El alcoholímetro de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) que encabeza Alejandro Santizo Méndez se convirtió en la pesadilla de los poblanos durante el primer año de gobierno de Antonio Gali Fayad, pues en ese periodo siete de cada 10 poblanos que fueron sometidos a la prueba de alcoholemia terminaron en los juzgados calificadores, según el reporte completo del Primer Informe de Gobierno municipal.

El documento revela que la SSPTM realizó un total de 5 mil 967 pruebas de aliento durante los 140 operativos que ejecutó la corporación el año pasado, de los cuales 3 mil 861 automovilistas dieron positivo y tuvieron que enfrentar la justicia en los juzgados calificadores, lo que representa que 65 por ciento no logró superar esta prueba.

De los casi 4 mil automovilistas que rindieron cuentas ante el Juzgado Calificador, mil 497 lo hicieron en el momento a través del Juzgado Itinerante que el gobierno municipal implementó este año para reforzar el operativo Alcoholímetro Colegiado Itinerante, que recaudó 5 millones 766 mil pesos por multas derivadas de estas conductas y que representa que cada poblano pagó en promedio 3 mil 800 pesos.

La justificación que el Ayuntamiento plasmó en el documento fue la reducción de 48 por ciento en accidentes viales, pues detalla que durante 2013 se registraron 509 incidentes -488 en vehículos particulares y 21 del transporte público- mientras que la cifra para 2014 disminuyó a 262 percances, de los cuales cuatro fueron en transporte público y el resto en vehículos particulares.

30 por ciento de remisiones fueron por alcoholímetro

Uno de cada tres poblanos que llegó al Juzgado Calificador lo hizo por no aprobar la prueba del alcoholímetro, según se deriva de los informes que la SSPTM y la Sindicatura municipal proporcionaron para la elaboración del Primer Informe de Gobierno de Antonio Gali Fayad.

De acuerdo con el documento, en 2014 se remitieron 13 mil 211 personas a los juzgados calificadores, de los cuales la SSPTM informó que 3 mil 861 fueron por no aprobar la prueba de alcoholemia durante los operativos de prevención, lo que significa que el 30 por ciento de las personas remitidas fue por conducir con un estado etílico no permitido por la ley.

Se prevén cifras similares en 2014

Los 10 absurdos aprobados en el Reglamento de Tránsito, que entrará en vigor en seis meses, pintan un panorama similar al de 2014, pues una cerveza o copa es suficiente para reprobar en el alcoholímetro, dependiendo de la edad, peso, estatura y tiempo transcurrido desde que se consumió el alcohol antes de tomar el volante.

Hace unas semanas los regidores aprobaron por unanimidad las modificaciones realizadas al capítulo X del Código Reglamentario para el Municipio de Puebla, entre las que destaca elevar de 0.05 mg/l a 0.07mg/l el margen para ser sancionado por conducir con aliento alcohólico.

Sin embargo, diferentes medidores digitales disponibles en la red revelan que un hombre de 70 kilogramos de peso puede tener 0.1 mg/l con el consumo de una cerveza, 0.28 con dos y 0.42 con tres bebidas, con lo que se alcanza una “intoxicación severa o tercer periodo”, según el artículo 294 fracción VI del Coremun.