Juárez Acevedo se aferra al cargo


Vira la espalda contra sus aliados y pide la cancelación del registro de Plataforma Cuatro


El presidente de la CAIP asegura que no renunciará. Jura que el gobernador Mario Marín Torres no lo protege. Deja entrever que se trata de una conjura en su contra. Acusa al IFE de carecer de información para dilapidarlo. Amaga con acudir a tribunales federales


Selene Ríos Andraca

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No renunciaré, afirma tajantemente Antonio Juárez Acevedo, aunque el presidente del Congreso José Othón Bailleres Carriles se lo haya pedido por pura dignidad. El presidente de la Comisión para el Acceso a la Información Pública pretende salvarse con un tecnicismo jurídico: El Instituto Federal Electoral (IFE) no tiene el acta de la Convención por la cual supuestamente fue electo secretario general de la agrupación política nacional Plataforma Cuatro.


Pero Juárez Acevedo está al acecho: Si el IFE no entrega a través de vías legales a él o al Congreso el acta de la Convención de su nombramiento como secretario general, el comisionado presidente recurrirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para solicitar un juicio por los derechos políticos y civiles.


En una improvisada rueda de prensa, Juárez Acevedo exhorta a los diputados del PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza a que no estén nerviosos, porque ésta no es una batalla por la dignidad, sino por el derecho.


“El Congreso tiene los elementos, si los tiene que me destituya, pero no me destituye porque no tiene los elementos (…) Pero tienen que apelar al derecho. Los diputados no pueden exigir algo fuera de la ley.”


Eso no es todo. Antonio Juárez se vuelve en contra de sus propios aliados, sí en contra de su amigo Marco Tulio Zárate, quien en septiembre del año pasado metió las manos al fuego por el comisionado. Sí, el mismo que lo recomendó ante el Congreso para el cargo de comisionado. Hoy, Juárez Acevedo clava un puñal en la espalda de su aliado y confiesa que ha pedido al IFE que le retire el registro a Plataforma Cuatro por utilizar su nombre sin su consentimiento.


Juárez Acevedo dice que no se irá.


Asegura que no renunciará. Jura que el gobernador Mario Marín Torres no lo protege. Deja entrever que se trata de una conjura en su contra. Acusa al IFE de carecer de información para dilapidarlo. Amaga con acudir a tribunales federales. Y reitera que no se irá.


Entrevistado al término de una sesión pública de la Comisión para el Acceso a la Información Pública, Juárez Acevedo habla por primera vez de su escándalo y de su estrategia jurídica para defenderse y para demostrar que su nombramiento como comisionado no fue ilegal.


Después de que Cambio publicara el pasado 24 de septiembre de 2007, un certificado del IFE que constata que hasta agosto de ese mismo año, según los archivos del organismo, Juárez Acevedo está registrado como secretario general de Plataforma Cuatro, el comisionado no había dado más que tres entrevistas de su caso.


Esta vez, Antonio Juárez ya no negó sus nexos con Plataforma Cuatro, ni argumentó que se trataba de una asociación política. Esta vez, Antonio Juárez lanza advertencias de ampararse ante tribunales federales y critica al IFE por carecer de la información que sustente que fungió como secretario general de Plataforma Cuatro.


Sentado en el salón de plenos, el comisionado presidente presenta públicamente su expediente de defensa, pero no deja que ningún reportero lo toque ni accede a brindar fotocopias: “Sólo obsérvelo y si quieren, se los leo”.


Sobre la copia de la Asamblea Nacional de Plataforma Cuatro celebrada en Veracruz y firmada por Juárez Acevedo como secretario de la misma, publicada por El Sol de Puebla el pasado lunes, el comisionado responde: “Ese documento es irrelevante”.


Pero reconoce que el documento es verídico y cuenta que él mismo lo presentó ante el Congreso y la Contraloría del estado como prueba a su favor.


“Uno de los tres documentos ya obra en poder del Congreso, no sé cuál es la sorpresa, yo mismo lo presenté.”


Y desenvaina de su sapiencia jurídica su tecnicismo jurídico para defenderse:


“El impedimento jurídico es ser dirigente de una asociación política y la única vía para serlo es a partir de una elección de acuerdo a los estatutos, no hay ningún documento público o privado, firmado por notarios, que me pueda hacer dirigente de una asociación política, no puedo serlo de facto. Estos documentos son la declaración de principios y los estatutos de Plataforma Cuatro. El 24 de septiembre se detona en el medio de la señorita que dice lo siguiente: ‘Fotocopias en 82 fojas corresponden a Plataforma Cuatro. La única manera de elegir es mediante la Convención Nacional’. No hay otra vía, el único documento que me puede acreditar como dirigente es la de la asamblea, esa acta no existe. Pero no como lo dice Cambio, sino porque jamás fui electo secretario o presidente.”


Ligeramente nervioso, Antonio Juárez narra ante las grabadoras y “en especial ante la televisión” que el pasado 2 de octubre le requirió a la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos “lo que parecería un suicidio”:


“Copia certificada de la convención nacional, el acta, la lista de asistencia y los nombramientos en que conste que me eligieron el secretario general”, información que hasta el momento no se le ha entregado.


Y ante la negativa del IFE de entregarle la mencionada información, el comisionado presidente expidió en una misiva el pasado 8 de abril una declaratoria “de que no soy ni fui secretario general de agrupación alguna y en consecuencia, la cancelación del registro de la agrupación. Y eso fue hace tres meses y el Congreso también lo pidió”.


Y cuestiona: “¿Por qué estos documentos que circulan los tienen los medios y no yo, ni el Congreso? Esos documentos son de la Dirección de Prerrogativas y los filtran ¿Por qué no me contestan?”


Y amenaza: “Ante una respuesta desfavorable, acudiré al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a través de un juicio de derechos políticos.”


—¿Por qué firmaste como secretario en una Convención en Veracruz, si no estabas electo como tal?— se le preguntó al comisionado.


—Es irrelevante, el documento oficial es el acta de la Convención Nacional.
—¿Pero fungiste como secretario?


—No se puede ser de facto, necesita ser acreditado por el IFE, pero estos documentos circulan en los medios porque no tienen forma de responderme.


—¿A quién le interesa fomentar esta crisis?


—Yo no tengo una crisis, la tiene el IFE. Yo no.


—¿Quién quiere afectar a Antonio Juárez?


—Eso deberían de preguntárselos ustedes. A quién le interese desprestigiarme, a la gente que tiene estos documentos para qué se los presenta a El Sol de Puebla. Los primeros documentos ¿por qué los liberan el día de la Semana de la Transparencia y por qué ahora cuando se discute la aprobación a la ley?


—El PAN y el PRI ya pidieron su renuncia.


—Eso que lo acrediten.


—¿No convendría dejar el cargo por el bien de la transparencia?


—Creo que hay una certidumbre total, el único que tiene un problema es el IFE y ya corresponderá a los magistrados federales resolver el asunto.


—El PRI, PAN, Panal y el PRD apelan a tu “dignidad” para que presentes tu renuncia.


—El Congreso tiene los elementos, si los tiene que me destituya, pero no me destituye porque no tiene los elementos.
—Por eso están apelando a tu dignidad.


—Pero tienen que apelar al derecho. Los diputados no pueden exigir algo fuera de la ley.


—¿Entonces usted no se va?


—Sólo el Congreso me lo puede pedir y a través de una resolución y previa resolución del IFE y en su caso, previa al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, vía juicio de derechos civiles y políticos.


—¿Hay una conjura en su contra?


—Yo no soy víctima de nada. Yo sigo trabajando. Si en el Congreso están inquietos, que ellos lo resuelvan.


—¿Te protege el gobernador?


—No lo creo.

 


 
 
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