Friday, 26 de April de 2024

Garfias exhibe zalamería de Lucero Saldaña con RMV

Miércoles, 01 Octubre 2014 18:11
El periodista Francisco Garfias narró en su columna: mientras el reportero hablaba con Moreno Valle se acercó la priista Lucero Saldaña. La senadora sacó a relucir su infumable lambisconería. No sólo interrumpió la charla que teníamos con el gobernador poblano, sino que lo cogió del brazo y lo obligó a darnos la espalda
  • Francisco Garfias



“¿Cómo que la fiesta de Peña? No ma…”



Vimos ayer en avenida Reforma el tamaño de la manifestación de los estudiantes del Politécnico. Nos acordamos de la vieja consigna de “somos un chingo y seremos más”.



Permanecimos parados más de media hora en la esquina de la importante arteria y la calle de París. Pasaba un contingente tras otro. No alcanzamos a ver la vanguardia. Mucho menos la retaguardia. Pero no hay duda de que eran “un chingo”.



Miles y miles de jóvenes, acompañados por pequeños contingentes solidarios de la UNAM, resueltos a impedir la aprobación del reglamento interno que, según ellos, empobrece los contenidos académicos del Instituto, recorta el personal académico y los degrada de ingenieros a técnicos.



Los repetidos ¡huéluuum¡ se acompañaban de otras consignas. La villana favorita era Yoloxóchitl Bustamante, directora del IPN. Su destitución es el punto diez del pliego petitorio que entregaron en la mano a Miguel Osorio Chong, secretario de Gobernación. En corto nos dicen que las horas de Bustamante están contadas.



 El gobierno federal reaccionó ante la magnitud de la manifestación. Sabe que no hay nada más inflamable que jóvenes descontentos. El mismísimo Osorio salió a la calle a dialogar con ellos.



Les ofreció tener respuesta a su decálogo de peticiones “en media hora”. Los jóvenes se entusiasmaron. Una respuesta en 30 minutos no la esperaban. “Síiiii, ahorita…”, gritaban ante el sorpresivo compromiso del titular de Gobernación.



Pero sus líderes matizaron ese entusiasmo. “No vamos a aceptar respuestas al vapor”, se escuchó en el improvisado sonido local.



Al final se quedó en que Osorio daría respuesta a cada uno de los diez puntos del pliego el viernes tres de octubre.



 La proximidad del 2 de octubre inquieta a más de uno. Es fecha emblema de represión. Se cumplen 46 años de la matanza de Tlaltelolco, la trágica efeméride aparece en el calendario al final de un mes de septiembre muy negro para los derechos humanos.



Están los asesinatos de tres normalistas de Ayotzinapa, en Iguala; la muerte de tres personas en el ataque al camión del equipo Avispones de Chilpancingo. Pero también las ejecuciones sumarias de supuestos delincuentes en Tlatlaya, la CNTE en pie de lucha; y la efervescencia estudiantil.



“El coctel es explosivo, se me ponen los pelos de punta”, nos dice Manuel Granados, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa.



 “¿Cómo que la fiesta de Peña? No mames…”, reclamó Miguel Barbosa, presidente de la Mesa Directiva del Senado, al término de la inauguración del seminario sobre Federalismo, celebrado ayer en la Cámara alta, sin la anunciada presencia del Presidente de la República.



Tampoco hicieron acto de presencia 44 senadores del PAN y del PT inconformes con el formato protocolario del evento; y 12 gobernadores que, ante la ausencia del primer mandatario, prefirieron quedarse en sus entidades.



El reclamo del perredista tenía que ver con el título, ayer, de este espacio: “Se le cae al PRD su homenaje al Presidente”. Era la crónica de una visita frustrada al Senado —la de Peña— por una mala operación a la hora de planchar el formato del evento.



Ya es de todos sabido que a los panistas les negaron la posibilidad de que Javier Corral hablara en ese evento. El senador es demasiado crítico para la sensibilidad de Los Pinos.



En su lugar, el presidente envió a Miguel Osorio Chong. Eso llevó a Acción Nacional a ausentarse del evento. Los del PT los acompañaron en esa decisión, por considerar que se trataba de la sumisión del Poder Legislativo al Poder Ejecutivo.



Barbosa cumplía ayer 55 años. Las ausencias no le quitaron la sonrisa. “Qué bonita fiesta te armaste”, comentó el gobernador Malova, de Sinaloa.



Después de todo, allí estuvieron, además de Osorio, el presidente de la Suprema Corte, Juan Silva Meza; el jefe de Gobierno del DF, Miguel Mancera; 19 gobernadores y muchos representantes de poderes locales.



 Nos llamó la atención la presencia de dos gobernadores del PAN: Miguel Márquez Márquez, Guanajuato, y Rafael Moreno Valle, Puebla. Contradecía la decisión de la bancada azul.



Nos acercamos a este último para preguntarle por los motivos de su presencia en el seminario. “Yo sí pedí permiso. Hablé con Preciado y con Madero. Les expliqué que soy parte de esta iniciativa (de inaugurar el Patio del Federalismo). Data de cuando yo era presidente de la Conago, pero hasta ahora se concretó.



“Yo no podía fallar…”, explicó.



Mientras el reportero hablaba con Moreno Valle se acercó la priista Lucero Saldaña. La senadora sacó a relucir su infumable lambisconería. No sólo interrumpió la charla que teníamos con el gobernador poblano, sino que lo cogió del brazo y lo obligó a darnos la espalda. Pensó que se incomodaba con preguntas a un gobernador que ni es de su partido.



Cuestionamos su actitud de queda bien. ¿Por qué no nos deja platicar?, preguntamos, desconcertados. “Yo no puedo quedar delante del gobernador”, respondió, sin más.



Moreno Valle, efectivamente, se incomodó, pero por otros motivos. Sabía que nos había dejado con la palabra en la boca.



Saldaña quiso alargar su plática con él. El gobernador ya no la peló. Se concentró en responder las preguntas del reportero, mientras caminaba hacia la salida.



La señora Saldaña no entiende que su calidad de senadora no le da carta blanca para andar de metiche donde no la llaman



Entre los gobernadores que no asistieron a la fallida “fiesta de Peña” están Ángel Aguirre, Guerrero; Eruviel Ávila, Estado de México; Javier Duarte, Veracruz; Fernando Toranzo, San Luis Potosí; Guillermo Padrés, Sonora; Francisco Kiko Vega de Lamadrid, Baja California; Marcos Covarrubias, Baja California Sur; Salvador Jara, Michoacán, y Mario Anguiano, Colima.



 Lo perfilamos el sábado. Se cumplió ayer. Gustavo Madero pidió licencia ante la Comisión Permanente como jefe nacional del PAN. Va por una diputación federal. Quiere ser coordinador parlamentario del grupo blanquiazul en la próxima Legislatura.



El margen lo tiene. Nada le impide regresar a la presidencia del PAN, autonombrarse jefe de la bancada y regresar a San Lázaro.



Ricardo Anaya Cortés rindió ayer mismo protesta como jefe nacional de ese partido. Le corresponde el cargo por estatutos. Era el secretario general del partido. Es de las jóvenes promesas del PAN. Tiene apenas 35 años y mucho futuro por delante si no despega los pies de la tierra.



El maderista de Chihuahua, Fernando Álvarez Monje, sustituye a Anaya como número dos del PAN.



Fuente: Excélsior



 

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