Se han manejado y se siguen manejando varios nombres, generalmente de famosos o no tan famosos, pero amigos de políticos poderosos en este momento, que en su mayoría no han sido militantes reales del PRI, que desconocen los mecanismos mediante los cuales el partido tricolor se mueve y que lógicamente van a fracasar en el intento.

Se olvida a los reales militantes, a los que han sido miembros de un sector, a los que han sido utilizados por dirigentes y candidatos en diferentes entidades, distritos o municipios, como delegados. A los que han sido apagafuegos cuando los grupos de dentro de su partido se llegan a enfrentar. A los que conocen bien los mecanismos del PRI y sus sectores y saben cómo funcionan. Tal parece que ellos nacieron para callar y obedecer, como en los tiempos coloniales, o “que nacieron para maceta y del corredor no pasan”, como dice un dicho popular. La existencia de este tipo de leales militantes ha representado la fuerza del Partido Revolucionario Institucional, pero también su debilidad.

En primer lugar, al no tomar en cuenta a sus militantes de base para que puedan aspirar a un cargo de dirigencia, se exhibe el partido como antidemocrático.

Al buscar personajes con cierto renombre, aunque carezcan de conocimientos mínimos sobre lo que es, a lo que aspira y lo que debe ser un partido político, demuestran la falta del más elemental sentido común de los dirigentes nacionales.

Por eso el PRI, de ser un partido fuerte con estructura y bien organizado, actualmente exhibe tantas deficiencias, comete tantos errores y causa tanta decepción, incluso en sus propias filas.

Lo anterior nos lo comentó en plática de café un viejo amigo priista, ahora retirado de la política, aunque siempre interesado en ella.

“Ajá ¿Y a quiénes propondrían para levantar a un enfermo grave, como es el PRI poblano? Le preguntamos.

“Hay muchos, pero para nombrarte sólo a dos que tú conoces muy bien y que sabes que conocen y que han servido a su partido bien y durante mucho tiempo sin rajarse y que según sé, van a explorar la posibilidad de participar en la contienda aunque no ganen, ahí están Saúl Coronel Aguirre, del sector campesino, ex dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y ex delegado de la CNC en entidades del norte, del sur, del sureste y delegado del PRI en varios distritos, con dos diputaciones locales en su haber. Y el otro es Miguel Ángel Contreras, que se inició muy joven en el partido, que fue dirigente juvenil del PRI, que ha fungido como delegado en varios municipios y en varios distritos y que ha sacado adelante las elecciones a favor de su partido, aun en condiciones difíciles, además de que ha sido instructor en los cursos que el PRI a veces imparte a sus militantes.

”Piénsalo y verás que tengo razón. Tal vez el PRI esté esperando que otros partidos le roben a esa gente valiosa, como de hecho lo hacen. Y ahí está el caso de Mario Rincón, que siempre fue un militante fiel y callado como los que te he mencionado y tuvo que salirse del PRI, para que sus méritos de militante político y sus conocimientos de la política local, fueran aprovechados”.

La piratería política

Lo dicho por mi amigo me hizo reflexionar sobre lo que se ha llamado la “piratería política”

¿Por qué se da esta? ¿Qué la propicia? Sin duda que los políticos más apreciados por los partidos de oposición al PRI para podérselos “piratear”, son los priistas.

El PAN, el PRD, el Verde, el PT, el Panal y el Movimiento Ciudadano están llenos de priistas y ocupando puestos relevantes.

Los priistas ensorbecidos en el poder se han dado el lujo de mandar por un tubo a sus militantes fieles, pensando que fuera de las filas del tricolor, no la hacen. Y ya han demostrado que sí, que no sólo la hacen, sino que alcanzan la relevancia que nunca hubieran alcanzado dentro del priismo, por falta de oportunidades.

Los dirigentes priistas deben percatarse de la realidad, que no es la que ellos perciben. La gente que se les va son militantes que ya se cansaron de esperar una oportunidad, que no llega, porque para llegar, necesitan “un nombre”, más que experiencia, que conocimiento y práctica política.

Ahora, cuando se le van personas que dentro del PRI lo han sido todo y quieren más y al no alcanzarlo hacen berrinche y se pasan a otra expresión política y ahí pierden, bueno, ese es otro aspecto del problema.

Son ídolos con pies de barro. Personas que fueron hechas dirigentes, diputados, senadores, presidentes municipales o lo que sea, por el famoso dedazo, no por méritos, sino por razones de amistad, compadrazgo o complicidad y al enfrentarse a una nueva realidad, se derrumban estrepitosamente.

Hay que saber distinguir entre el militante de base real y el comodín que anda siempre en busca de padrino para impulsar “su carrera política”.

Lo cierto es que la convocatoria para la elección de la nueva dirigencia priista en Puebla, saldrá en los primeros meses de 2014 y para eso todavía falta.

Mientras tanto, sabemos que se están haciendo sondeos, pues lo que la dirigencia nacional busca, según dicen, es acertar, pues como están las cosas y como está el país, no puede darse el lujo de equivocarse.