Friday, 26 de April de 2024

Obama firmará iniciativa para nuevas sanciones contra Rusia

Miércoles, 17 Diciembre 2014 12:11
Obama, quien se oponía a las nuevas sanciones contra Rusia, sólo había autorizado el suministro de armas no letales como radares antimorteros, gafas de visión nocturna o chalecos antibalas. 



El presidente Barack Obama firmará una iniciativa de ley que prevé nuevas sanciones contra Rusia y su suministro de armas, además de otorgar otra asistencia a Ucrania, a pesar de las preocupaciones de la Casa Blanca de que la ayuda militar intensificará el conflicto, informó el martes el portavoz presidencial.



Obama mantiene sus dudas sobre la medida aprobada con un amplio apoyo en el Congreso, pero considera que la legislación aún le concede a él la flexibilidad que necesita, declaró el portavoz Josh Earnest.



“La mordida a la economía rusa está aumentando de intensidad”, declaró Earnest.



El anuncio de que Obama firmará el proyecto de ley tiene lugar en momentos en que Rusia enfrenta una crisis en su divisa debido a las sanciones existentes y la caída en el precio del petróleo.



Los republicanos y demócratas, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, exhortaron a Obama a que promulgue la medida de inmediato.



De acuerdo con la iniciativa, el presidente estaría obligado a imponer sanciones a la empresa estatal de armas Rosoboronexport y a otras compañías de defensa rusas relacionadas con la agitación en Ucrania, Moldavia, Georgia y Siria. Las sanciones serían extendidas a individuos y entidades que ayudan a las compañías.



La iniciativa daría al presidente la autoridad para que Estados Unidos suministre asistencia militar letal y no letal a Ucrania. Ésta incluye armas antitanque, radares contra artillería y aviones no tripulados de vigilancia táctica. El proyecto de ley autoriza 350 millones de dólares en dos años para cubrir los costos. El proyecto de ley sobre las sanciones y asistencia militar fue un ejemplo de unanimidad poco habitual en el Congreso.



Fuente: El Economista

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