En Puebla una de sus víctimas ha sido la industria textil que en el siglo pasado, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, representara una verdadera fortaleza económica para la región.

Hoy, según declaraciones del presidente de la cámara de esta industria, José Manuel Brito García Teruel, “la planta textil de Puebla está de pie” y con el avance tecnológico —que lamentablemente aniquiló docenas de puestos laborales— produce los mismos volúmenes de productos que hace tres décadas cuando lideraba los sectores productivos de la región.

Los números hablan, y por ejemplo la planta especializada en la fabricación de mezclilla hoy entrega al mercado 3 millones de metros de tela al mes.

Ésta tanto se queda en territorio mexicano en las maquiladoras especializadas, como se va a los mercados internacionales que la reconocen como una propuesta de calidad.

La mezclilla poblana se fabrica en plantas instaladas en las ciudades de Tehuacán y Teziutlán, además de en la capital.

Resulta interesante citar que hace dos décadas una sola planta llegó a producir 18 millones de metros. Se trata de la que fue propiedad del que entonces era conocido como “El rey de la mezclilla”, Kamel Nacif.

Lamentablemente por problemas políticos sus plantas fueron rematadas y traspasadas al grupo español Tavex, que hoy trabaja con ímpetu para recuperar los altos niveles de producción y los mercados perdidos.

En este proceso de reconquista de sus mercados, la empresa ha llegado a sacrificar precios hasta en 30 por ciento, a decir de Arlet Sánchez; para ser más competitivos frente a la competencia asiática en los mercados internacionales.

En esta etapa se puede concluir que los textileros hacen su trabajo calladamente.

Al igual que los maquiladores que se han modernizado y capacitado la mano de obra para seguir confeccionando los jeans para marcas como Levis, GAP, Hilfiger, y DKNY, que en sus etiquetas aunque sea con letras muy chiquitas, portan la leyenda “made in Puebla, México”.

20 años con el Popo

El 21 de diciembrese cumplen 20 años de que en el interior del Popo se produjo una fractura que propició el inicio de una nueva etapa en la actividad del volcán, que siempre se ha mantenido vivo y en actividad.

Fue hace 20 años cuando el amanecer de los poblanos del 21 de diciembre fue distinto, al descubrir la ciudad cubierta por un manto blanco a tono con las fiestas navideñas.

Casas, árboles, vehículos, cubiertos de cenizas que lanzó el coloso que 2 años antes ya había lanzado señales de alerta, y que desde 1919 tuvo su primera reacción cuando trabajadores recolectaban el azufre que acumulaba.

Antes de su actividad del 20 de diciembre de 1994, los geólogos comenzaron a reportar que su cráter conservaba un lago de aguas verdosas que se comportaban de manera intermitente.

A 20 años de distancia de su principal reacción, quienes habitan en Puebla, Morelos y el Estado de México han aprendido a vivir con un volcán en permanente actividad por el impacto que registra a través de uno de sus tres ductos que lanza gases y arrastran cenizas que se esparcen por estas tres entidades vecinas.

El recuento lo hace Alejandro Rivera, quien se ha mantenido cerca del Popo estudiándolo, observándolo, junto con toda la gente que lo rodea.

La remembranza viene porque Rivera propone con motivo de estos 20 años de aprender a vivir con el volcán, una serie de actividades en torno a éste, su naturaleza, sus riesgos, el impacto y la gente que habita sus faldas.

La nueva plaza comercial

Este fin de año quedará lista la segunda tienda departamental de Liverpool en la entidad, en la entrada a la ciudad inmediatamente después de la autopista México-Puebla.

Se trata del segundo Liverpool en la Angelópolis, donde el consorcio tiene muy bien posicionada también la tienda Fábricas de Francia.

Esta será la número 16 que abre como ancla en una nueva zona comercial al norte, rompiendo con la recomendación de crecer siempre hacia el sur de las ciudades.

Y lo interesante de este nuevo concepto es que además de manejar todas sus líneas de ropa, accesorios, zapatos, bolsas, hogar, jardinería, deportes, juguetería, gourmet, electrónica, perfumería, muebles, blancos, regalos, joyería, etcétera; como tienda ancla trae 80 negocios más, tanto de tiendas de marca que se expanden en el interior del país, como nuevos negocios de la capital local.

A partir de este fin de año que se prevé su apertura, se confía en contar con un nuevo polo de desarrollo comercial y de servicios en la zona nor-poniente, casi al paso de la autopista México-Puebla que se convierte en circuito obligado para interconectarse con el sureste del país, zona de la que mensualmente proceden miles de compradores, algunos de los cuales van a la ciudad de México y hoy con este nuevo centro comercial serán tentados a quedarse en Puebla, donde hay de todo y para todos.

Por cierto, de acuerdo con los estudios levantados en Puebla y las principales capitales, el mercado de las tiendas departamentales se reparte así: 65 por ciento para Liverpool, el 20 por ciento para Sears y el 17 por ciento para el Palacio de Hierro.

Aquí estoy

Definitivamente estoy de acuerdo en que temas como el del transporte no se pueden tocar en forma tan superficial y a la ligera como lo hice el lunes en este espacio, sobre todo cuando es aprovechado tanto para intereses políticos, como económicos que dan poder a costa de las auténticas necesidades de quien día a día tiene que utilizarlo para movilizarse.

El tema no me es desconocido, desde que incursioné en los medios me tocó estar pendiente de la desaparecida Alianza de Camioneros con los licenciados José Antonio Seoane yel capitán Francisco Díaz Sánchez, en los aciagos tiempos en los que los grupos activistas de la UAP definían con el gobernador en turno rutas y tarifas con múltiples acuerdos, por debajo de la mesa y por encima de los intereses de los trabajadores y los usuarios.

Hoy lo único que refrendo es mi convicción de que a Puebla le hace falta un transporte eficiente para desalentar el auto para un solo viajero.

Y de paso, celebro las fotomultas para responsabilizar a quienes conducen en forma irresponsable llegando a enlutar a muchas familias y a repuntar las estadísticas de la población discapacitada.

Esto a propósito de los correos que recibí por mi columna del martes.