Friday, 29 de March de 2024


Entre la realidad y la ficción




Escrito por  Irma Sánchez
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En Puebla hoy vivimos un capítulo interesante que tendrá que aportar muchas lecciones.

Vivimos, desde que inició este sexenio, una efervescencia política al interior de todos los partidos que sólo debilita y no aporta.

 

 

Lo peor es que quienes tienen la responsabilidad de conducir los institutos políticos no quieren darse cuenta de que el enemigo está afuera de sus partidos, y que deben de cerrar filas para fortalecerse.

 

 

Lamentablemente en este juego está visto que cada quien tiene un precio por encima de su corriente y a partir de sus intereses personales, mueven a su grupo.

 

 

Que nadie se sienta sorprendido.

 

 

Que nadie se quiera hacer pasar por ingenuo.

 

 

Las cosas son claras, pese a que en ninguna corriente se ha establecido la transparencia como requisito para trabajar, convencer y sumar.

 

 

Y mientras todos se jalonean de frente y también por debajo del agua, los poblanos que verdaderamente se sienten comprometidos a trabajar por la entidad, lo hacen al margen de corrientes políticas, religiosas y lejos de la administración pública.

 

 

Es el caso del movimiento en el que se ve la cabeza visible de la dueña de Africam Safari, Amy Camacho, quien convencida de las limitaciones para trabajar a favor de Puebla desde una oficina pública, demuestra que cuando hay convicciones se pueden hacer muchas cosas, como muy pronto veremos con el movimiento que crea junto con un grupo de poblanos preocupados por el medio ambiente.

 

 

Con una agrupación que han denominado Dale la cara al río Atoyac, en el que se ve también la presencia de Herberto Rodríguez Regordosa, Arturo Migoya, entre otros.

 

 

Este grupo originalmente encabezado por los hermanos Anaya Rodríguez hace 2 años se lanzó a la travesía de atravesar en remo el Atoyac para revisar cuidadosamente cada punto de su problemática.

 

 

Con esto se comprobaron una serie de agresiones como el desecho de aguas industriales altamente contaminadas y toxicas que representan una seria amenaza a los cultivos de los que usted, yo y cualquiera de nosotros se alimenta día con día.

 

 

Pero todavía más, estas aguas contaminadas y tóxicas han llegado a filtrarse y a enfermar pozos de mantos acuíferos de los que se bombea el “agua potable” que utilizamos.

 

 

El movimiento Dale la cara al río Atoyac busca la limpieza, el orden y el respeto a “nuestro río” para rescatarlo sano y disfrutarlo como un paseo, una expresión de desarrollo y orden.

 

 

El movimiento está abierto a todos los grupos que en otro tiempo han querido trabajar en el rescate del Atoyac. Juntos organizados, están convencidos de que la meta se alcanzará para el bien y beneficio de todos.

 

 

Ante la incapacidad de los gobiernos para emprender acciones contundentes, la sociedad civil está lista y comprometida con su río para prevenir males mayores en el medio ambiente y la salud.

 

 

Y lo interesante de esta acción ciudadana es que ya se comenzó a replicar en el interior del estado con los ríos que recorren la geografía poblana.

 

 

Grupos de jóvenes ecologistas ya se comenzaron a organizar para trabajar en la problemática que mantiene enfermos a sus ríos.

 

 

En algunos casos, como en la zona norte, incluso se trabaja también en el aprovechamiento de los ríos como opción para la práctica de varios deportes acuáticos, y también como opciones acuícolas para reactivar la economía en puntos en los que la tierra ya no puede dar granos ni otros cultivos.

 

 

 

 

 

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