Tuesday, 07 de May de 2024


Enojo




Escrito por  Irma Sánchez
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Enojo, molestia, hartazgo, coraje y hasta decepción, además de estrés, se generaliza entre los poblanos de todos los círculos que hoy sortean todos los obstáculos para movilizarse unas cuantas calles dentro de la ciudad.

Pero las calles cerradas por todos lados, no suman todo el problema. El impacto de tanta obra extendida, explican los médicos, ha desencadenado una verdadera epidemia de infecciones por el escombro removido que levanta millones de bichos, bacterias y gérmenes.

 

 

Y por si fuera poco, los habitantes de la capital enfrentan la carencia de agua potable que hay que conseguirla del servicio de pipas, lo que representa una renta más para el deteriorado presupuesto familiar.

 

 

¿Para donde correr?

 

 

Imposible.

 

 

La gente para movilizarse hoy tiene que salir media hora antes y muy relajada para enfrentar tantos problemas y dar con las vías alternas que en ninguna parte se presentan.

 

 

Quienes utilizan el transporte colectivo, se juegan la integridad porque los operadores van tan estresados y contra reloj para sus chequeos, que se olvidan que llevan en el pasaje adultos mayores y personas con niños en brazos y de la mano.

 

 

Y el problema es que los cierres se van dando paulatinamente por todos lados. En algunos puntos se deja un carril abierto y se producen serios cuellos de botella, sobre todo a las horas pico.

 

 

Los conductores se quejan del alto consumo de gasolina, que esto también ya cuesta más.

 

 

Quienes recurren al servicio de taxi, se enfrentan a la negativa de algunos choferes que se niegan a movilizarse por los puntos más conflictivos.

 

 

A esto hay que añadir también que si se moviliza dentro del primer cuadro, cuando cree que ya la libró, resulta que se topa con otra calle cerrada por los huehues que están en plena fiesta.

 

 

Y todavía más, cruce los dedos para que no le toquen las jornadas de grabaciones de una telenovela de Televisa, porque se encontrará otra vez con más calles cerradas.

 

 

El caso es que hoy resulta altamente recomendable consumir litros de té de tila, de flor de azhar, de siete flores, y aprender a respirar hondo y profundo para mantener la calma.

 

 

Pero la calma cada vez se aleja más con decisiones como las que tomaron los señores diputados locales sobre la estructura con la que se pagará el servicio del agua potable, que se encarece 55 por ciento para establecimientos comerciales y de servicios, bajo la amenaza de que “o se paga o Puebla se quedará sin agua”.

 

 

Un rechazo total se produce al acuerdo de pagar mensualmente el líquido a partir del próximo mes de mayo, en seis tarifas que van de los 105.22 pesos a los 916.58 pesos, según el cuadrante residencial.

 

 

La pregunta surge ¿no habían aprobado nuestros diputados el pasado fin de año el esquema tarifario para todos los meses de este 2014?

 

 

¿De qué se trata?

 

 

¿De presentar como única opción la privatización del servicio para entregarle el negocio a un grupo?

 

 

¡Que vengan todos los tés!

 

 

Por lo pronto, muchos despachos de abogados ya trabajan en la promoción de amparos en contra de esta arbitrariedad, en este hermoso y progresista estado de Puebla en el que se asegura que se vive con estricto apego a la ley, en un Estado de derecho.

 

 

 

 

 

 

 

 

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