Con la modernidad de los tiempos, con la incursión de nuevos actores políticos, con la pluralidad que la legislación electoral garantiza, se esperaba otro juego político, otro nivel.

Lamentablemente no ha sido así y día con día observamos cómo se repiten los hechos, las hazañas, el quehacer político.

Los equipos proselitistas de los candidatos se disputan los principales cruceros de la ciudad en las horas pico para colocar los microporos ofreciendo a cambio al automovilista un obsequio de parte del candidato.

A través de las agencias se disputan las azoteas para los espectaculares, bardas, camiones y paradores para tupir con su imagen la ciudad.

A lo que cabe la pregunta ¿qué tan efectivo puede resultar tropezarnos a cada paso con la imagen de los candidatos?

Usted ¿decidirá por el número de obsequios que reciba con el nombre y la fotografía de los contendientes?

¿Qué señal le manda una compañía de dispendio, con desayunos multitudinarios, por ejemplo?

En medio de tantos regalos, las sombrillas, las gorras, las bolsas, camisetas, bolígrafos, tortilleros, vasos ¿qué tanto le convence el número de obsequios para ir a la casilla y definir su sufragio?

Usted ¿cómo emitirá su voto?

Por el más guapo, por el mejor peinado, por la mejor sonrisa, por el que menos patas de gallo presenta, ¿qué tomará usted en cuenta?

Tenga presente el famoso foto shop de hoy.

Pero sobre todo recuerde que se trata de elegir a los mejores candidatos para la presidencia municipal y para las diputaciones, no al Mr Puebla, ni al más bello. Ni la mejor sonrisa.

Su presidente municipal le tiene que resolver los problemas del bache, la luz, de la falta de pavimentación, la recolección adecuada de la basura, mercados dignos, el parque, que este trienio Eduardo Rivera le deja hasta con gimnasio al aire libre.

Su diputado tendrá la última palabra para que no se encarezca el impuesto predial y para que las leyes le aseguren mejores condiciones de vida, a usted y a los suyos.

Pero, ¿sabe qué? lo interesante de esta campaña es que sólo nos restan 44 días para tropezarnos con los candidatos por cualquier parte. Y son los suficientes para que usted observe, saque conclusiones y decida.

Pero, lo más importante, es que razone para decidir su voto y pueda exigir a quien le defrauda.

Hoy sólo cabe la interrogante.

¿Qué nos faltará por ver en esta campaña?

Y también, ¿qué nos faltará por escuchar?

¡Manténgase alerta! Porque recuerde que hoy con la presencia e interacción de las redes sociales, va a leer y escuchar muchas cosas que, la verdad, están al margen de lo que debe de calificar para decidir a su verdadero candidato y su voto.