La presidenta del colectivo 33 Mujeres, Edurne Ochoa, narró su experiencia tras ser víctima de acoso digital, y las tres denuncias que presentó sobre su caso en Puebla, esto en su intervención en el Foro ‘Alto al Sicariato Digital’ que se desarrolló este miércoles en la Cámara de Diputados.
En su intervención, la activista señaló que primero se debe dejar en claro que cuando se toca el tema del sicariato digital se debe de hacer énfasis en que es un tipo de violencia y que, por lo tanto, cualquier discurso que busque legitimarlo o defenderlo, alegando que si no se respeta esta opinión se está coartando la libertad, se debe reconsiderar esa opinión, pues el sicariato digital ejerce violencia.
En este sentido, señaló que ella misma fue víctima de acoso digital y que cuando quiso presentar sus 3 denuncias ante las autoridades poblanas, se encontró con que hay varios vacíos legales que dificultaron y obstaculizaron su acceso a la justicia, por lo que dijo que estos casos no deben repetirse ya más y luchar porque otras mujeres no se traben con los mismos problemas que ella enfrentó.
“Hoy sabemos que en este país existe un impacto diferenciado, y que desafortunadamente tenemos muchos vacíos legales a los que yo tuve que enfrentarme cuando quise presentar mis tres denuncias penales en el estado de Puebla”, detalló la activista.
Dijo que por ello es importante incorporar en la Ley de Acceso a una vida libre de violencia la figura de ciberviolencia política a las mujeres por razones de violencia de género y también incluirlo en el Código Penal federal, pues recordó que hoy la ciberpolicía es un anecdotario, le escribes para solicitar ayuda y te dicen que vayas a la fiscalía, pues poco o nada pueden hacer.
En este sentido, aclaró que, si bien se ha avanzado en la tipificación de delitos como el de ciberacoso y violencia digital, que brindan herramientas jurídicas para defender a una mujer que ha pasado por ese tipo de violencia, estos avances no van a la par de los pasos de la tecnología y la inteligencia artificial, por lo que debería postularse un mayor trabajo en esta área.
“Si bien es cierto que tenemos reconocida la figura de ciberacoso y tenemos lo que es violencia digital, que es compartir contenido íntimo sin el consentimiento, lo cierto es que estamos quedándonos muy cortos ante el avance tan acelerado que da la tecnología, la inteligencia artificial y cómo hoy se puede manipular”, explicó la presidenta del colectivo 33 mujeres.
Fue el pasado mes de marzo del presente año que la activista detalló que un número que le apareció como “desconocido” le empezó a realizar llamadas, y aseguró que durante varias semanas volvía a recibir llamadas del mismo número atacándola, así como a través de su cuenta de Facebook y Twitter.
Dijo que ella el acoso digital que sufrió incluyó hasta el espionaje, pues hubo extracción de su información personal que guardaba en sus teléfonos celulares.
“Pero también se debe de contemplar el trastorno que genera en la familia. Yo me vi afectada también por la psique familiar. Mi hijo se vio afectado porque fue el medio, el canal que utilizaron para tratar de silenciarme, para tartar de acotar mi incidencia política”.
Alzó la voz en el foro de la Cámara de Diputados pues dijo que la propia ley de violencia política en razón de género no contempla a las defensoras de derechos humanos:
“El feminismo es un movimiento político. Todos los días hago política, haber denunciado las violencias que fui objeto es política, seguir dando la batalla desde mi estado y buscando apoyo como con la diputada Julieta Vences, es política”.
Además dijo que ella no es el único caso que se ha registrado contra defensoras de los derechos de las mujeres pues en Latinoamerica se tienen documentados mas de 189 casos, por lo que es urgente que se implemente una legislación y se terminen con los vacíos legales.

Daniel Sandoval
@ODanielSandoval