De las trece plazas donde habrá elecciones legislativas y municipales y sólo una elegirá gobernador, la agenda del conflicto le beneficia sólo al PAN y el dirigente perredista Jesús Zambrano acompaña de patiño al presidente panista Gustavo Madero.

En el mapa estratégico político electoral estaría así:

1.- La elección de gobernador en Baja California interesa al PAN, porque la obtuvo en 1989 vía concertacesión con el presidente Carlos Salinas de Gortari en 1989 y como pago al apoyo del PAN en la calificación de las polémicas elecciones presidenciales de 1988. Después de cuatro sexenios, el desgaste del PAN es alto y el PRI ha logrado una consolidación de la mano del polémico Jorge Hank Rhon. El último dato que circula en niveles político indica un intercambio de costos políticos: el enjuiciamiento del exgobernador tabasqueño Andrés Granier como agenda del PRD, a cambio de resultados respetados en BC.

2.- A nivel de plazas, de hecho sólo cuatro son conflictivas por agendas políticas colaterales: Baja California por el significado panista de haber sido la primera gubernatura, Veracruz por la influencia de Miguel Angel Yunes Linares en el PAN, la alcaldía de Puebla porque el candidato es pieza clave del gobernador aliancista Rafael Moreno Valle y la alcaldía de Oaxaca porque el candidato es panista y salió nada menos que de la regiduría de desarrollo social por su manejo político del gasto social.

3.- De las trece entidades en procesos electorales, diez gobiernos estatales están en poder del PRI: Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. Romper esa hegemonía a través de la estridencia y las denuncias mediáticas y no posicionamiento del voto debilitaría al PRI para las legislativas federales de 2015 y disminuiría posibilidades para las presidenciales del 2018.

4.- De las trece entidades en elecciones locales, Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas fueron recuperadas por el PRI y perdidas por la oposición, las dos primeras eran del PAN y la segunda del PRD. Tres fueron perdidas hace tres años por el PRI debido a la alianza PAN-PRD y chiquillería: Oaxaca, Puebla y Sinaloa. De ahí que la oposición quiera reposicionarse en las tres primeras y mantener posiciones en las segundas, con miras a las elecciones de gobernador en tres años.

5.- El PRI se mantiene fuerte en Tamaulipas y Veracruz, no tendría problemas para asegurar posiciones en las demás plazas y podría dar algunas sorpresas en las capitales de Oaxaca y Puebla y en algunos municipios de Sinaloa.

6.- Además de los casos especiales de Baja California, Oaxaca y Puebla, la verdadera pelea político-electoral se dará en las elecciones de diputados locales porque la mayoría legislativa para la oposición pondría en aprietos a los gobernadores priístas. Por tanto, las elecciones tienen escenarios locales.

7.- Baja California es especial para el PAN y no sólo por simbolizar la concertacesión salinista sino porque lanzó al panismo al escenario federal rompiendo la república priísta. La decisión de Salinas fue la de enviar como candidata priísta a una figura de desgaste, sin presencia local y menos nacional y fácilmente sacrificable. La aceptación de la derrota electoral en la elección de gobernador en 1989 fue anunciada por el entonces presidente nacional priísta Luis Donaldo Colosio y ocurrió antes del cierra de casillas, violando no sólo la ley sino dando la señal de que ya estaba negociada.

8.- La desesperación política del dirigente panista Gustavo Madero tiene una explicación: el PAN no sólo perdió la presidencia de la república luego de dos sexenios panistas, sino que cayó al tercer lugar en las elecciones presidenciales y en los últimos diez años ha perdido nada menos que nueve gubernaturas: Jalisco, Morelos, Tlaxcala, Aguascalientes, Querétaro, San Luis Potosí, Yucatán, Nuevo León y Chihuahua, plazas clave del conservadurismo político; y a ellas ha regresado el PRI. El PAN está en debacle.

9.- A la fecha, el PAN sólo puede acreditar tres gubernaturas propias: Baja California, Guanajuato y Sonora (con un ex priísta). Las otras cuatro fueron producto de alianzas con el PRD: Baja California Sur con un ex perredista y Puebla, Sinaloa y Oaxaca con ex priístas. De ellas, el PAN puede sentir como propia la de Puebla, porque en BCS y Oaxaca hay más inclinación al PRD y en Sinaloa el priísmo gobierna desde la oposición.

10.- En todas las plazas en disputa electoral, el PRD sólo tendría interés en Oaxaca, donde su fuerza es dominante sobre la del PAN, aunque el PAN impuso candidato a presidente municipal en la capital, y en Quintana Roo aunque dividido por disputas entre las tribus. De ahí que la presencia de Zambrano en la cruzada de Madero sea simbólica.

11.- Si las elecciones de este año no cambiarían el mapa político --salvo por el simbolismo de que el PAN perdiera a BC como su buque insignia con el que irrumpió en posiciones nacionales--, en realidad Madero se juegasu reelección en la presidencia del PAN que se votará a fin de año y por ello no ha vacilado en tomar como rehén al Pacto por México, a pesar de las bondades sólo posibles en función de acuerdos legislativos y no electorales.

12.- Por la estridencia der sus movimientos mediáticos de denuncia, Madero está buscando una concertacesión al estilo salinista con el gobierno federal priísta con el argumento de que pese a sus críticas él será la única garantía del PAN para mantener la viabilidad del Pacto más allá de julio. Pero hasta ahora no ha encontrado interlocutores en el PRI ni en Los Pinos, además de que las elecciones han dejado de depender del voluntarismo presidencial. De ahí que Madero haya optado por el escándalo y no el trabajo político.