Thursday, 25 de April de 2024


Como si se acabara el mundo




Escrito por  Irma Sánchez
foto autor
Impresionante resultó el movimiento comercial en Puebla –como en todo el país- en torno a las compras del famoso Buen fin.

Unos se quejaron de las artimañas de algunos comerciantes y prestadores de servicio, y muchos más “cazaron” grandes promociones y ofertas, sobre todo de pantallas, electrodomésticos y ropa.

 

 

Las tiendas de las cadenas tanto departamentales como de autoservicio registraron un movimiento equiparable a las ventas del 10 de mayo y Navidad, aunque hay que ser honestos que el 10 de mayo se ubica muy por abajo ya de las ventas de el Buen fin.

 

 

Las operaciones tanto se hicieron en efectivo con aguinaldos adelantados, como ejerciendo el poder de la firma de miles de tarjeta habientes que lo mismo compraron una pantallota que unos tenis hasta a 18 meses.

 

 

Imagínese usted, en el caso de los tenis a la mejor ya ni existen y ya pasó otro Buen fin cundo el orgulloso “caza ofertas” tenga que hacer sus últimos pagos.

 

 

Ante el movimiento con el que se abarrotaron las tiendas surge la pregunta ¿por qué esa reacción consumista?

 

 

Los especialistas explicaron que es tal el estrés, las limitaciones por la inflación galopante, y la crisis que se vive en todos los órdenes, que el grueso de la población adquiere objetos para darle un sentido a su vida.

 

 

Y si la racha los alcanza que no tengan para el abono chiquito, “Dios dirá” existe la posibilidad del empeño que por cierto cada vez despluma más a los necesitados que a la mejor pierden la pantalla que con tanta ilusión compraron en estas promociones.

 

 

El artículo favorito de estas ventas sin lugar a dudas fueron las pantallas planas, que permiten observar hasta el sudor de los declarantes como los de los casos de Ayotzinapa y de la casita blanca.

 

 

Después salieron hornos de microondas, lavadoras, colchones y el ajuar de invierno con chamarras, bufandas, botas, suéteres, pantalones, principalmente.

 

 

Los comerciantes están satisfechos, pese a una que otra queja eterna. Por hoy cruza los dedos para que las ventas navideñas alcancen los mismos niveles porque hay que reconocer que no todos tuvieron aguinaldo adelantado.

 

 

Claro que el señor Luis Videgaray hoy puede afirmar que con base al movimiento que se vio, se puede afirmar que México superó la crisis, la microeconomía vive sus mejores momentos, todos compran y son felices.

 

 

Con semejante postal de la economía ¿se podrán echar las campanas a vuelo?

 

 

Que más quisiéramos porque al final de cuentas usted y yo, todos, vivimos en este país.

 

 

 Pero al final de cuentas con todo y la acumulación  de objetos, nuestro país no saldrá adelante, lamentablemente entra a paso seguro a un círculo de economía ficción en la que la liquidez es poca porque el grueso de las operaciones se dan en plástico que hace cruzar fugazmente el poder e impacto del dinero.

 

 

A usted ¿Cómo le fue?

 

 

Fue de esos que lograron “aprovechar” la oportunidad.

 

 

Por cierto que muchos maridos se quejan de que están ahogados en deudas por el exceso de oportunidades que pescan sus esposas que compran y compran sin límite y reñidas con el ábaco para sacar cuentas para ver sus posibilidades reales.

 

 

¿Cuál será nuestro despertar? ahora que pasó el puente y el Buen fin y que volvemos a encarar la realidad  que lamentablemente es lacerante con gobernantes que nos han fallado peor que algunas de las ofertas de estos días.

 

 

¿Qué nos dirá hoy el presidente Peña?

 

 

¿Cómo llegará hoy a su oficina el nuevo presidente de Derechos Humanos Luis Raúl González Pérez?

 

 

 

 

Valora este artículo
(0 votos)
comments powered by Disqus