Pero Portman ha revelado en exclusiva al diario New York Daily News que la que besa al protagonista en esta escena final no es ella sino la esposa del actor, Elsa Pataky.
Pero no piensen que Pataky es una mujer celosa que no deja que otras besen a su marido. El hecho de que la española sustituyera a Portman en esta escena final tiene una explicación. “[La escena] se grabó en el proceso de post producción. Él estaba trabajando en Hong Kong y yo no podía desplazarme hasta allí porque estaba trabajando en mi propia película”, explicó la actriz de Black Swan.
La que sí estaba presente y dispuesta fue Pataky, quien suele desplazarse con el australiano y la hija de ambos, India Rose, cada vez que él trabaja en otro país.
La anécdota es sorprendente si tenemos en cuenta que estas dos actrices no tienen ningún parecido físico. “Le pusieron a su esposa una peluca y mi traje, por eso el beso fue tan apasionado” reveló la israelí.
Jugando con la posición de las cámaras, los ángulos y los planos se consiguió que no se note la diferencia. “Fue la solución perfecta, ¿verdad?” concluyó Portman.
