Regresa la oveja negra del marinismo


CRÓNICA

El nuevo líder del PRI en la capital olvida sus palabras y se entrega a la burbuja en el poder


Valentín Meneses Rojas se negó a estrechar la mano del recién ungido y abandonó la sesión extraordinaria de la Comisión Política Municipal.


Selene Ríos Andraca / Efraín Núñez Calderón

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Un montaje hipócrita fue el escenario para la toma de protesta de Carlos Meza Viveros como presidente del PRI municipal en Puebla. Los marinistas olvidaron las críticas que el bartlista vertió en su contra y un Meza afónico se entregó a los brazos de la burbuja en el poder para agradecer el puestecito.


Todos los priistas-marinistas-zavalistas-blanquistas y demás adornaron el montaje de la hipocresía en el auditorio de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), todos, excepto el ex líder estatal del PRI, Valentín Meneses Rojas, quien se negó a estrechar la mano del recién ungido y abandonó la sesión extraordinaria de la Comisión Política Municipal.


Ni siquiera Javier López Zavala, titular de la Secretaría de Desarrollo Social, se atrevió a confrontar a Carlos Meza, quien el pasado 28 de marzo lo señaló como el delfín de Mario Marín Torres rumbo al 2010 y lo acusó de andar presumiendo el apoyo incondicional de 23 diputados del PRI para la gubernatura.


En el olvido y en unas hojas de Cambio quedaron las fuertes críticas del hijo predilecto de Manuel Bartlett. Ayer, Carlos Meza y sus ojos verdes desaprovecharon la oportunidad para reventar contra la burbuja marinista como lo hiciera el pasado 5 de marzo; al contrario, ensalzó la labor de Mario Marín al frente del gobierno y el triunfo electoral de Blanca Alcalá Ruiz.


Y jamás mencionó a la pipitilla que integra la burbuja marinista. Ni exigió el respeto a las bases ni expresó su desprecio a una imposición del gobernador sobre el sucesor. Nada. Ni una señal de vida del priista más crítico de los últimos meses.
La muerte del priista crítico se confirmó en el momento en que levantó la mano para jurar que respetará y hará cumplir los estatutos  y programas de acción del PRI.


La escena más triste de la tarde, aderezada con ese dulce olor a muerte. Y todos los presentes cocinándose al fuego lento de la multitud y del fuego que un día tuvieron las palabras del difunto que celebraba la fiesta más grande de sus últimos años. 


Desde el más allá, el cadáver de Carlos Meza juró lealtad al priismo y al primer priista en la entidad y en la capital, Mario Marín y Blanca Alcalá.


El único que recordaba cada una de las palabras de Carlos Meza era Valentín Meneses, y es que su rostro no ocultaba su inconformidad, su molestia, su impotencia y su confusión. Poco le faltó al secretario de Comunicaciones y Transportes vomitarse sobre el ex secretario de Gobernación y sobre todos los que aplaudían.


Meneses Rojas, quien en su papel de líder del PRI en el estado, se vio obligado a responderle a Carlos Meza y no fue amable, ni complaciente. Fue duro, le recordó los beneficios que ha obtenido gracias al ex partidazo: “Nunca se acercó a la base (Carlos Meza). No tiene sustento, no tiene fundamento. No ha estado en el PRI, no ha hecho trabajo político, ha estado en las élites, es un abogado próspero. No ha trabajado como delegado, como secretario.”


Y como nunca olvidará que Carlos Meza lo acusó públicamente de ser un ignorante, cuyo mayor logro es el compadrazgo con Marín, Meneses Rojas se puso de pie justo cuando el notario terminaba su discurso y levantó la mano haciendo un ademán exagerado y sarcástico por las palabras del nuevo líder en la capital poblana.


Carlos Meza saludaba a cada uno de los integrantes de la mesa del presidium. A todos abrazaba y de pronto, estaba de frente a Javier López Zavala. Cara a cara. Delfín y oportunista. Ambos se fundieron en un abrazo e intercambiaron halagos.
A dos personas se encontraba Valentín. Apretando los puños, haciendo muecas y de pronto, desapareció.


Cuando Carlos Meza llegó al lugar donde estaba Meneses Rojas, el titular de la SCT estaba a 10 pasos de distancia, cruzando el auditorio de la CTM a pasos largos, empujando a los acarreados y haciéndose espacio entre las grabadoras. —¿Qué piensa del arribo al PRI municipal de quien lo tachó de ignorante y de no haber terminado su carrera?— se le preguntó a Meneses justo debajo de la enorme pantalla


—Eso queda en el pasado, formidable elección de nuestras bases a favor de un hombre que como lo ha dicho en su mensaje va luchar por el éxito de su partido. Eso ya quedó en el pasado, lo mejor por venir.


—¿Puede Carlos Meza convocar a la unidad?


—Si puede, si puede. —Contestó escuetamente y visiblemente molesto mientras abandonaba el auditorio de la CTM. 


En el hediondo ambiente del auditorio se quedaron flotando las palabras de Carlos Meza: “Valentín es un inculto, impreparado, no tiene profesión; él quiso ser notario, sus papeles eran apócrifos y no tiene título”.


Y el delfín del gobernador ahí se quedó para disfrutar la unción de quien hace cuatro meses era su dolor de cabeza: “Me parece una buena elección y en lo que le pueda ayudar lo haré”. Otro marinista-zavalista-oportunista a la lista. Un muerto más del sexenio de Marín con nuevo cargo. Otro perdonado del poder político.

 


 
 
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