Hasta el momento ha hecho las cosas bien. Su ingenio ya le dio para ser incluido en los listados nacionales donde se barajan los nombres de los presidenciables. Eso quería y lo logró. Cierto que a muchos analistas de aquí les purga ver o leer su nombre en los medios nacionales, se enfadan de sus apetencias futuristas, pero también es cierto que no ha necesitado de ellos para lograr su cometido.

La historia de Moreno Valle es una historia repetida. Don Manuel Bartlett hizo lo mismo, concentró la mayor parte del presupuesto estatal en la ciudad de Puebla y en sus zonas conurbadas como lo ha hecho Moreno Valle para deslumbrar al mundo y llamar la atención de propios y extraños, sólo que don Manuel cuando quiso pelear por la candidatura priista no le alcanzó ni para comprar un chicle, ya veremos si a Moreno Valle le alcanza para algo más.

Si echamos un vistazo a su alrededor veremos que todo en Puebla es suyo. Tiene en la palma de la mano a un Congreso Estatal a modo, una capital del estado a buen resguardo en Tony Gali, el control absoluto de los partidos políticos, igual de izquierda que de derecha y centro, y a gente suya perfectamente anclada para las elecciones locales de 2015, 2016 y 2018.

Sus relaciones con las televisoras nacionales son extraordinarias. Así se ve. Todo eso se nota. Todo eso cuesta y Moreno Valle lo ha pagado seguramente sin remilgos. No por nada en Puebla se filman telenovelas al por mayor y se organizan grandes eventos de Televisa y Tv Azteca. Eso lo pudieron hacer Bartlett, Mario Marín y Melquiades Morales pero no lo hicieron, Moreno Valle sí.

De rechupete. Las cosas le están saliendo bien. Y todo eso tendrían que admitirlo sus detractores. La asociación que tejió con Gustavo Madero es la que necesita para complacer al gobierno de Enrique Peña Nieto, y si Madero se mantiene en la dirigencia del PAN habrá dado un paso más rumbo a su proyecto individual. Es cosa de tiempo para verlo y creerlo.

Sin embargo nuestro gobernador como todos los políticos y seres vivos es mortal, está sujeto a la circunstancia favorable y al evento adverso y él lo sabe. Sus opositores piensan que un escándalo, una chispa en la bodega donde almacena la pólvora podría destruir sus sueños, algo que lo ligue a Elba Esther Gordillo o a la corrupción, yo creo que no necesariamente, las coyunturas han demostrado que también destruyen los sueños presidenciales del mejor posicionado y para ejemplos está el Marcelo Ebrard de 2012.