Monday, 29 de April de 2024


Algo para meditar




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La semana pasada a la salida de Izúcar de Matamoros, rumbo a Acatlán, volcó un auto en el que viajaba el presidente municipal de Axutla, población de la Mixteca poblana, Jaime Gutiérrez Zúñiga.

El alcalde quedó mal herido, fue trasladado a Izúcar e internado en un sanatorio particular. Después de que los médicos le dieron los primeros auxilios, hablaron con sus acompañantes sobre la conveniencia de trasladarlo a la ciudad de Puebla, pues ellos no contaban con el equipo necesario para la atención del lesionado.

 

 

Se solicitó una ambulancia para el traslado y cuando los encargados de esos menesteres, en la Cruz Roja local, se hicieron del rogar: “si es presidente municipal, que busque una ambulancia privada, esos políticos tienen mucho dinero”, dijeron.

 

 

Uno de quienes fueron a solicitar el servicio, les dijo: “miren, yo no soy el tesorero del Ayuntamiento sino un amigo del presidente. Se trata de una emergencia. Si ocurre una desgracia por su negativa, se van a meter en un problema”.

 

 

De inmediato cambió la actitud del personal de la institución y se dispusieron a realizar el traslado.

 

 

Ya en Puebla, fue llevado al Hospital General del Norte, donde con ciertas dificultades fue aceptado.

 

 

No se le brindó la atención adecuada. El señor Gutiérrez Zúñiga se quejaba de fuertes dolores y le daban algún calmante. Mandaron a quienes acompañaban al alcalde a comprar un medicamento a alguna farmacia cercana y en todas se negaba su venta, porque requería, decían, de una receta especial.

 

 

Regresaron para informar eso y lo hicieron con uno de los directivos del nosocomio, quien se mostró extrañado de que hubieran sido mandados a buscar el medicamento, pues en la farmacia del propio hospital lo había.

 

 

Total, pasaron dos días y el presidente empeoraba. Los familiares, que ya se habían hecho cargo de la situación, decidieron llevarlo a otro hospital y les recomendaron uno privado.

 

 

Al llegar fue auscultado por los médicos de inmediato. Se ordenaron varios estudios y se procedió a operarlo inmediatamente: tenía varios litros de sangre acumulados en el estómago y el bazo reventado. Si hubiera permanecido un día más en el Hospital General del Norte, Axutla se hubiera quedado sin presidente municipal.

 

 

Ayer ya había mejorado bastante y como se dice en estos casos, “ya la brincó”.

 

 

Decimos que es un caso para meditar, porque si esto ocurre con el presidente municipal de un pequeño municipio mixteco, ¿qué hubiera ocurrido con un simple ciudadano, sin cargo, sin influencias y sin dinero? Seguramente que habría muerto, y nadie, absolutamente nadie hubiera sido responsable.

 

 

Eso de que hay en el país, como decía Felipe Calderón, cobertura total de salud, resulta muy engañoso, un “cuento chino”, como dijera otro ilustre presidente mexicano, don Vicente Fox.

 

 

Una cosa es el discurso y otra muy diferente es la realidad, y todo parece indicar que los políticos se alejan cada vez más de la realidad.

 

 

El papel del profesor Ceballos

 

 

El profesor Miguel Ángel Ceballos ha insistido tanto en que no declinará a favor de Antonio Gali, al final de la campaña. Y eso es cierto. Su papel no es el de pasarse a última hora con sus simpatizantes, al bando de la coalición “Puebla Unida”, sino quitarle votos al candidato del PRI, Enrique Agüera.

 

 

Miguel Ángel Ceballos fue un militante priista de toda la vida, fue dirigente municipal, diputado local y dirigente de la CNOP.

 

 

Entre los priistas es conocido y estimado en algunos sectores.

 

 

De acuerdo a lo que reportan algunas encuestas, la intención del voto para él es superior al 2 por ciento, un buen porcentaje si se tiene en cuenta que el Partido del Trabajo, al cual abandera, no es un partido con presencia importante en Puebla.

 

 

Pero en lo cerrado de las campañas entre el PRI-Verde, y el PAN-PRD y demás yerbitas, quitar al Revolucionario Institucional 2.8 por ciento de los votos, puede hacer la diferencia.

 

 

El ex rector Enrique Agüera tiene la seguridad de que del 35 por ciento de los indecisos, el podrá lograr que la mayoría de los que voten —pues muchos no votarán— lo harán por su proyecto y que eso le hará ganar, ya que reconoce que en los momentos actuales, la diferencia en la intención de voto con Antonio Gali, es mínima, casi un empate técnico.

 

 

Es decir que la lucha electoral en Puebla se cerrará en la última semana de campaña y entonces se verá con mayor claridad quién será el triunfador.

 

 

Lo de Cuautlancingo, va en serio

 

 

El rompimiento del PRD con el PAN y su salida de la alianza “Puebla Unida” es un hecho.

 

 

Hoy los perredistas de Cuautlancingo lo harán público durante una conferencia de prensa que tendrá lugar en esta capital, a las 12 horas.

 

 

Afirman los dirigentes perredistas de Cuautlancingo que harán un llamado a sus compañeros de otros municipios del estado, a seguir su ejemplo.

 

 

Acusan al PAN de utilizar a los militantes de izquierda para encumbrarse en el poder, haciéndolos a un lado y discriminándolos desde la campaña. “Somos el patito feo, sólo nos usan y luego nos desechan, por eso decidimos abandonar la alianza”, señalaron.

 

 

 

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