Un narcotraficante brasileño fue asesinado por su propia acción, cuando fue aplastado por media tonelada de marihuana.
El hombre murió después de perder el control de su auto y chocar contra un árbol. Esto provocó que la hierba que llevaba en el asiento de atrás saliera disparada hacia adelante y lo aplastara contra el volante.
El conductor estaba huyendo de la policía Federal de Caminos, que había empezado una persecución después de que el traficante se negara a detenerse en un control de carretera en Bataguassu, a 210 km de Campo Grande.
El hombre iba desde el estado brasileño de Mato Grosso do Sul a Sao Paulo con 500 kilos de marihuana, cuando fue interceptado por la policía. En un intento por escapar, se embarcó en una persecución de cinco kilómetros que concluyó en el árbol donde el hombre murió en el acto.
Las autoridades han sido incapaces de identificar al fallecido porque no llevaba ninguna identificación.
