Promueve el gobernador a su delfín en comida del PRI

 

-crónica-

 

El acto fue organizado para que el coordinador de Promoción al Voto se luciera. En el festejo masivo, Mario Marín mostró su fuerza conformada por la mayoría de presidentes municipales priistas, por un Congreso del estado a modo. López Zavala alabó al mandatario y dejó en claro que éste sí estuvo presente en la elección

 

 

Efraín Núñez Calderón / Atlixco, Puebla/ Enviado Especial

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En la comida de la Unidad Priista, el gobernador Mario Marín promovió a su delfín Javier López Zavala, quien en todo momento intentó acaparar los reflectores entre los candidatos ganadores de su partido. El acto fue para que el coordinador del Voto priista se luciera, para que recibiera las porras de los comensales mientras acompañaba al mandatario en su recorrido por las mesas, para que Mario Marín evidenciara que en su ideario es López Zavala y no otro, quien quiere que lo suceda.


Blanca Alcalá, alcaldesa capitalina electa fue objeto de las salutaciones y los abrazos de caguamo pero Mario Marín no hizo alusión alguna a su persona. En este acto de los priistas poblanos, atrás, muy atrás quedó la referencia que Beatriz Paredes —lideresa nacional del PRI— hizo de Alcalá Ruiz, calificándola como una de las nuevas “caudillas” del PRI y apuntándola en la carrera por la gubernatura.


Los candidatos electos y plurinominales compartieron el arroz blanco, los frijoles en bollo y las carnitas con la cargada priista, con quienes al viejo estilo priista movilizaron a la gente el pasado 11 de noviembre. La estructura llegó al salón Palmiras de Atlixco en autobuses abarrotados y tapizados con la propaganda de los candidatos electos.
En la mesa principal, Blanca Alcalá se sentó a la derecha de Marín. El mandatario tuvo a su lado izquierdo a Valentín Meneses Rojas y casi al final de la mesa se pudo ver a Javier López Zavala, cercano a Julieta Marín.


En este festejo masivo, el gobernador mostró su fuerza conformada por la mayoría de presidentes municipales priistas, por un Congreso del estado a modo. López Zavala alabó al gobernador y dejó en claro que Marín sí estuvo presente en la elección.


A Enrique Doger se le vio conversando en todo momento con Maximiliano Silero Esparza. Sólo veía de reojo el protagonismo del ex secretario de Gobernación, quien caminaba insistentemente entre las mesas, fotografiándose con los comensales, recibiendo peticiones, asumiendo un rol de candidato.


Parecía que el alcalde capitalino recordaba sus palabras de días atrás en el sentido de que no es un “delfín”, ni un “abrepuertas”. Sólo observaba y de vez en cuando tomaba sorbos de refresco. Después volvía a deliberar con el delegado del CEN de su partido.


Los diputados priistas de la actual legislatura hicieron fila para saludar al gobernador, conformaron una pasarela a modo de despedida. Muchos de ellos nunca figuraron por sus propuestas legislativas, sin embargo, en la expresión de su rostro había un dejo de satisfacción al haber cumplido como mayoría.
Casi al final de la comida, Mario Marín dejó su lugar junto a Blanca Alcalá. Acompañado de López Zavala se acercó a la cargada. Rocío García Olmedo se sentó junto a Alcalá, juntas recibieron felicitaciones y terminaron sus platillos.


La comida circulaba en cantidades masivas, no se escatimaron ni la comida, ni los refrescos, ni las cervezas claras, ni el brandy en las mesas. El gabinete zavalista convivía con los monteristas, cuyo líder moral brilló por su ausencia.


Alejandro Armenta y Darío Carmona sonreían ante el paso del coordinador del Voto priista, el resto de los titulares de dependencias entre ellos Javier García Ramírez y Gerardo Pérez Salazar, veían desde lejos y con recelo al coordinador del “Proyecto Z”. El festejo terminó con un baile popular pero el aparato prisita ahí reunido mostró que prepara fuerzas para la próxima elección.

 


Blanca Alcalá, alcaldesa capitalina electa fue objeto de las salutaciones y los abrazos de caguamo pero Mario Marín no hizo alusión alguna a su persona. En este acto de los priistas poblanos, atrás, muy atrás quedó la referencia que Beatriz Paredes —lideresa nacional del PRI— hizo de Alcalá Ruiz, calificándola como una de las nuevas “caudillas” del PRI y apuntándola en la carrera por la gubernatura.


En la mesa principal, Blanca Alcalá se sentó a la derecha de Marín. El mandatario tuvo a su lado izquierdo a Valentín Meneses Rojas y casi al final de la mesa se pudo ver a Javier López Zavala, cercano a Julieta Marín.

 

 

 


 
 
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