Los prestadores de servicios confirman que bien valió la pena la multimillonaria inversión que decidió el gobierno de Puebla para proyectar a la Puebla actual al mundo que ofrece mucho más que chalupas, la capilla del Rosario, camotes y elefantitos de ónix.

Puebla hoy además ofrece un abanico de opciones para disfrutar de su provincia, sus pueblos mágicos, turismo ecológico y de aventura, para hacer negocios con las industrias de la sierra que van desde productos agroindustriales, peuter, bicicletas, relojes, vinos, conservas, mermeladas, ropa de fibras naturales, bordados, y tantas cosas más.

En su momento la decisión de apostarle a un ambicioso programa de fiestas vistosas, multimedia, con figuras internacionales, en los mejores escenarios de la Puebla recuperada, dignificada y proyectada al mundo, fue cuestionada y hasta satanizada frente a las necesidades de las comunidades más pobres del estado.

A un año de distancia, los dueños de los establecimientos del Centro Histórico reportan que justo el 5 de mayo hizo un año que semana a semana el turismo va en aumento tanto en las temporadas altas como en las bajas.

Los visitantes que llegan son de todos los niveles socioeconómicos, todos compran, comen, muchos se hospedan y han fortalecido a las empresas poblanas, que incluso han podido consolidar su situación y crecer.

Esto lleva a confirmar el hecho de que Puebla vive uno de sus mejores momentos a partir del turismo y está en el camino para consolidarse como un destino tanto para connacionales como para la visita internacional.

El fenómeno ha puesto a trabajar intensamente, por ejemplo, a los talleres productores de dulces y artesanías como la talavera, en los que se ha tenido que recurrir a emplear a un mayor número de personas.

Los productores de talavera incluso han desistido de buscar oportunidades en los mercados de exportación porque los visitantes siempre compran desde piezas sueltas hasta vajillas y hacen pedidos para otro tipo de accesorios, que posteriormente son enviados por paquetería internacional.

Al atender este mercado los artesanos están generando nuevos círculos económicos que logran impactar a Puebla y su región con la generación de riqueza que se reparte entre productores, introductores y proveedores de servicios que tanto directa como indirectamente dependen de esta pujante industria.

De tal suerte que, como en el caso de Talavera La Colonial, la familia Ramos Rosas destaca la bonanza a partir de las fiestas del 5 de mayo, según lo narran los propios visitantes que fueron cautivados con la nueva proyección de Puebla que ofrece todo y para todos los niveles, pero que todavía anticipa que ofrecerá nuevas sorpresas y mejores opciones todavía.

Las cosas han ido a más, al grado de requerir una mayor oferta de habitaciones para todos los niveles.

Nuevos restaurantes, tanto de comidas lentas como rápidas.

Los visitantes hoy disfrutan a la Puebla colonial en el centro, como a la Puebla moderna en Angelópolis, con otras opciones.

Sólo queda pendiente una mayor interacción de los poblanos para recibir y orientar a los visitantes que en muchos casos hoy ya saben más de Puebla que muchos poblanos que no pueden citar ni tres museos, y que hace mucho tiempo que no regresan al centro.