Saturday, 27 de April de 2024


Faltan formas




Escrito por  Gabriel Sánchez Andraca
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En una de nuestras columnas comentamos que la pasada Legislatura local tuvo la más baja calificación de los ciudadanos, no porque haya tenido un comportamiento diferente al de todas las legislaturas pasadas, sino porque no guardó las formas.

 

Lo dijeron Jesús Reyes Heroles y José López Portillo: la política es forma y fondo, y la forma es sumamente importante, sobre todo en un país como el nuestro.

 

 

No guardar las formas enoja a los ciudadanos, desprestigia a los políticos y a la política, provoca desconfianza y decepción.

 

 

Lo acabamos de ver con la pasada legislatura, que en la mente de numerosos poblanos quedó como la peor evaluada de la historia, y es que la falta de oficio de nuestros políticos actuales les impide aplicar algunas reglas no escritas de la política nacional.

 

 

Dejando aparte el caso del licenciado Fernando Manzanilla, que tuvo razones familiares de peso para no ingresar a la actual legislatura, razones que no son las que se señalaban en los rumores, sino otras muy distintas y justificadas además, los casos de los diputados Cupertino Alejo Domínguez y Mario Rincón González no pueden justificarse.

 

 

Don Mario deja la diputación para seguir desempeñando el importante cargo que ocupa en la administración pública estatal. La pregunta es, entonces ¿para qué aceptó ser candidato? Si su mayor interés está en el cargo que desempeña y que además está desempeñando bien, pues hubiera continuado ahí sin problemas.

 

 

Hasta ahora no se conocen las razones del retiro de don Cupertino, pero las que sean, no creemos que justifiquen su proceder.

 

 

El caso del licenciado Eukid Castañón es en gran medida justificado. Él estaba en la lista de suplentes de diputados plurinominales, es decir, que ocuparía la curul, como ya la está ocupando, en caso de falta del propietario. No había ninguna razón conocida para prever el retiro del propietario, Fernando Manzanilla, sin embargo se produjo, ya dijimos, por causas justificadas.

 

 

Ahora bien, Eukid Castañón ocupa un importante cargo dentro de la administración estatal, en el que goza de la máxima confianza del gobernador. Un cargo que requiere de conocimientos especializados, que él tiene, y de la confianza total del gobernante. Su desempeño es eficiente y si bien nadie es indispensable en ningún cargo, él es más necesario en la Contraloría que en la diputación. Es decir, su retiro de la representación popular mediante una licencia, se justifica.

 

 

Y para finalizar, el caso de la diputada Sara Chilaca, que fue candidata por un partido, y siendo ya diputada electa decidió cambiarse a otro, pone de manifiesto la decadencia a que está llegando la política nacional. Porque es indicativo de la falta de ideología de quienes militan en los partidos y de la carencia de miembros partidistas con el conocimiento de sus principios, de sus programas, de sus documentos básicos en general.

 

 

Ya lo decíamos ayer, los partidos políticos nacionales están en el mayor descrédito, porque en su mayoría constituyen sólo pequeñas agrupaciones de oportunistas que andan a la caza de puestos que les reditúen dinero y poder.

 

Muchos partidos ni siquiera tienen militantes capacitados para ocupar un puesto de representación popular con dignidad y carecen de dirigentes para hacer de sus agrupaciones partidistas, verdaderas instituciones de interés público, como señala la ley, con estructura y organización, con militantes capacitados para el servicio a la comunidad como desde 1939, año de la fundación del PAN, ya lo pedía su fundador don Manuel Gómez Morín: “los partidos deben ser escuelas de política”. Ninguno lo es.

 

 

Cambios de mentalidad

 

 

Dicen los que saben, que los cambios de mentalidad y los cambios culturales son los más difíciles y tardados.

 

 

No porque nos digamos democráticos lo vamos a ser como por arte de magia. No porque en nuestro país haya habido un cambio de partido en el gobierno, ya ingresamos a la democracia electoral. Estamos viendo que eso no es cierto.

 

 

Nuestros políticos primerizos, sin oficio, sin educación política, sin ideología, sin militancia real en un partido, no pueden volverse políticos de la noche a la mañana.

 

 

Los comunistas europeos del siglo XX pasaron de ser obreros a verdaderos profesionales de la política, debido a la rigidez con la que fueron capacitados por las organizaciones a las que pertenecían.

 

 

En México sólo hubo una organización política que llevó a extremos parecidos la educación de sus cuadros, fue una organización de derecha, la Unión Nacional Sinarquista, que a finales de los 30 y principios de los 40 sacudió a gran parte del país, principalmente a la zona conocida como El Bajío. Uno de sus líderes más carismáticos fue el licenciado Salvador Abascal Infante, padre de quien fue secretario de Gobernación de Vicente Fox, Carlos Abascal Carranza.

 

 

No está en nuestra forma de ser, llegar a extremos ideológicos, salvo excepciones que confirman la regla, pero los partidos actuales bien podrían tener sus escuelas de cuadros para ir preparando a quienes tarde o temprano, tendrán responsabilidades públicas. No hay que olvidar que nuestro sistema se basa en los partidos políticos y entre mejor funcionen, mejor estará el país.

 

 

 

 

 

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