Cincuenta pesos es la cantidad que vendedores ambulantes deben pagar a personal del Ayuntamiento para que puedan comercializar sus productos durante la Caravana Coca-Cola; un vendedor de churros que acababa de ganar sus primeros 50 pesos ya los perdió pues tuvo que darlos a cambio de una pulsera permisionaria.
Lo que fácil llega, fácil se va, así lo demostró un vendedor de churros, quién acababa de llegar al Boulevard 5 de Mayo para vender sus alimentos cuando fue interceptado por personal del Ayuntamiento.
Mientras ganaba sus primeros cincuenta pesos, las autoridades lo cuestionaron de tener o no permiso, a lo que él refirió que no, entonces, de manera rápida le pidieron lo que acababa de vender, que era correspondiente a la cantidad antes mencionada.
Para evitar conflictos, el joven trabajador accedió a lo solicitado por estas personas, quienes a cambio, le dejaron una pulsera de color naranja, la cual, supuestamente lo hace acreedor a un permiso para comercializar.

Karla Hernández
@KarlaDaH