más conocidos y los que realmente tienen carrera política que data de muchos años atrás. Ambos han sido legisladores locales y federales, han ocupado puestos municipales importantes, cargos en la administración pública estatal, han sido dirigentes estatales de su partido, PRI, antes del surgimiento de Morena. Los dos han sido morenistas desde el inicio de dicho movimiento y por último, como legisladores federales, uno es diputado y el otro senador, han destacado, al grado de haber ocupado la presidencia de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores, respectivamente. Y en ningún momento se han mantenido alejados de Puebla. Son pues, políticos que han hecho su carrera en Puebla y siguen trabajando sin alejarse de su entidad natal.

           QUE BIEN QUE EN LA LISTA SE INCLUYA A REPRESENTANTES del sexo femenino, pues en la entidad poblana hacen falta en todos los partidos, mujeres con carrera política y con experiencia en esa actividad. No se puede hacer un político, hombre o mujer, de la noche a la mañana. Además de experiencia, deberán tener sensibilidad política y social.

            Por eso hemos insistido siempre en que los partidos políticos, cuenten con un órgano que capacite políticamente a sus militantes, para que pasen a formar parte de cuadros debidamente preparados para ser candidatos exitosos a puestos de elección popular. Y hemos recordado lo que hace más de ochenta años recomendó el fundador del PAN, Manuel Gómez Morín: “Los partidos políticos, deben ser escuelas de política”. Ninguno lo es y menos el PAN después de dos invasiones masivas de neopanistas que han terminado con todo lo que el partido blanquiazul representaba para las personas de mentalidad conservadora. Ahora son un pésimo remedo del PRI, como el PRI se ha convertido en un pésimo remedo del PAN.

            LA SEMANA PASADA LE COMENTAMOS AQUÍ, SOBRE una entrevista que tuvimos con el diputado de Acatlán de Osorio, Eduardo Castillo López, que preside la comisión de Coordinación Política del Congreso del Estado.

           Decíamos que es un joven abogado de 39 años, con deseos de servir a su pueblo. Nos dijo que terminado su periodo, buscará la candidatura de su partido, Morena, para ser diputado federal, pues considera que ocupando ese puesto, puede contribuir a resolver los graves problemas de la mixteca poblana que desde hace muchos años, ha sido abandonada por miles de jóvenes y no tan jóvenes, para ir a trabajar a los Estados Unidos, lo que ha provocado problemas sociales que jamás se han atendido, como el abandono de niños y adolescentes que quedan al cuidado de sus abuelos, que en muchos casos, por su avanzada edad, no pueden educarlos como es debido y eso provoca desorientación y relajamiento de costumbres que son causa del aumento de la delincuencia en esa zona de la entidad.

          La necesidad de un plan en el que participen todas las instancias de gobierno, para satisfacer las necesidades de salud y de educación de la juventud de esa región, la tiene muy clara el licenciado Castillo López que habla de la importancia de rehacer el tejido social mediante actividades culturales y deportivas con participación de todos los niveles de gobierno y de organizaciones sociales y religiosas.

           En la plática que tuvimos con él, demostró conocer bien la región y la problemática que enfrenta cada municipio, algo que no es muy común en la clase política, que en su mayor parte, toman un puesto como el de diputado, como un premio a su fidelidad a algún funcionario amigo o a algún pariente, bien ubicados.

             Ojalá y las cosas cambien y lleguen a esos puestos, políticos con visión, con capacidad y con verdadero interés por ayudar a resolver los graves problemas sociales que como entidad y como país padecemos.