Nuestro país los últimos años ha dado muestra de su capacidad de respuesta a las necesidades de este sector, tanto en materia de mano de obra calificada, como las facilidades de los gobiernos federal, estatales y municipales, que han puesto todo en juego para captar los planes de expansión de las armadoras.

Por eso tenemos en marcha los proyectos de asentamiento de nuevas plantas tanto en la zona del Bajío como en el corredor que encabeza Puebla con medio siglo de tradición en el sector, con el arribo de la alemana Volkswagen que fue pionera.

Hoy construyen sus plantas Audi aquí en Puebla, Mercedes Benz está a punto de confirmar su nueva casa, Nissan, BMW, Honda, Chrysler, General Motors, que están llegando con fuertes capitales para producir sus modelos para el mercado de Latinoamérica, con lo cual cambiarán las perspectivas económicas de muchas regiones del país.

Hay que tener en cuenta que en un primer paso llegan las armadoras, y de inmediato comienza el arribo de sus empresas proveedoras que en conjunto generan miles de empleos tanto en forma directa como indirecta, con lo cual detonan nuevos círculos económicos en donde solo había desolación y migración en busca de una oportunidad para ganarse dignamente la vida.

Hay que reconocer los factores decisivos que México ha puesto en juego para captar las inversiones del sector automotriz: estímulos de todo tipo para el capital productivo, terrenos baratos, en algunos casos regalados y mano de obra calificada y la más barata en comparación con la que hoy se ofrece en otros países con vocación automotriz dentro de Asia, Europa y los Estados Unidos.

Sin lugar a dudas que en el expediente de México también han sumado los reportes de la estabilidad política en la que se desenvuelve la vida, la estabilidad laboral “controlada” y la seguridad jurídica.

Sobre este último punto desde varios despachos se demanda lo mismo a senadores que a diputados federales y locales para que cuiden el entorno ante la disputa política que se pretende, en algunos casos echando mano en el Poder Legislativo para encuadrar las condiciones a conveniencia y momento del gobernante en turno.

Por lo que esta observación se hace llegar a los gobiernos locales, en donde se construyen y promueven nuevas inversiones del sector que llega decidido a trabajar y echar raíces porque sus proyectos no son temporales.

Esta recomendación en forma especial se da también a las autoridades hacendarias que por más que lanzan versiones oficiales con boletines maquillados, no logran convencer ante la realidad a la que se enfrenta hoy tanto el gran capital como la gente de a pie como usted y como yo, que en el día a día recibe el impacto del cúmulo de políticas decididas sobre el escritorio y totalmente alejadas del contexto al que se enfrenta la sociedad.

Y sobre los nuevos lineamientos del programa de verificación, hay que reconocer que se trabaja para darnos el hábitat de un país de primera, lástima que las condiciones que tiene el mexicano promedio para vivir y ser productivo están muy castigadas y por cautivo cada vez está más castigado.

Esto vuelve a plantear la brutal realidad de un México disociado entre sus dirigentes en los círculos del poder y el resto de la sociedad que no goza de oportunidades, ni facilidades y a veces hasta de un empleo para asegurar un plato de frijoles en su mesa.