La contaminación en el Relleno Sanitario de Chiltepeque por culpa de los lixiviados, que desataron la inconformidad de los vecinos de Santo Tomás Chautla en los últimos días, obedece a una omisión por parte de la empresa encargada del relleno, RESA SA de CV, desde hace más de dos años, pues el control de estos líquidos contaminantes fue una de las 15 observaciones que la Secretaría de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial (SSAOT), realizó a la empresa en noviembre de 2011 y que hasta la fecha no ha sido totalmente resuelto.
Así lo confirmó la presidenta de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Puebla, Verónica Mastretta, quien aunque no precisó los puntos que ya fueron resueltos, señaló que sólo cinco de las 15 observaciones que se hicieron hace más de dos años por el organismo federal han sido resueltos por la empresa que actualmente tiene la concesión del Relleno Sanitario.
Por ello, la regidora insistió en que la concesión que actualmente posee RESA debe ser revocada para dar oportunidad a otras empresas que mejoren las condiciones en las que actualmente se encuentra el depósito de residuos en Puebla, sin embargo señaló que aunque lo ha sugerido a lo largo de la administración, no ha recibido el apoyo de sus compañeros del Consejo del Organismo Operador del Servicio de Limpia, quienes han omitido las irregularidades de la empresa.
Advirtió que si RESA no cumple con las 15 observaciones que se realizaron en 2011 a más tardar en diciembre de este año, la empresa puede ser multada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por un millón 600 mil pesos, los cuales deberá cubrir sin el apoyo del Ayuntamiento.
Las 15 recomendaciones de la SSAOT
La lista de las 15 recomendaciones que el organismo federal señaló en 2011 es un diagnóstico general del Relleno Sanitario que incluye cuatro especificaciones: reporte de la dimensión de las celdas, reporte de operación de los frentes de trabajo, informe del volumen disponible del relleno, y la captación de agua pluvial.
Se suman a la lista el diseño de un nuevo estudio de impacto ambiental, un plan de infraestructura de iluminación, garantizar seguridad en almacén de residuos peligrosos, instalar una geomembrana en la celda B, presentar un estudio de mecánica de suelo, mantenimiento a las obras de captación de aguas pluviales, informe de medidas de seguridad, plan de reforestación del suelo, plan de contingencia avalado por protección civil y finalmente un plan de monitoreo y control de fugas y desvíos de los lixiviados, que como se comprobó en los últimos días no ha sido resuelto.
