Tuesday, 23 de April de 2024


La crisis política que padecemos




Escrito por  Gabriel Sánchez Andraca
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NUESTRA “DEMOCRACIA” ES PARTIDISTA, es decir, descansa en la actividad de partidos políticos de diversa ideología, estructura y organización, pero el caso es que las tres llamadas principales “fuerzas” políticas del país, PRI, PAN y PRD, han perdido su ideología, carecen de estructura y consecuentemente carecen de organización.

La semana pasada dirigentes nacionales del Partido Revolucionario Institucional que durante 80 años gobernó a Puebla, dijeron que la designación de la nueva dirigencia estatal de su partido no es prioritaria, que hay tiempo para eso, pues el actual comité termina su periodo hasta octubre.

 

 

El PRI nunca ha estado peor que ahora. Su declive se inicia con la pérdida del gobierno del estado en 2010 y sigue en picada.

 

 

No es culpa, como muchos afirman, del actual dirigente Pablo Fernández del Campo, sino de las circunstancias. Cualquier otro priista distinguido o no distinguido que estuviera en su lugar hubiera tenido los mismos resultados.

 

 

El problema para el PRI es que quien ganó la elección de gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, además de inteligente tiene formación política eminentemente priista, es decir, sabe todas las mañanas y artimañas del que durante mucho tiempo fue su partido, por lo tanto puede combatirlo con sus propias armas.

 

 

Pero además, durante su largo paso por el PRI hizo amigos que lo siguieron en su lucha por la gubernatura y son muchos priistas los que lo acompañan actualmente.

 

 

En varios estados en los que el PRI perdió el gobierno a manos de ex priistas, el fenómeno ha sido parecido, es decir, la descomposición del partido ha sido acelerada y difícil de superar.

 

 

Morelos, Guerrero, Baja California y Baja California Sur, Guanajuato, etcétera, tienen un priismo descontrolado derivado de la pérdida del poder local, y si a lo anterior agrega que el PRI perdió durante dos sexenios el poder federal, pues las consecuencias son peores.

 

 

 

SE DICE Y ES CIERTO, QUE NUNCA EL PRI de Puebla ha estado en condición tan baja como ahora.

 

 

Sus comités seccionales y sus comités municipales en su mayor parte funcionan a medias o no funcionan; la ideología de los priistas siempre ha sido débil, pero ahora parece que se ha perdido del todo a raíz de la imposición del sistema neoliberal, con el que el partido surgido de la Revolución de 1910 perdió su esencia que era la política social. No hay que olvidar que se dice que la Revolución mexicana fue la primera revolución social del siglo XX.

 

 

Desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, los héroes y los hechos de la Revolución dejaron de ser tema de discursos oficiales. No lo son siquiera en los actos del 20 de noviembre, fecha del inicio de esa importante etapa de nuestra historia.

 

 

Si a todo lo anterior le agregamos que para la dirigencia nacional del partido tricolor, el cambio de dirigencia local no es prioritario, pues tiene un cuadro de crisis que se resolverá en el largo plazo y no como muchos creen, en las elecciones del 2015.

 

 

Al PRI poblano hay necesidad de reconstruirlo, de volverlo a hacer y no hay líderes con fuerza moral para llevar a cabo esa enorme tarea.

 

 

Hay que tener en cuenta también que la militancia priista, está muy decepcionada de su partido y de muchos que fueron o son sus dirigentes y eso complica las cosas.

 

 

PERO LA LLAMADA SEGUNDA FUERZA POLÍTICA, que en realidad ya es tercera, el PAN, anda con unos problemones internos, pues está peor o igual que el PRD.

 

 

La lucha por la presidencia nacional del partido ha agravado el ya difícil problema de la unidad interna del partido de la derecha. La lucha ahí es entre dos grandes tribus, la de derecha y la de ultraderecha.

 

 

Un ex presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, que no se resigna a vivir del recuerdo de “sus glorias” como jefe de la nación, sino que pretende tener poder e influencia en este país, tiene a un grupo que encabeza el aspirante a la presidencia nacional de su partido, Genaro Borrego, que fue su secretario de Hacienda y ahora es senador con licencia.

 

 

La otra corriente es la de Gustavo Madero, que busca la reelección y con quien están los “derechistas liberales” del PAN, es decir, una corriente que busca salida a los problemas del país, sabiendo que para lograrlo, al ya no tener el poder tiene que buscar coincidencias con el que lo tiene, en este caso el PRI.

 

 

La acusación de Cordero, en el sentido de que Madero está vendido a Peña Nieto, es una falacia muy propia de la corriente panista partidaria de la llamada “guerra sucia”.

 

 

Dentro de dos semanas será la elección de la nueva dirigencia panista y por primera vez serán los militantes de a pie y no las llamadas “familias custodias”, las que digan mediante su voto directo y secreto quién debe dirigir a su partido.

 

 

Las proclamas de que “yo voy adelante en las encuestas”, etcétera, son muy propias de la mercadotecnia política a la que también son afectos los panistas.

 

 

LOS PERREDISTAS HAN DEMOSTRADO EN PUEBLA su enorme debacle política. En el foro denominado “Encuentro Internacional de Izquierda Democrática” que la semana pasada tuvo una reunión en Puebla, no reunió a ninguna figura de la izquierda internacional y de las nacionales, sólo tuvo la presencia del ex dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega; del candidato a la dirigencia nacional, senador Carlos Navarrete; de Luis Maldonado Venegas, que fue dirigente nacional del Partido Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano, y del investigador y académico de la CIDE, Mauricio Merino Huerta.

 

 

Le faltaron incluso figuras locales, pues no estuvo el senador tehuacanero Miguel Barbosa, tampoco el dirigente estatal perredista Eric Cotoñeto, y no asistió la diputada federal Roxana Luna Porquillo, que ahora es famosa; pero además no estuvieron los diputados locales Carlos Martínez Amador, ni Carlos Ignacio Mier Bañuelos, tampoco doña Socorro Quezada Tiempo.

 

 

Sí estuvieron el diputado Julián Rendón Tapia y el priista, delegado en Puebla de una dependencia federal Alberto Jiménez Arroyo y algunos empleados de la Secretaría General de Gobierno invitados por el titular de esa dependencia. Por cierto que el licenciado Maldonado Venegas dictó una conferencia sobre el tema “La prospectiva de la social democracia”.

 

 

Conociendo la situación que guardan los partidos políticos en Puebla, los responsables de nuestro sistema “democrático”, no nos queda más remedio que decir “con estos bueyes hay que arar”.

 

 

EL SENADOR PETISTA MANUEL BARTLETT ya está en Puebla y viene para hacer política al lado de Morena, la organización que pronto se convertirá en partido y que capitanea Andrés Manuel López Obrador.

 

 

A ambos, a Morena y a Andrés Manuel, el ex gobernador de Puebla y ahora senador del Partido del Trabajo los considera como los únicos capaces de llevar a cabo un trabajo serio para salvar a México de la debacle total.

 

 

Al inaugurar sus oficinas de gestión en la 7 Poniente y 3 Sur, en pleno Centro Histórico, el senador afirmó que en esa oficina se hará trabajo de gestión, desde luego, pero básicamente se llevará a cabo trabajo político. Se organizará a los ciudadanos para luchar por sus derechos, se les defenderá de los abusos de autoridad y se combatirán las reformas constitucionales que perjudican al país, sobre todo la energética que, dice, constituye la entrega de la mayor riqueza nacional a extranjeros y a ricos mexicanos.

 

 

Durante una conferencia de prensa que siguió a la inauguración de la oficina de gestión y en la que estuvieron no menos de 300 personas, criticó las llamadas reformas estructurales por beneficiar a los menos en perjuicio de los más y porque son contrarias al interés nacional.

 

 

Estuvieron en el acto además de Agustín Ortiz Pinchetti, de Morena; Mario Vélez Merino, de la Organización Campesina Democrática; el licenciado Carlos Meza Viveros, el ex diputado Ignacio Mier, los también ex diputados Concepción González Molina, de Teziutlán; Alejandro Oaxaca Carreón, de Cholula y René Sánchez Juárez, de la FROC, entre otros.

 

 

Los dirigentes de los partidos tradicionales no deberían olvidar el dicho que dice que “en política los espacios vacíos siempre se llenan”. Andrés Manuel López Obrador fue el candidato presidencial que obtuvo la mayor votación en Puebla en las pasadas elecciones federales y su partido tiene gente organizada aquí.

 

 

ESTUVO AYER EL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO en Puebla y por segunda ocasión, presidió, junto con el gobernador del estado Rafael Moreno Valle, el desfile cívico militar, conmemorativo de la batalla del 5 de mayo 1862.

 

 

La visita fue breve y se inició después de las 12 horas. El desfile que tuvo un recorrido desde el monumento a Ignacio Zaragoza, en la zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, hizo un recorrido por todo el bulevar 5 de mayo para disolverse entre la 25 y la 27 Oriente.

 

 

Fue un recorrido de casi 4 kilómetros (3.7). Participaron elementos del Ejército, de la Marina, de escuelas militares, 5 mil 600 alumnos de las escuelas poblanas y 19 carros alegóricos.

 

 

 

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