Un brindis por el informe morenovallista


—crónica—


En petit comité se reunieron para celebrar con Rafael Moreno Valle, Germán Martínez y Javier Lozano Alarcón. El líder nacional del PAN brindó por el éxito del senador panista


Yonadab Cabrera Cruz

Notas Relevantes

Fue la coronación del rey panista

Moreno Valle no respetó las reglas: Anatere

Anatere se fue, pero nadie se dio cuenta

EL CEN podría designar a los candidatos: Martínez

Doger solventó todas sus observaciones

Juárez Acevedo hace análisis de grafoscopía

Moreno Valle impone su fuerza en el PAN

Notas Anteriores

 

En la mesa tres del restaurante La Conjura, ante un ambiente bohemio; la iluminación tenue, rodeado de muros de roca, que oscurecen el lugar, música clásica, y sçolo con los amigos más cercanos, Germán Martínez, líder nacional del PAN, levantó su vaso y brindó por Puebla, por Rafael Moreno Valle y el éxito de su informe.


Germán Martínez, en medio de Rafael Moreno Valle y de Javier Lozano Alarcón, sosteniendo con su mano derecha la bebida que le preparó especialmente el papá de Moreno Valle, girando la cabeza de derecha a izquierda, con una tenue sonrisa brindó por el éxito del expriista, festejó su informe de labores y después las risas de felicidad se extendieron por toda La Conjura.


Después del informe de labores de los legisladores panistas, y con la frase: son muchos los llamados, pero pocos los elegidos, de inmediato se trasladaron al Centro Histórico: Rafael Moreno Valle, Germán Martínez, Javier Lozano Alarcón, Rafael Micalco y hasta su inseparable amigo, Cabalán Macari, llegó al festejo.


Mientras Germán Martínez explicaba a las damas presentes que gobernar a los panistas es fácil pero inútil. Así como les comentaba las bondades que le ha dejado al partido el hecho de que haya en la República mexicana seis gobernadores panistas. Del lado de la barra, el papá de Rafael Moreno Valle intentaba impresionar al líder albiazul.


Se apropió de la barra, “adelante Rafa, ésta es tu casa”, le mencionó en tono cortés el dueño de La Conjura, lo pasó a la zona del barman, y le dijo “es toda tuya”. De inmediato el progenitor del senador albiazul tomó un ron Zacapa de la cosecha de 1993, lo sirvió en tres vasos repletos de hielo, lo revolvió y posteriormente les puso coca- cola.


En ese instante llegó Cabalán Macari y su esposa, quien amablemente se ofreció a llevar una de las bebidas, mientras que su metrosexual marido preguntaba: “¿y ahora Rafa, ya le tumbaste el trabajo a nuestros amigos?”


—Sí, ya soy el muevo barman. Sçolo estoy preparando unas bebidas para nuestros amigos, en eso, un mesero les cortó la plática al pedir un caballito de Centenario de Plata. De inmediato ambos señores corrieron al rincón bohemio de Moreno Valle a brindar por su éxito.


Alrededor de una hora, La Conjura se convirtió en el brindis del bohemio, del aliento a Rafael Moreno Valle. Los primeros en abandonar el restaurante fueron Rafael Micalco Méndez, quien se negó a toda costa en ser fotografiado a lado del senador y del líder nacional del PAN.


A Micalco lo secundó Lozano Alarcón, quien le dijo al dirigente estatal del PAN: “Entonces espero tu llamada la próxima semana, y vemos qué hacemos, nos reunimos”, a lo que Micalco sólo asentó la cabeza.


Ambos panistas fueron escolatdos hasta sus camionetas por Rafael Moreno Valle.

 

—¿A qué se debe la comida y porque no fueron invitados el resto de los legisladores? —se le preguntó al senador.

 

—Nada más es una comidita, sólo eso. En la mañana desayunó con Humberto, entonces hay que equilibrar las cosas.

 

 

 

 

 

Copyright 2008 / Todos los derechos reservados para M.N Cambio /


 
 
Todos los Columnistas