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Este año se cumplen 15 años de uno de los mayores escándalos políticos que sacudió a los Estados Unidos en el siglo pasado. Se trata del affaire entre el entonces presidente Bill Clinton y la joven becaria Monica Lewinsky, cuyo breve romance dio la vuelta al mundo y se convirtió en el caso más emblemático de la relación entre la política y el sexo.
Corría el año 1995, cuando una veinteañera Lewinsky, nacida el 23 de julio de 1973 en el seno de una familia de ascendencia judía, logró obtener una beca para trabajar en la Casa Blanca, tras obtener su título de psicología. La joven estuvo desempeñando tareas administrativas en el centro del poder de Estados Unidos hasta 1997, cuando su contrato expiró.
Pero Lewinsky hizo más que ordenar papeles y servir café. Mediante una serie de contactos, el presidente Clinton conoció a la joven y ambos mantuvieron una especie de affaire a escondidas, con encuentros sórdidos que se dieron incluso en el mismísimo Salón Oval.
A pesar del estricto nivel de confidencialidad, Lewinsky no pudo contener sus palabras y comenzó a contar todo lo vivido con Clinton a la secretaria Linda Trapp, quien ni lenta ni perezosa, grabó todas las conversaciones con su amiga y se las entregó a Kenneth Starr, el célebre abogado que denunció todo ante la Justicia.
Durante todo el juicio, Bill Clinton negó una relación sexual con la joven becaria e incluso la misma Lewinsky tomó la misma actitud en principio, aunque luego confesó que al menos mantuvo encuentros muy íntimos en el despacho presidencial.
Además, una prueba de ADN al vestido azul que Monica utilizaba para trabajar en la Casa Blanca determinó que el presidente sí había tenido contacto físico con ella. Finalmente, Clinton recibió una condena penal por perjurio, pero la misma quedó en suspenso. De todos modos, Clinton terminó su mandato en el año 2001, aunque con un elevado costo político.
Por su parte y tras el escándalo desatado, Lewinsky escribió una autobiografía por la cual se hizo con la suma de un millón y medio de dólares. A fines del siglo, Monica se convirtió en diseñadora de bolsos y en el 2000 promocionó una línea de productos para adelgazar. Sin embargo, terminó abruptamente su contrato porque varios usuarios manifestaron quejas a raíz de su labor, según recuerda Clarín.
En 2003 fue la presentadora de un reality show donde una chica soltera tenía que elegir marido entre varios hombres enmascarados, aunque el programa terminó enseguida. Tres años después, terminó la carrera de Psicología Social en la London School of Economics. Hoy tiene 40 años y ningún trabajo conocido.
