Sunday, 19 de May de 2024


Está por resolverse la dirigencia del PRI




Escrito por  Gabriel Sánchez Andraca
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Según priistas bien enterados, el asunto de la nueva dirigencia estatal del PRI se va a resolver en los próximos días, tal vez antes del 15 de febrero.

Y los rumores en los corrillos políticos favorecen al ingeniero Alberto Jiménez Merino, aunque él parece no inmutarse en lo más mínimo. Dijo que no la busca, ni lo han llamado de donde deben llamarlo y por lo tanto está trabajando en lo suyo.

 

 

El sábado hizo un recorrido para poner en marcha el programa de huertos familiares en dos juntas auxiliares del municipio de Puebla, San Francisco Totimehuacán y Santa María Xonacatepec.

 

 

Ha habido cambios en la implementación de este programa: no se entregan semillas, sino retoños de las hortalizas que se van a producir, además cada familia que solicita el huerto, recibe un sistema de riego por goteo que consiste en un tinaco con mangueras debidamente acondicionadas para riego por goteo y una malla de alambre para proteger el huerto de los animales como pollos, gallinas, cerdos, perros y gatos, que en las casas campesinas por lo general andan sueltos.

 

 

Las amas de casa se muestran felices al recibir este apoyo y los niños participan activamente en la siembra de las pequeñas plantas que después se convertirán en alimentos para enriquecer su dieta.

 

 

Bueno, pero quienes sí andan muy inquietos son el maestro Alberto González Morales y el licenciado Jorge Morales Alducín, quienes han venido realizando campaña entre los priistas de todo el estado. Todo parece indicar que la decisión se tomará en el centro, al estilo de siempre en el PRI.

 

 

Someter a votación de las bases la designación del futuro presidente estatal del Revolucionario Institucional, en las condiciones de división y enfrentamiento interno en que se encuentra dicho partido, es tentar mucho a la Divina Providencia.

 

 

Los grupos priistas están encabezados por senadoras, diputados federales o locales, dirigentes de sectores o líderes sindicales, gentes con cierto poder que podrían causar mayores problemas al interior del PRI, si la designación se pretende hacer “democráticamente”. Los priistas son mañosos y muchos de ellos corruptos, como en todos los partidos, pero éstos tienen más oficio político, mayor experiencia en el ejercicio del poder y por lo tanto, saben que las condiciones actuales de su partido en Puebla no son las ideales para entrarle a la democracia interna.

 

 

Los dirigentes, presidente y secretario, se harán al viejo estilo: la cúpula decidirá al elemento que mejor garantice los intereses del partido tricolor; convocará a elecciones sobre ciertas bases y citará a una reunión del Consejo Político Estatal, para que sea ese órgano partidista quien a través de sus delegados designen al mejor elemento, al que garantice con mayores posibilidades la unidad de los priistas, al que no tenga compromisos previamente adquiridos, etcétera, etcétera.

 

 

Y al parecer, según nos comentan personas del mismo PRI, las opiniones que se están recabando en el comité nacional están favoreciendo hasta hace muy poco al ingeniero Jiménez Merino, un priista que tiene relación con todos, aunque cuando su nombre empezó a sonar como el elegido, los dirigentes de los grupos que buscan esa posición iniciaron una guerra mediática en su contra, pero tienen pocos elementos para descalificarlo. Ha sido un funcionario eficiente, conocedor de su materia, reconocido incluso a nivel nacional, con experiencia política (dos veces diputado federal y dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias del Estado) y ahora delegado de la Sagarpa en la entidad.

 

 

El PRI requiere cirugía mayor

 

 

El Partido Revolucionario Institucional requiere un trabajo de tiempo completo. Sus dirigentes deberán tener la “camiseta”, como se dice en términos deportivos, bien puesta, es decir deben conocer su ideología, su programa de acción, sus principios, pues sólo así podrán llevar a cabo un buen trabajo.

 

 

Sin esos requisitos, los dirigentes y lógicamente los militantes, andarán al garete y en México los partidos, todos —llámense PAN, PRD, Panal, PMC, PT, y demás— requieren fortalecerse mediante una militancia bien capacitada, bien entrenada, con sentido patriótico y con vocación de servicio.

 

 

Somos un país con enormes problemas derivados del mal funcionamiento de los partidos políticos, que son base de nuestro sistema de gobierno. Si los partidos andan mal, no podrán enfrentar la problemática nacional.

 

 

Un acuerdo entre las tres principales fuerzas políticas del país —PRI, PAN y PRD— hizo posible avanzar en la reestructuración del gobierno de la República para buscar solución a nuestros problemas.

 

 

A muchos no han gustado las reformas, que peor hubiera sido quedarse de brazos cruzados, no hacer nada y esperar que los gringos vinieran a nuestro rescate. Ya los “buenos” vecinos del norte se estaban preparando para “ayudarnos” en el caso de Michoacán. Se imagina si el gobierno hubiera aceptado esa “ayuda”, lo que hubiera pasado. Por lo menos unos cientos de Marines hubieran ingresado a nuestro territorio para entrenar a nuestras tropas y cuerpos de seguridad y la violencia hubiera crecido y hubieran surgido guerrillas y estaríamos como Irak, después de que los Estados Unidos fueron a “salvar” a ese país de un mal gobierno.

 

 

Partidos fuertes, bien estructurados, bien organizados, es lo que el país requiere para avanzar. Con los “partiditos” que tenemos, incluso el PRI que fue el mandamás durante tanto tiempo, no podemos llegar muy lejos. Dirigentes y militantes deben hacer un gran esfuerzo para salir de la situación en que se encuentran si de veras les interesa el progreso y el bienestar de todos los mexicanos.

 

 

 

 

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