Ofrece Raúl eficiencia y anular prohibiciones
Califica el Presidente de efectiva y viable la pequeña iniciativa privada
Yolanda Martínez / Agencia Reforma
En su primer discurso como Presidente electo de Cuba, Raúl Castro dio prioridad ayer la satisfacción de las necesidades básicas de la población, la eliminación de prohibiciones y la reducción del aparato administrativo.
"Es una prioridad satisfacer las necesidades básicas de la población, tanto materiales como espirituales, partiendo de la recuperación de la economía nacional y su base productiva", anunció.
Ante los más de 500 diputados que asistieron a la sesión constitutiva del nuevo Parlamento, Raúl exhortó a trabajar con eficiencia para incrementar la producción nacional y su calidad.
Adelantó una reestructuración de la administración con una reducción de los organismos estatales que aumente la eficiencia de la gestión gubernamental.
"Hoy se requiere una estructura más compacta y funcional, con menor número de organismos de la administración central del Estado y una mejor distribución de las funciones que cumple", dijo.
Anunció que el ritmo de las soluciones irá marcado por la disponibilidad de recursos y el análisis colegiado de las dificultades.
Explicó que existen cuestiones cuyo estudio exige más tiempo porque la improvisación, o la prisa pueden conducir a errores de graves consecuencias.
"En los casos que sea necesario, previa consulta directa a los ciudadanos del sector que corresponda e incluso a todo el pueblo, si fuera un asunto de gran trascendencia", aseguró.
Uno de los problemas más complejos que sufre Cuba es el uso de la doble moneda.
Contemplando una futura unificación, Raúl explicó que estudia una reevaluación gradual del peso cubano, en el cual paga el Estado los salarios a la población, y cuyo valor adquisitivo es hoy 24 veces inferior al cuc, la divisa local en la que deben comprar casi todo.
Definió como "un objetivo estratégico" que el salario recupere el poder adquisitivo que perdió en los 90, para que el nivel de vida de cada cubano se corresponda con la importancia y calidad del trabajo que aporta.
"Estas cuestiones son sensibles y complejas, pues en nuestro caso existe la firme voluntad de proteger e ir incrementando los ingresos y ahorros de la población, en especial de quienes reciben menos", señaló.
No obstante, apuntó que cualquier cambio debe hacerse con un enfoque integral, que contemple el sistema salarial, las gratuidades y los "millonarios subsidios" estatales que, según dijo, en las actuales condiciones resultan irracionales e insostenibles.
Informó además que se suprimirá pronto el exceso de prohibiciones que ha llevado a la sociedad isleña a cometer todo tipo de ilegalidades para resolver sus necesidades. Las más sencillas, precisó, desaparecerán en las próximas semanas.
"Algunas de esas prohibiciones tomará más tiempo deshacerlas, pues requieren de análisis más profundos por sus implicaciones, pues se adoptaron (…) en base a las presiones y medidas que impone la hostilidad del Gobierno de Estados Unidos", explicó.
Y haciéndose eco de la esperanza de apertura a la pequeña iniciativa privada, Raúl la calificó de efectiva y viable en muchas cuestiones, poniendo como ejemplo la distribución directa de la leche que en los últimos meses de 2007 mejoró el servicio y permitió ahorrar más de 30 millones de dólares al reducir la importación de seis mil toneladas.
"Hay que continuar pensando en soluciones similares", concluyó.
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