Friday, 26 de April de 2024

A Lozano no le interesa la minigubernatura

Martes, 29 Julio 2014 02:03
En entrevista con 24 Horas, el senador asegura que “la de un año nueve meses no me llama la atención”, el panista poblano resalta la oportunidad que tiene el PAN para dominar los comicios del próximo año
  • Estéfana Murillo / 24 Horas



El senador panista Javier Lozano Alarcón resalta la oportunidad que tiene el PAN para dominar los comicios del próximo año y reconoce su interés por gobernar Puebla, estado que representa en la Cámara alta.



En entrevista con 24 Horas descarta que quiera la minigubernatura “la verdad la de un año nueve meses no me llama la atención”.



 



—¿En las condiciones que hoy vive el Partido Acción Nacional, están preparados para enfrentar los próximos procesos electorales?



—Sí, yo creo que nos va a ir muy bien, porque que es lo que veo, veo que dos meses antes de las elecciones del próximo año la gente va a presentar su declaración anual como contribuyentes, ya con el peso de la reforma fiscal, y verán que ya no pudieron hacer deducciones, que tendrán que pagar más impuestos y el único responsable de todo esto es el gobierno del PRI, y claro que los va a tener que acompañar el PRD, porque en su enorme hipocresía no votaron en contra de esa reforma fiscal, y claro que lo negociaron “en lo oscurito” con tal de darle su fondo metropolitano a Mancera. Para lo que les ha servido.



El PAN ha mostrado congruencia, tanto en su ejercicio de gobierno como ahora como oposición y pienso que habrá una reflexión en el electorado. Yo pienso que nos va a ir muy bien en las elecciones del 2015 y pienso que el que va a perder más va a ser el PRI, y el PRD se va a desfragmentar más aún, porque con Morena como partido político muchos verán con más simpatía a López Obrador que lo que hay aquí, mucha hipocresía de un PRD que no sabe dónde ubicarse y son muy convenencieros.



Si el presidente Madero es inteligente y sensible, va a permitir que se escoja a los mejores candidatos para el 2015, con independencia del grupo al que pertenezcan. Si se vuelven ellos sectarios y toman esa posición de exclusión se pueden equivocar, porque hay gente muy competente que no necesariamente estuvo en ese grupo durante la contienda interna.



 



—¿Entre sus aspiraciones figura la gubernatura de Puebla?



—Es algo que eventualmente tendré que considerar con toda seriedad. Hay dos tiempos, en 2016 es la minigubernatura de un año nueve meses y, posteriormente, la de seis años, a mí la verdad la de un año nueve meses no me llama la atención.



 



—Pero la de los seis años sí…



La de los seis años sí, pero no es algo que me robe el sueño, por supuesto que sería un gran honor, pero acuérdate que hace tres años estaba pensando en ser precandidato a la presidencia por el PAN.



 



—¿Iría por la candidatura nuevamente?



—Por supuesto que me encantaría, y además en términos de trayectoria, de experiencia y de conocimientos tendría con qué competir, pero no basta con tus ganas de ser, depende del contexto, circunstancias y no solamente de esa voluntad. Lo que te quiero decir es que ahora no pienso estar puesto en la gubernatura, en la candidatura presidencial o en una diputación, distraerme. Yo quiero ser el mejor senador de los poblanos en toda su historia.



Y si mi saldo es positivo después, y con eso me permite jugar por una candidatura, con mucho gusto lo haré, y si hasta aquí llega, hasta aquí llega, pero por supuesto tengo interés en seguir en la política. Yo creo que debemos propiciar que gente capaz, con fortaleza moral, anímica y física, porque luego nos conformamos con cada rata, incapaces, ignorantes, demagogos, y no, tenemos que ser cada vez más exigentes con nuestros representantes para que la clase política tenga mejor estatura.



 



—¿Cómo se inspiró en el hashtag #NoSeanOrdinarios?



Mi abuela cuando quería decir no seas mal educado, decía “no sea ordinario”, es una forma muy elegante de decir no seas gañan, compórtate como Dios manda, tiene que ver con educación, valores, modales y respeto a los demás, esa fue mi inspiración, como con los animalitos, por los que se enojaron en el PRD, pero se molestaron porque son políticos muy cortados a la antigua.



 



—¿Y si aguanta las críticas?



Sí, me pueden decir lo que quieran, pero con respeto. Me insultas y no tengo por qué contestarte y te voy a bloquear, eh, el respeto al bloqueo ajeno es la paz, si me faltas al respeto te bloqueo y esa es mi forma de pensar.



 



—¿Y qué hay con el resto de las reformas estructurales?



El problema de México ya no son las reformas, el principal reto de México es la manera de implementarlas y aplicarlas y aquí sí veo al gobierno muy chambón, a pesar de cómo se vendieron ante la sociedad en las elecciones, de que ellos sí sabían cómo hacer las cosas, yo creo que le están quedando muchísimo a deber a la sociedad, porque no se ve el resultado, ni en la economía, ni en el combate a la inseguridad, ni nada y ya no le van a poder echar la culpa al Congreso, ya hubiera querido Calderón haber tenido una oposición tan responsable, que le sacaran así todas, todas las reformas y sin embargo los resultados no están a la vista.



 



—¿Cuál fue su experiencia en la aprobación y complementación de la reforma de telecomunicaciones?



—Yo he estado en el sector 20 años, para mí ha sido un proceso prácticamente de vida el participar en esta apertura a la competencia y la inversión privada en el sector de telecomunicaciones y eso te da una ventaja, que es conocer de la materia, y con ello conducir los trabajos legislativos para llevar esto a buen puerto.



Para mí, la principal batalla que había que librar era el capítulo económico, la preponderancia, competencia, interconexión, entrada de la televisión restringida, eso era todo, lo que representa centavos, bueno aquí son millones de dólares.



Al final el resultado es muy bueno, pero el tránsito para llegar a ese resultado fue muy, muy difícil, fundamentalmente por una razón, porque se están, en esta reforma, verdaderamente cambiando estructuralmente a los dos sectores de telecomunicaciones y radiodifusión. Al romper monopolios y al verdaderamente generar competencia lo que hicimos fue tocar empresas muy fuertes, intereses que trataron de preservar hasta el último momento, todas las ventajas que han tenido con cargo a los consumidores. Finalmente, pienso que se logró el objetivo, habrá que ver ya en la práctica, pero tengo la certeza de que hicimos lo correcto.



 



—¿Considera que le faltó algo a la reforma o está cien por ciento satisfecho?



—A mí no me gusta que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) sea un órgano autónomo, ni el método de selección de sus comisionados, esa parte no me gusta.



 



—¿Fue demasiada autonomía?



Sí, demasiada autonomía que no se justifica al tratarse de actividades económicas que tienen que ser reguladas por el gobierno, ni en el caso del IFT ni en el caso de la Comisión Federal de Competencia Económica, no me gusta fundamentalmente esa parte, es la que me tiene un tanto incómodo. Fuera de eso, yo creo que sí tenemos una muy buena ley.



En el proceso buscamos lograr equilibrios porque no puedes castigar sólo a uno de los actores y premiar a los demás, aquí de lo que se trataba era de lograr un balance y pienso que se está logrando. En lo que de plano nunca estaré de acuerdo, y creo que estamos viendo los inconvenientes de eso, es en la manera en que se construye el diseño institucional del instituto.



 



—¿Por qué le incómoda la autonomía del IFT, que riesgos percibe?



—No se justifica que el IFT sea un órgano con autonomía, pues tiene el peligro de que puedan ser capturados estos reguladores por intereses particulares y que entonces no tengan ninguna estancia superior. Esa parte fue un pésimo diseño. Quienes piensan que por ser comisionados autónomos no van a ser capturados o presionados por los grandes intereses de los poderes fácticos están bien equivocados. ¿Quién garantiza que estos siete van a ser impolutos el resto de sus vidas y que no van a dejarse presionar o comprar?



Yo estaría a favor de que se legislara eso posteriormente.



 



—¿Cómo coordinador de los trabajos en comisiones, lo buscaron esos poderes fácticos?



—Sí claro, yo platiqué con todo mundo. Primero hicimos foros, hubo 50 exposiciones públicas, vinieron, fijaron posición, emitieron desplegados, hicieron expresiones públicas, nos cabildearon en lo personal, como grupos parlamentarios y a nuestros coordinadores, sí claro.



 



—¿Pero más allá de esa institucionalidad de buscarlos como legisladores, más allá de esa formalidad de los encuentros, hubo acercamientos?



—Claro que sí, me buscaron de todas la empresas, bueno, las más visibles. Empresas, cámaras, asociaciones y a todos los vi, con todos platiqué, a veces en lo individual, a veces con otros senadores, porque lo que no puedes hacer es legislar sin conocimiento de causa.



 



—¿La reforma de telecomunicaciones es algo que marcó su trayectoria política, es su mayor logro?



—No sé si el mayor logro, porque la reforma laboral también lo es, yo insistí mucho tiempo con la reforma laboral. Es muy difícil saber cuál es tu mayor logro.



 



—Bueno, digamos de la que más se enorgullece…



Sí, sin duda, sin duda, sin duda. Pudo haber otras votaciones y otros temas, pero hasta ahorita estas dos reformas, la laboral y de telecomunicaciones son dos que yo puedo considerar que de alguna manera contribuí de una forma muy activa en su confección, en su impulso y en su aprobación, claro que me siento muy orgulloso de eso.



Y esto no es un concurso de popularidad. Algunos simpatizan con tu forma de pensar, algunos te quieren, otros te rechazan, otros te odian, otros te quieren, así es esto, pero no puedes trabajar siempre en razón de tu popularidad porque estarías perfilando todo al cómo te ven, en lugar del deber ser.



 



—¿Cómo vivió el PAN este proceso? Porque sabemos que fue una de las reformas que más los dividió…



—Estamos bien, pero sí hay gente en el partido que tiene una visión muy particular y que querían imprimir esa huella en esta legislación.



Cuando no logramos acuerdos, sobre todo en el tema de la preponderancia, vino Madero y se equivocó, trató de darnos línea en el grupo parlamentario y salió muy mal, fue una muy mala jugada, pero el presidente Madero de pronto está muy mal asesorado, quiere fijar una posición a seguir, salió mal y quedó fracturado el grupo. El presidente del partido debe tener más cuidado para mantener al grupo unido y eso lo hará en la medida en la que nos respete como legisladores.



 



—Lozano en Twitter tiene bastantes seguidores, ¿cómo es la interacción y cómo traslada el debate legislativo a las redes sociales?



—Empecé en Twitter por un mero accidente, hace poco más de tres años, con el secuestro de Diego Fernández de Cevallos, me pidió el Presidente (Calderón) que ayudará y que entrará en Twitter a desmentir sobre la irresponsable declaración de Manuel Espino sobre su muerte. Me volteé a ver a Alejandra Sota y le dije qué es eso de Twitter, yo no sabía, me di de alta y me explicaron cómo funcionaba, a partir de ahí, poco a poco aprendí.



De los 118 mil 408 tuits que han salido de mi cuenta, todos y cada uno de ellos los he mandado yo, todos, ninguno lo envió alguno de mis colaboradores. Los políticos tenemos la posibilidad y diría hasta la obligación de usar estas herramientas.

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