Apuesta Hillary por triunfo holgado


Confía Obama sumar suficientes votos para ser candidato a la Casa Blanca


Alberto Armendáriz / Agencia Reforma


Después de un paréntesis de seis semanas, los demócratas vuelven hoy a las urnas en la elección primaria del estado de Pensilvania, a donde se traslada la feroz batalla que libran los senadores Hillary Clinton y Barack Obama por quedarse con la candidatura presidencial de este partido.


Obama pronosticó ayer un triunfo en estos comicios para la ex Primera Dama, pero aseguró que el margen será estrecho y que él se alzará al final con la nominación.


"Puedo predecir que (el resultado) será ajustado y que nos irá mucho mejor de lo que la gente espera", señaló el senador afroamericano de Illinois a una radio de Pittsburgh.


Clinton disfruta de una considerable ventaja en las encuestas respecto a Obama, si bien ésta se redujo en más de diez puntos desde el mes pasado. Un sondeo de Zogby ubicó este fin de semana a la senadora de Nueva York con el 48 por ciento de las preferencias, frente al 42 por ciento de Obama, mientras que otro estudio, de la Universidad de Quinnipiac, colocó a Clinton al frente con el 51 por ciento y a Obama con el 44 por ciento.


Pensilvania, el más importante de los diez estados que quedan por celebrar primarias y donde están en juego 188 delegados a la convención del Partido Demócrata, posee una población más proclive a Clinton: una amplia clase obrera blanca, de una media de más de 50 años, con un bajo nivel educativo.


Además, la ex Primera Dama tiene fuertes vínculos personales con el estado, ya que su familia es de Scranton, donde su abuelo trabajó en una fábrica textil.


En elecciones presidenciales recientes las primarias en Pensilvania no habían generado tanto interés, ya que para cuando se celebraban, cerca del verano, cuando tienen lugar las convenciones Demócrata y Republicana, donde los delegados de todo el país eligen a los candidatos a la Casa Blanca, los favoritos ya habían despuntado claramente. Pero este año la pelea entre Obama y Clinton ha sido tan cerrada, que cada voto en primarias cuenta y la pelea es delegado por delegado.


Por esto, en los días previos a la elección han arreciado los ataques entre los demócratas. La campaña de Clinton lanzó este fin de semana un polémico anuncio televisivo en el que se ven imágenes de la Gran Depresión, el ataque a Pearl Harbor, la cara de Osama Bin Laden y el huracán Katrina, mientras una voz en off pregunta: "¿Quién cree que tiene lo que se requiere para ser Presidente?", en una directa alusión a la novatez política de Obama.


El equipo de Obama criticó que Clinton apele al miedo para derrotar el mensaje de esperanza de su rival.


"Es irónico que tome prestadas las tácticas del Presidente (George W. Bush) en su propia campaña e invoque a Bin Laden para ganar puntos políticos. Ya tenemos un Presidente que juega la política del miedo, no necesitamos otro", respondió Bill Burton, vocero de la campaña de Obama.


Obama ostenta todavía el mayor número de delegados que decidirán la nominación, así como de votos populares. Además, según una encuesta del diario USA Today a nivel nacional, el 50 por ciento de los demócratas prefiere a Obama frente a Clinton, quien sólo alcanza el 40 por ciento de las simpatías.


 
 
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