El cabo del Ejército, Pedro Alberto Ramírez Rincón, a quien policías comunitarias de Aquila, Michoacán, vinculan con los “Caballeros Templarios”, ya está fuera de la institución y el gobierno mexicano lo investiga por “delincuencia organizada”, informó Eduardo Sánchez, vocero del Gabinete de Seguridad del Gobierno federal.
En entrevista con Noticias MVS primera emisión, el funcionario confirmó que fue el propio Ramírez Rincón quien pidió la baja del Ejército.
“A esta persona nosotros la estamos acusando de portación de armas y cartuchos y de delincuencia organizada”, subrayó el funcionario de Segob.
Señaló que dicha acusación fue presentada ante el Juzgado 3 de Procesos Penales, sin embargo, un juez impuso una fianza, por lo que la dependencia impugnó al considerar que hace falta revisar el proceso.
“El tiene que firmar cada 15 días por lo que se podría revocar su libertad bajo fianza… hemos ido juntando pruebas porque consideramos que está involucrado en delincuencia organizada”, dijo.
El 19 de agosto, un juez le otorgó al militar la libertad bajo caución. Esta resolución fue impugnada por el gobierno federal, explicó Sánchez.
“Nosotros impugnamos… Consideramos que el juez no valoró correctamente las pruebas que presentamos sobre delincuencia organizada”, dijo. “Estamos en espera de que el Tribunal Unitario nos conceda la razón y se vuelva a aprehender a esta persona”.
Al ser cuestionado cuestionado por Carmen Aristegui sobre las acusaciones que el ex cabo hizo en su momento contra tres jefes militares en Michoacán (general Jorge Cutberto Gómez, jefe del Estado Mayor de la XX Zona; el general Cornelio Casio Hernández; y el coronel Raúl Álvarez artínez), Sánchez confirmó que en su declaración, Ramírez Rincón argumentó que los acusaba, “porque han pasado tarjetas de denuncias ciudadanas e información y nunca llegan a explotar esa información o nunca llegan a agarrar a esos delincuentes”, según declaró textualmente.
El funcionario de Segob respondió que “independientemente de si esta persona es un presunto delincuente o no, desde luego que estamos investigando sus imputaciones…. Queremos comprobar si las imputaciones que hace este ex cabo tienen o no su sustento y fundamento”.
Los 5 detenidos
Eduardo Sánchez también habló de la detención de cinco integrantes de las policías comunitarias en Aquila, Michoacán el pasado 19 de julio, por parte del Ejército y policía ministerial de Michoacán, supuestamente en respuesta a la detención del entonces cabo Ramírez Rincón.
En esa acción fueron detenidos Agustín Villanueva Ramírez, Efraín Villanueva Ramírez, Vicente Villanueva Ramírez, Guadalupe Magaña Orozco y Salvador Martínez Cárdenas, quienes el gobierno federal tenía identificados
“La participación del Ejército en esa acción se dio porque estas personas se encontraban acompañadas de un grupo numeroso de personas armadas”, explicó Sánchez.
“Cuando van a ejecutar estas cinco órdenes de aprensión contra estas cinco personas, se encuentran a un grupo de 45 personas fuertemente armadas, estamos hablando de prácticamente un arsenal de 59 de armas de fuego (…)
“A los cinco que se les ejecuta la orden de aprehensión se les captura y se les transporta en avión a Morelia, en donde hoy se encuentran en un Cereso que está en la carretera Morelia-Mil Cumbres enfrentando un proceso delicado (por secuestro, robo calificado, violación de domicilio, y lesiones)”, que tenían desde
finales del 2012 o principios del 2013.
Sánchez explicó que en septiembre pasado a estas cinco personas se les se les formuló una nueva acusación por la portación de armas y cartuchos, y acopio de armas, y el 28 de septiembre pasado un juez de Michoacán liberó nueva orden de aprehensión.
“De manera que ésta fue una aprehensión que se llevó a cabo por la Policía Ministerial del estado de Michoacán y el Ejército mexicano participó coadyuvando con ellos, dándoles seguridad, para poder ejecutar estas órdenes de aprehensión. “Lo que genera esta detención no es una venganza, sino una acusación formal desde varios meses antes contra estas cinco personas, que están acusadas de delitos muy graves. No se trata de imputaciones banales”, concluyó Eduardo Sánchez.
