Después de 24 años de gobiernos panistas, el PRI parece haberse recuperado y estar a un paso de recobrar el poder en el estado de Baja California, donde compite en alianza con el PRD y con el Panal. Sin embargo, puede perder por negociaciones de cúpula.

En Puebla han desfilado por el palacio municipal tres ayuntamientos panistas: el de Gabriel Hinojosa, el de Luis Eduardo del Sagrado Corazón de Jesús Paredes Moctezuma y el de Eduardo Rivera Pérez. Los tres han dejado mucho que desear. Les ha faltado oficio político y nunca han tenido buenas relaciones con la prensa local.

En Veracruz, el PAN se alió con un ex priista que se sabe todas las mañas del priismo y otras más, Fernando Yunes, y éste le ha dado buenos dolores de cabeza al gobernador César Duarte y al priismo de esa entidad.

Ahí los priistas fueron sorprendidos y filmados, cuando pretendían aprovechar el programa nacional contra el hambre para fines electorales y entre panistas y perredistas, pusieron en peligro el Pacto por México, que constituye el eje de la acción del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Ese es el meollo del asunto: “el Pacto por México”, pues por haberse adherido a él, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, ha sido blanco de los ataques del grupo calderonista que encabezan los simpáticos y carismáticos senadores Ernesto Cordero y Javier Lozano Alarcón.

El propio Felipe Calderón Hinojosa, desde su dorado exilio en los Estados Unidos, se ha inmiscuido en los asuntos de su partido, con el fin de eliminar a Madero como dirigente nacional, y entronizar a uno de los suyos, Cordero, por ejemplo y retirarse del pacto.

El grupo calderonista está en espera de que el PAN sea derrotado en las elecciones próximas en las tres entidades mencionadas, para culpar a Medero, dar el golpe que esperan y adueñarse del partido blanquiazul.

Como eso no conviene al gobierno federal, se verá en la necesidad de fortalecer a Madero al frente del PAN y para ello, le cederá triunfos en los lugares clave.

En Baja California hay prácticamente un empate técnico entre los dos candidatos al gobierno del estado; en Puebla, no el PAN, sino el candidato de ese partido, Antonio Gali, tiene simpatía entre mucha gente y también aquí hay un empate técnico o la diferencia de intención al voto es mínima entre Gali y Agüera; y en Veracruz, podría cederse la capital, Xalapa, al PAN o el puerto jarocho. Con esos triunfos será muy difícil para Calderón y los suyos, apropiarse de su partido.

Lo que buscan los calderonistas y el propio Calderón, es tratar de hacer creer a los mexicanos que el gobierno que ejercieron del 2006 al 2012 fue todo un éxito y no el fracaso rotundo que todos estamos viendo y padeciendo.

El caso de Antonio Gali

El candidato del PAN, PRD y demás yerbitas, Antonio Gali Fayad, es el típico caso de “voto por la persona, no por el partido”.

El carisma del ex secretario de Infraestructura es el que hace peligroso para el PRI y su aliado el Verde, al Partido Acción Nacional, que pese a sus triunfos electorales recientes no es un partido importante en la entidad, sigue siendo el partido que tiene una pobre estructura y una regular organización, pero sin presencia en la mayor parte de los municipios del estado.

Su triunfo en el 2010, que le permitió ascender al gobierno estatal, se debió al candidato Rafael Moreno Valle Rosas, que realizó toda su carrera política en las filas del PRI y era ampliamente conocido en la entidad, por haber ocupado cargos importantes como secretario de Finanzas y Administración, diputado federal y local. Su conocimiento de la entidad era total y tenía amigos y aliados por todas partes, muchos en las filas del priismo.

El PAN ha tenido triunfos esporádicos en algunos municipios importantes del estado. En la capital ha gobernado tres veces, pero a pesar de eso, es un partido que no crece.

Llegó a crecer con los panistas tradicionales como Manuel Iguiñiz, Pedro de la Torres, los hermanos David y Jesús Bravo Cid de León, Miguel López y González Pacheco, Teodoro Ortega y Rosalía Ramírez Moctezuma, Alejandro Cañedo Benítez y Miguel Fernández del Campo. Todos ellos miembros del partido blanquiazul en la época heroica en la que ese partido se sostenía por el trabajo voluntario de sus miembros y por las cuotas que ellos mismos aportaban.

En esa época, Alejandro Cañedo y Miguel Fernández del Campo ganaron las dos diputaciones federales que tenía la ciudad de Puebla, en elecciones limpias y tranquilas, con mucho trabajo por parte de los candidatos y poca propaganda.

El PAN cayó en manos de empresarios de la Coparmex, poco antes de las elecciones del 88 y llegó a la cúspide en las elecciones federales del 2000, con Vicente Fox como presidente, que inauguró, según él mismo dijo, un gobierno de empresarios y para empresarios. En el 2006, el triunfo, bastante cuestionado de Calderón, continuó con esa tónica y Peña Nieto recuperó para el PRI un país prácticamente en ruinas.

Por eso, si hay ahora una tendencia a favor del PAN, no es por el partido, que ha sufrido un desgaste y un desprestigio superior al que el PRI tuvo después de 71 años en el poder federal, sino por algunos candidatos que resultan atractivos para el electorado.

Notas breves: el diputado Jesús Vázquez Viveros, que acaba de asumir hace unas semanas la diputación local por Tepeaca en sustitución de David Huerta Ruiz, candidato del PRI a la presidencia municipal de esa ciudad, tiene interesantes proyectos de reformas políticas, que espera sean aceptados por sus compañeros diputados. No sabe todavía si estará en la curul del Congreso local dos meses u ocho, pues ello dependerá del resultado de las elecciones del 7 de julio, pues si la elección municipal se pierde, es posible que Huerta Ruiz regrese a terminar su periodo, de todos modos Vázquez Viveros aprovechará para hacer política de la buena… El senador de la República Manuel Bartlett Díaz se prepara para iniciar una batalla contra la reforma energética que ya está en puerta. La columnista Martha Anaya, informa en el diario 24 Horas  de la ciudad de México, que junto con varios académicos presentará un documento de batalla, con el que se pretende responder  “a todas las falacias privatizadoras”. El libro se titula Estrategia urgente en defensa de la nación. Participan en ese análisis Alberto Montoya, Rocío Vargas, Heberto Barrios, Francisco Garaicochea y Gonzalo Núñez, todos ellos académicos conocedores del tema… Se le fue la mano al dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, quien hizo declaraciones en el sentido de que su partido no permitirá que el PRI le arrebate los triunfos que obtenga en Puebla el PRD. ¿Sabrá don Jesús que en la alianza con el PAN, los perredistas sólo encabezan poco más de 40 de las 217 planillas para la renovación de ayuntamientos y que de ellas, sólo unas cuantas, entre las que están Izúcar de Matamoros y Tecamachalco, son importantes? ¿Estará enterado de que su partido en Puebla, se ha visto disminuido porque varios grupos han emigrado a otras opciones, precisamente por su alianza con el PAN partido que consideran de derecha?