La Legislatura local que concluyó su periodo la semana pasada, está considerada por muchos como la peor Legislatura de la historia reciente de Puebla. No es para tanto; en los últimos cincuenta años muchas legislaturas pasaron sin pena ni gloria, simplemente pasaron.

Si le dicen que los diputados de la pasada Legislatura estuvieron sometidos a los dictados del Poder Ejecutivo, puede hacer una pregunta a quienes eso afirman: ¿qué Legislatura local no ha mantenido esa actitud sumisa? Y no habrá respuesta.

Que algunos diputados, como casos aislados, se hayan rebelado contra alguna decisión gubernamental o que hayan presentado iniciativas por propia cuenta, que jamás prosperaron porque así es el sistema real que nos gobierna, es otra cosa, pero la inmensa mayoría de los diputados y diputadas pasaron por el palacio legislativo de la 5 Poniente para aprobar lo que les decían que aprobaran; para presentar iniciativas que les decían que presentaran y para mandar al congelador iniciativas presentadas por la oposición minoritaria.

No hay nada nuevo bajo el sol.

Tal vez lo que caracterizó a la diputación saliente fue la falta de formas. Hasta en los tiempos en que el PRI era el rey y señor del ruedo, se guardaban ciertas formas en el Congreso del estado para dar cierta veracidad a eso de la división de poderes.

Al final se aprobaban todas las iniciativas enviadas por los titulares del Ejecutivo, pero después de haberles hecho algunos cambios, ninguno de fondo, y de haber escenificado alguna discusión en la tribuna. Dijimos discusión, no pleitos callejeros, como el escenificado en la última sesión de la Legislatura que nos abandona.

Otra cosa que desprestigió a los diputados, que prácticamente ya dejaron de serlo, fue su absoluta falta de ideología política lo que los convirtió en “diputados chapulines” por andar saltando de un partido a otro, sin el menor recato, buscando sólo posiciones que les beneficiaran en lo personal.

Con esa actitud demostraron no sólo su mediocridad como políticos, sino su absoluta falta de respeto a los electores que los llevaron, en muchos casos sin el menor merecimiento, a ocupar una curul en el Congreso del estado.

La Legislatura LVIII del Congreso de Puebla no fue una Legislatura buena, ni siquiera mediana. Muchos de los diputados con mayor experiencia política se fueron de diputados federales, otros se cambiaron de partido y al término del periodo para el que fueron electos, tres años, la mayor parte de los que iniciaron el periodo habían sido sustituidos por sus suplentes, personas totalmente desconocidas en el medio político sin experiencia y sin oficio. Y esto no fue exclusivo de un partido. Todos actuaron igual.

Bueno, hubo cinco priistas que hasta llegaron a declararse “independientes”. Eso fue el colmo.

El Tercer Informe de RMV

Ya le comentamos que el auditorio de la Reforma, que durante por lo menos dos décadas fue escenario de tomas de posesión de gobernadores, informes, reuniones con candidatos presidenciales, conciertos, presentaciones de conjuntos de ballet, etc., volverá a cobrar importancia después de su remodelación, y que en él rendirá su Tercer Informe el gobernador Rafael Moreno Valle.

El informe, como señala la ley, tendrá lugar el 15 de este mes.

El jefe del Ejecutivo estatal llegará a las 8.30 horas a la sede del Congreso, en la 5 Poniente 127, donde escuchará a los jefes de cada bancada partidista que expresarán el sentir y la opinión de su respectivo partido.

Ahí hará entrega del informe de gobierno correspondiente al tercer año de su administración y luego se trasladará al auditorio de la Reforma para dirigir un mensaje a la ciudadanía poblana.

Allá estarán los diputados locales y federales, los senadores, dirigentes de todos los partidos políticos, altos funcionarios del gobierno estatal y algunos del gobierno federal, dirigentes obreros, empresariales, campesinos e invitados especiales, tanto locales como nacionales.

La esposa del gobernador, doña Martha Erika Alonso de Moreno Valle, ocupará un lugar especial en el recinto, lo mismo que su abuelo el doctor y general Rafael Moreno Valle que en 1969 tomó posesión como gobernador constitucional de Puebla en ese mismo recinto, habiendo sido el segundo gobernante poblano en rendir protesta en dicho lugar (el primero fue Antonio Nava Castillo).

Algunos grupos opositores al gobierno estatal están preparando actos de protesta como ha ocurrido casi siempre. Para estos actos están convocando grupos y partidos de izquierda.