El reto obligó al arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, ademandar la incorporación de dos nuevos obispos auxiliares que el año pasado fueron designados por el papa Francisco, los sacerdotes Felipe Pozos Lorenzino y Tomás López Durán, que inician sus nuevas tareas tras una solemne consagración que reunió a lo más destacado de la Iglesia en nuestro territorio.

Los dos nuevos obispos auxiliares se suman al trabajo que realizan el octavo arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, con elobispo auxiliar Eugenio Lira Rugarcía y el arzobispo emérito Rosendo Huesca Pacheco.

Así, en equipo la Iglesia católica de Puebla logrará establecer un mayor acercamiento con toda la grey que es atendida a través de 246 parroquias coordinadas para enriquecer su trabajo en 26 decanatos.

De acuerdo con las últimas estadísticas, en esta arquidiócesis se impartió el sacramento del matrimonio a 11 mil 500 parejas y el bautismo a 81 mil 442 personas.

Sacramentos que están listos para impartir un total de 443 clérigos y 154 sacerdotes de congregaciones que realizan su trabajo en esta arquidiócesis fundada hace 111 años.

La necesidad de sumar un mayor número de religiosos en esta jurisdicción es latente, por lo que se realiza un intenso trabajo en la búsqueda de nuevas vocaciones religiosas, como los retiros juveniles de profundización vocacional.

A esta tarea también se suma el trabajo de las 50 congregaciones de la región, las cuales en conjunto suman la participación de 300 religiosas que con aprietos salen adelante con su valioso trabajo en las misiones, la educación, muy cerca de los enfermos en los hospitales tanto públicos como privados, y en la atención de ancianos.

También entregan una valiosa labor en la defensa y el rescate de los derechos humanos, en la pastoral indígena y en el trabajo parroquial que también tiene muchos frentes de solidaridad y evangelización.

Todos ellos trabajan en equipos muy bien definidos en cien comunidades religiosas, organizadas desde 14 monasterios y 30 instituciones religiosas que se esfuerzan por estar de la mano con la comunidad de católicos, tanto en zonas urbanas como en las comunidades más apartadas y abandonadas al desarrollo elemental.

¡Felicidades al nuevo equipo!, porque el reto no es fácil hoy que algunos hombres de la Iglesia han abusado de su ministerio, de su liderazgo como cualquier mortal que no sabe poner límites a su propia conducta.