La reforma política fue aprobada en lo general en el pleno de la Cámara de Diputados con 409 votos a favor del PRI, PAN, PVEM, Panal y algunos del PRD; en contra votaron 69 diputados del PRD, PT y Movimiento Ciudadano.

Apenas el miércoles había llegado la minuta al Senado de la República y fue aprobada con pocas adecuaciones, por lo que antes de que sea turnada a los congresos locales, regresa a la cámara de origen.

La reelección de senadores y diputados federales para que completen 12 años en el cargo, y los gobiernos de coalición optativos para el Presidente de la República, fueron validados por la reforma.

Los sexenios no iniciarán el 1 de diciembre como solía hacerse, sino que comenzarán el 1 de octubre, además las elecciones federales podrán ser anuladas en caso de que un partido rebase en más de 5 por ciento el tope de los gastos de campaña.

Asimismo, se aprobó la transformación de la PGR en Fiscalía General de la República, así como la autonomía del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y la desaparición del IFE, que será sustituido por el Instituto Nacional de Electoral.

Antes, la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados aprobó los dictámenes de las leyes de consulta ciudadana; derecho de réplica y de iniciativa ciudadana y preferente, conocidas como cartas “ciudadanas”.

Así, la Cámara de Diputados desahoga la agenda política, con el objeto de abrir espacios para que en los siguientes días reciba la reforma energética que se trabaja en el Senado de la República, también a marchas forzadas.