La neurosis que Donald Trump exhibió tras la victoria de Alejandro González Inárritu como Mejor Director en la entrega de los Oscares 2015 ha sido recibida con bastante humor parte de usuarios de redes sociales.
Y es que al magnate inmobiliario y uno de los hombres más acaudalados del mundo, le incomodó el breve pero contundente discurso del cineasta mexicano, quien demandó un trato digno para los migrantes mexicanos y recordó el origen migrante de Estados Unidos.
“A los mexicanos que viven en este país, que son parte de una nueva generación de migrantes, rezo porque puedan ser tratados con la misma dignidad y respeto que recibieron aquellos que llegaron antes y poder continuar construyendo esta increíble nación de migrantes”, dijo González Iñárritu.
En respuesta, dijo a la cadena Fox que Birdman no le parecía tan buena. “Este tipo no paraba de subir y subir y subir (al escenario) ¿Qué está haciendo? ¿Se va a marchar con todo el oro? ¿Tan buena es (la película)? Yo no he escuchado eso”, dijo.
Curiosamente el magnate conservador es descendiente de migrantes ingleses y alemanes en Estados Unidos.
A través de su cuenta de Twitter dijo que la noche de los Oscares había sido grande para México. “Y como no si le roban a Estados Unidos como ninguna otra nación”, dijo.
Pero el coraje ya le duró al menos dos días pues este martes arremetió nuevamente contra el país asegurando que tiene una demanda ganada en México y que debido al sistema judicial corrupto, aún no ha podido hacerla efectivo. Por ello hizo un llamado a no hacer negocios en nuestro país.
Muchos le damos dieron la razón con respecto al tema de corrupción institucional pero han sido más los que se burlan de este WASP, acrónimo utilizado para denominar a los blancos, anglosajones y protestantes que pertenecen a un grupo cerrado de estadounidenses de elevada posición social que defienden los valores tradicionales y rechazan la influencia de cualquier etnia, nacional o cultura ajena a la que identifican como suya.
