Los delfines no llegarán muy lejos: Enrique Doger


El ex presidente municipal elude dar el nombre del elegido para no cometer un “delfinicidio”


Con un gran ventanal desde donde luce la ciudad de Puebla, Doger Guerrero mantiene su línea crítica hacia la política y sus actores poblanos. Durante la entrevista, el polémico ex alcalde se mofa del delfín marinista y confía en que Mario Marín siga el ejemplo de su antecesor en el sentido de no meter las manos en el proceso interno del PRI para el 2010


Selene Ríos Andraca / Héctor Hugo Cruz Salazar

 

Casi un mes después de abandonar la Presidencia Municipal de Puebla, Enrique Doger Guerrero se ha vuelto un experto oceanógrafo y es que para él la fauna política de Puebla se reduce a la existencia de delfines que no llegarán muy lejos, refiriéndose al proceso sucesorio de 2010, en el que los aspirantes priistas a la candidatura no tendrán que preguntarse si quieren, sino si pueden, afirma el polémico ex alcalde.


En sus oficinas de Teziutlán número 40, en las que próximamente se lanzará la asociación civil y académica con la que trabajará en los próximos años, el polémico ex munícipe se muestra incisivo: “Yo diría que dejan mucho que desear, por los ataques y por la concepción de que hay un candidato favorito. Los candidatos favoritos nos hacen perder. Cuando el PRI elige a sus favoritos, al de la cúpula, al de la nomenclatura, pierde.”


Cuestionado sobre quién podría ser ese favorito del que tanto se habla en el círculo rojo, Enrique Doger elude mencionar nombres para no cometer un delfinicidio, pero afirma que la principal obligación de Mario Marín Torres es mantener la unidad y actuar sin filias y sin fobias, siguiendo el ejemplo de su antecesor Melquiades Morales Flores.


Respecto a la eventual llegada de Alejandro Armenta Mier a la dirigencia del PRI, Doger mantiene la misma idea: “Su principal reto es ser objetivo, porque si llega a hacerle la chamba al delfín, es decir si llega a ponerle la alberca al delfín, entonces estamos mal.”


Uno de los principales problemas con los que se enfrentará Armenta en caso de que llegue a la dirigencia del PRI, comentó Doger, es la tentación de creer que el tricolor ganará en el 2009 y en el 2010 sin importar el perfil de sus candidatos.


“Hay la tentación de creer que con cualquiera gana el PRI, y ya otro partido demostró que no se gana con un burro. Esas simplificaciones son equivocadas, son falsas lecturas de una realidad cambiante. Tanto que en el 2006, el PRI sufrió derrota estrepitosa y en año y meses ganamos todo. En año y meses todo cambió, así es el elector premia y castiga.”


Vestido casual, sin su clásico traje oscuro, Enrique Doger felicitó a Carlos Meza por hacer público su encuentro con “el elegido” y se mofó de aquel priista que pulula en la clase política presumiendo el apadrinamiento del gobernador y ofreciendo cargos para la próxima administración estatal: “Es normal, hay muchos que basan sus campañas en zanahorias. Abren su cajón y está lleno de zanahorias, y depende el político, el tamaño de las zanahorias.”


Fiel a su estilo, Enrique Doger evadió todas las preguntas sobre sus aspiraciones políticas, al tiempo de aclarar que él en ningún momento ha levantado la mano para sumarse a la fila de los aspirantes a la candidatura: “Aún no es tiempo” señaló el ex alcalde.


Irónico, como es, el ex rector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) enfatizó que él no quiere ser delfín de nadie: “Yo no quiero ser delfín. No tengo aletas. Está muy lejos todavía. Falta que pasen muchas cosas (…) Ahora a mí se me incluye porque la mayoría de los gobernadores han sido presidentes municipales, y hay muchos ejemplos: Colima, Tlaxcala, Colima, Coahuila, Guerrero, Puebla, Chihuahua, Tamaulipas. También Puebla (capital) aglutina casi 30 por ciento del electorado.


Enrique Doger puso todas las barreras para evadir las preguntas sobre sus aspiraciones políticas y aunque en ningún momento dijo sí o no, el ex alcalde comentó: “Yo no he dicho y todavía no he dicho y ya veremos cuando digo. A lo mejor nunca lo digo.”


A casi un mes de dejar el Palacio Municipal, Enrique Doger asegura que los ataques de los que ha sido objeto no han sido tan fuertes como los esperaba.


“En Puebla la política se ha reducido a adjetivos, hasta ahora no he visto un análisis del gobierno que presidí, sobre los impactos de mis obras. Todo lo que dicen de mí son adjetivos: Doger es berrinchudo, Doger es peleonero, Doger no se lleva con el gobernador, Doger esto... todo adjetivos, pero no un análisis de fondo.”


—Decía que los ataques no son como los esperaba, ¿qué esperaba?— se le preguntó a Enrique Doger.


—Los esperaba más fuerte, más agresiones. Qué bueno que no están así, porque además no hay de dónde atacar. En Puebla la política se ha reducido a adjetivos, hasta ahora no he visto un análisis del gobierno que presidí, sobre los impactos de mi obras.

 

Todo lo que dicen de mí son adjetivos: Doger es berrinchudo, Doger es peleonero, Doger no se lleva con el gobernador, Doger esto... todos adjetivos, pero no un análisis de fondo. Me deja satisfecho que hace tres años la ciudad no tenía 10 puentes, pero funcionan, y me los han criticado, pero funcionan. Hace tres años había 10 mil analfabetas más, y nosotros los alfabetizamos. Yo creo que habrá una campaña de desprestigio de parte de los partidos pequeños, de los partidos satélites. Hay un intento desesperado de bajar mi posicionamiento para que los delfinitos lleguen, se aproximen.


—¿Ya hay un delfín?
—El gran problema de los delfines es que son delfines de Valsequillo y el agua está contaminada. No llegarán muy lejos.
—Decía Carlos Meza que ya hay un elegido, que se reunió con él...
—Leí a Carlos Meza, quisiera felicitarlo además de ser un gran abogado tiene un gran valor político y poner eso en blanco y negro requiere de un gran valor. El PRI no lo puede ignorar, él es un gran militante.
—¿Cómo ve que se están repartiendo los cargos?
—Es normal, hay muchos que basan sus campañas en zanahorias. Abren su cajón y está lleno de zanahorias, y depende el político, el tamaño de las zanahorias...
—¿Usted de quién cree que está hablando Carlos Meza?
—No sé, eso habría que preguntárselo a Carlitos. Yo para no equivocarme y no cometer un delfinicidio mejor no digo nada.
—¿Es poblano de quien hablan?
—Hay poblanos de todo tipo.
—¿Cuándo va a decir Enrique Doger si quiere o no quiere la candidatura?
—Yo no lo he dicho.
—Se le incluye, aunque...
—Aunque no soy del delfinario.
—Siempre se le incluye, aunque no haya levantado la mano.
—Hasta donde sé, quienes han manifestado sus intenciones son Alberto Amador Leal, Víctor Hugo Islas, Javier López Zavala, Jorge Stefan Chidiac, Jesús Morales. Yo lo veo bien, significa que el PRI tiene muchos cuadros. Ahora el querer no basta, ¿quién puede? ¿Quién puede participar en una contienda que será reñida?
—¿Usted quiere?
—La pregunta es si estamos fomentando la unidad en el partido. Yo diría que dejan mucho que desear, por los ataques y por la concepción de que hay un candidato favorito. Los candidatos favoritos nos hacen perder. Cuando el PRI elige a sus favoritos, al de la cúpula, al de la nomenclatura, pierde. Lo mismo pasa en otros partidos, ahí está Acción Nacional, con mucho respeto a la militancia panista, en la elección pasada eligieron al candidato de la cúpula y no a la candidata con la que podían ganar. Ahí están los resultados, y espero que ese tipo de lecciones las tome en cuenta mi partido, las vaya asimilando. Se rumoran cambios de dirigencia, yo recuerdo que Valentín Meneses dijo que se quedaría cuatro años, habrá que ver quién llega...


—Armenta.
—Él es un joven talentoso, de las confianzas del gobernador, ha sido presidente municipal de Acatzingo, buen secretario, diputado local. Su reto será conducir al partido en un proceso de unidad para las elecciones de 2009 y en segundo, ser objetivos porque si llega a hacerle la chamba al delfín, es decir si llega a ponerle la alberca al delfín, entonces estamos mal. Es una pésima señal. Si llega a trabajar por el partido, sin favoritismos, hará una buena presidencia. Pero si llega a arreglarle el camino al predestinado, entonces, estamos mal.


—¿No le parece un mal mensaje que vaya Armenta?, es uno de los más zavalistas.
—No podría decirlo. Es un político respetable, trabajamos juntos. Mal haría él si quiere tratar de incidir, y mal haría cualquiera. Debe ser equitativo, yo lo he señalado en que la clave del triunfo está en un proceso transparente.
—¿Usted quiere o no?
—Yo no quiero ser delfín. No tengo aletas. Está muy lejos todavía. Falta que pasen muchas cosas, yo creo que si el PRI tiene una derrota catastrófica en el 2009, aunque no creo… Ahora a mí se me incluye porque la mayoría de los gobernadores han sido presidentes municipales, y hay muchos ejemplos: Colima, Tlaxcala, Colima, Coahuila, Guerrero, Puebla, Chihuahua, Tamaulipas. También Puebla (capital) aglutina casi 30 por ciento del electorado.
—¿Por eso lo incluyen?
—Me imagino, yo no he dicho y todavía no he dicho y ya veremos cuando digo. A lo mejor nunca lo digo...
—Ya lo dijo.
—No para nada. Mira siempre hay muchos que levantan las manos, en el proceso pasado había 10 precandidatos, entre ellos Mario Marín y sólo dos o tres con capacidad de triunfo.
—¿Hay condiciones para un proceso transparente?
—Yo sí creo en procesos democráticos. Para el proceso del PRI lo más importante es la unidad, y elegir a los candidatos que la gente acepte, porque hay candidatos de cúpula, que se mueven en los palacios como pez en el agua.
—¿Hay condiciones de que sea distinto?
—Será una de las responsabilidades del dirigente del partido. Y por supuesto de los actores políticos. Si hay dados cargados se fomenta la división. Hace tres años, Marín era el que estaba mejor posicionado y por eso ganó. Eso suena muy bonito, pero en realidad pasan otras cosas. Si alguien desde el gabinete utiliza recursos para promoverse, utiliza recursos para comprar conciencias estará pervirtiendo el proceso y cometiendo un delito.
—¿Cuál es el papel del gobernador?
—Político experimentado, su principal compromiso mantener la unidad del partido. Y poderle dejar la estafeta a alguien de su partido. A quien el partido elija, y él será, espero, respetuoso del proceso, él exigió que no hubiera intromisiones externas y por eso él fue. Él aplicará lo mismo que exigió cuando fue candidato, eso sería lo congruente. Confío en que actuará sin filias ni fobias, pues dejará que el partido en un ambiente de unidad nomine a sus candidatos en 2009 y 2010. Además el papel fundamental es hacer un buen gobierno, para que la gente no le chifle a sus candidatos.
—La soberbia del triunfo pasado, ¿podría llevar al PRI a elegir a quienes ellos quieran y no al que pudiera ganar?
—Hay la tentación de creer que con cualquiera gana el PRI, y ya otro partido demostró que no se gana con un burro. Esas simplificaciones son equivocadas, son falsas lecturas de una realidad cambiante. Tanto que en el 2006, el PRI sufrió derrota estrepitosa y en año y meses ganamos todo. En año y meses todo cambió, así es el elector premia y castiga.

 


 
 
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