Los maestros, empresarios y clases medias han puesto el grito en el cielo con una sola pregunta, ¿porque a nosotros? A casi 12 meses del inicio de la administración Peñista, una marea de frustración que representa al 18 por ciento de la población crece y se fortalece con discursos que suenan válidos solo para las circunstancias personales. La seguridad laboral, las prestaciones alcanzadas, la fragilidad de la base productiva, el aniquilamiento del emprendedurismo, etcétera. Son los argumentos que suenan y resuenan en las calles y en foros organizados para servir de catarsis al enojo y frustración que se vive. Todos sentimos y pensamos que perderemos algo, pero en el fondo estamos de acuerdo en que hace falta hacer más, en específico esos cambios para que el país que llamamos México por fin inicie el despegue. Vaya, hasta los consejeros electorales estatales que normalmente no opinan respecto a asuntos nacionales, se están pronunciando en contra de perder la chamba. ¿Eran de esperarse todas estas reacciones?, claro que si, en un lugar en donde no pasa nada, cuando pasa algo hay fiesta. La pregunta es si un país puede construirse sobre intereses personales y tratando de proteger hasta la última fibra sensible del ser nacional. Me parece que no.

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Oaxaca sigue en el limbo. Mexicanos Primero ha pedido de manera formal a la Secretaria de Gobernación y al Gobierno Estatal que aclare de manera pública los acuerdos que han tomado con la organización que tanto dañó a los niños de Oaxaca y a los defeños en las últimas semanas. Los líderes de la CNTE han declarado que la Reforma Educativa no será aplicada en su estado. Que los maestros en Oaxaca serán evaluados por ellos mismos y que seguirán en el mismo esquema de beneficios basados en la lealtad a la facción sindical por encima del derecho de los niños. Todos sabemos ahora que los maestros que estuvieron en paro casi dos meses recibieron al regresar a clases los sueldos que habían perdido más un generoso bono por “inicio de clases”, en otras palabras su ahorradito. En un país que reclama justicia no hay acto más injusto que tratar de manera diferenciada a sus ciudadanos. ¿Que culpa tienen los niños de Oaxaca para no recibir los mismos beneficios que recibirán los niños de Puebla? Es una barbaridad. Los padres de familia de nuestro estado hermano lo saben pero están abandonados a su propia suerte por culpa de tratos que solo siguen la lógica de la corrupción y el poder.

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El informe presentado por la OCDE sobre el estado que guarda la educación en Puebla es un logro que no se le debe escatimar a Luis Maldonado. De hecho, somos el primer estado en tener una evaluación de esta naturaleza por un organismo tan calificado para hacerlo. Se pueden ver con claridad los problemas educativos que arrastra la entidad y que no son responsabilidad de una sola administración sino de todas las que han pasado incluyendo a las federales. El reto que ahora se enfrenta es saber si los poblanos estamos listos para los cambios que se necesitan hacer y si el costo político, financiero y social será asumido con inteligencia por los actores involucrados. Llaman la atención los problemas en secundarias, infraestructura, liderazgo administrativo, y sobre todo en mantener una visión de largo plazo que reemplace los actos temporales que han sido la constante en el área educativa. Puebla se debe perfilar como modelo en este rubro y tiene todos los elementos para llegar a serlo.