La alcaldesa Angélica Alvarado fue exhibida por solapar irregularidades dentro del Cereso de Huejotzingo, luego de que la Secretaria de Seguridad Pública reveló que se decomisaron más de 6 mil pesos en efectivo, 383 dispositivos electrónicos, entre ellos 46 equipos telefónicos, cargadores, cables USB; así como 74 objetos prohibidos como tijeras, picahielos y recipientes para el consumo de sustancias ilícitas.
Durante dos operativos que realizó la Secretaria de Seguridad Pública del área de custodios dentro del centro penitenciario de Huejotzingo, las irregularidades que permite la alcaldesa Angélica Alvarado Juárez quedaron al descubierto, luego de que se aseguraran diferentes objetos prohibidos, drogas, y hasta dinero en efectivo; además de que presuntamente solapa acciones de extorción.
En dichas acciones se realizó el aseguramiento de más de 6 mil pesos en efectivo, 383 dispositivos electrónicos, entre ellos 46 equipos telefónicos, cargadores, cables USB; así como 74 objetos prohibidos como tijeras, picahielos y recipientes para el consumo de sustancias ilícitas.
En cuanto a los narcóticos hallados, se indicó el decomiso de pastillas de posible metanfetamina, envoltorios con aparente cristal y marihuana, así como tabletas de medicamento controlado, todo lo asegurado fue puesto a disposición de las autoridades ministeriales.
Cabe señalar que de acuerdo a un diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria en 2023 no solo arrojo que en el penal de Huejotzingo existe una sobre población de personas internas, ya que la capacidad del lugar es para 117 personas recluidas y al momento de la visita de personal de la CDH se encontraban 251 personas; si no que también tiene un grave problema con la higiene y seguridad.
Es de destacar que desde el Diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria 2022, se asentó que los muros, techos y pisos del cereso de Huejotzingo presentaban diversos daños y con deficientes condiciones; además que no cuenta con condiciones para las personas de la tercera edad recluidas en este centro penitenciario.
A esto se suma las presuntas extorciones que se realizan por los mismos internos en contra de las personas de nuevo ingreso, a los cuales les cobran por brindarles seguridad y no ser golpeados, y de negarse los familiares, los recién llegados reciben golpizas que en muchas ocasiones provocan que terminen hospitalizados.

Héctor Tenorio/Huejotzingo
@Diario_Cambio