Juárez Acevedo evade preguntas y enmudece

Como es su costumbre, se rehusó a aclarar su situación

Sólo se dedicó a responder a diestra y siniestra que la investigación está en el Congreso de estado, que son los diputados quienes determinarán su estadía en esta comisión, por lo que a él no le merece ninguna opinión

Yonadab Cabrera Cruz

Antonio Juárez Acevedo se niega a hablar de su destitución como presidente de la Comisión de Acceso a la Información de Puebla (CAIP), para él todo el procedimiento se encuentra en manos del Congreso del estado, situación que no le merece ninguna opinión, a pesar de que los diputados locales lo están investigando por haberle mentido a la LVI Legislatura.

El aún presidente de la CAIP, asistió ayer a un evento de transparencia en la UAP, donde fue abordado por los reporteros. De inmediato iniciaron las preguntas sobre su salida de esta dependencia, sobre los documentos que avalan su pertenencia a una agrupación política y las razones por las que le mintió a la LVI Legislatura para ser el titular de la Comisión de Acceso a la Información de Puebla, pero como ya es su costumbre, enmudeció a todos estos cuestionamientos.

Sólo se dedicó a responder a diestra y siniestra que la investigación está en el Congreso de estado, que son los diputados quienes determinarán su estadía en esta comisión, por lo que a él no le merece ninguna opinión, a pesar de que se trata de una investigación en su contra y tendrá consecuencias directamente hacia él.

Conocedor de su destino, Juárez Acevedo se rehúsa a responder a los medios de comunicación sobre su pertenencia a la agrupación política Plataforma Cuatro, así como a los documentos del IFE que avalan que es integrante de este grupo, sobre la traición de su amigo Marco Tulio Zárate, quien también reconoció que es integrante de la organización.

—¿No cree que por vergüenza, dignidad y ética debería de dejar el cargo?— se le preguntó.
—No sé, la investigación está en el Congreso.
—¿Qué opinión le merece que su amigo Marco Tulio Zárate lo haya traicionado?
—Ninguna.
—El diputado Pablo Fernández del Campo reconoció que los documentos que envió el IFE son pruebas contundentes para su destitución.
—Gracias, ya no voy a hablar.

Y así, decenas de preguntas llegaban a los oídos de Juárez Acevedo, sin embargo, cada una de ellas fue ignorada y actuando como si los reporteros no existieran y no lo interrogaran, se dirigió con su asistente, saludó a varias personalidades de la UAP y del propio Congreso del estado, pero aplicó definitivamente la ley del hielo a los reporteros, quienes siguieron insistiendo hasta que el presidente de la CAIP huyó.

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