Thursday, 25 de April de 2024


La percepción campesina es que les quieren quitar sus tierras




Escrito por  Gabriel Sánchez Andraca
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EN LA MULTITUDINARIA MARCHA CAMPESINA realizada el miércoles en la ciudad de México, la percepción de los hombres del campo respecto a las leyes secundarias de la reforma energética es que les quieren quitar sus tierras para entregarlas a capitalistas nacionales y extranjeros, a fin de que exploten, hasta agotarlos, los recursos naturales que tengan y al final, les devuelvan el cascarón, completamente vacío.

Lo bueno es que hubo la sensibilidad social y política en los altos funcionarios federales para escucharlos y fijar una fecha, el lunes próximo, para iniciar pláticas formales sobre sus planteamientos.

 

 

No sólo estuvo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sino también los titulares de la Sedesol y de la Secretaría de Energía, entre otros.

 

 

Los campesinos de la comisión que habló con los representantes del gobierno (80 de todo el país) fueron claros y contundentes: quieren una reforma energética que incluya a los campesinos como parte de, y no sólo como dueños de las tierras que les serán arrebatadas; que se frenen las violaciones a los derechos humanos en contra de quienes son criminalizados sólo por ser luchadores sociales y que se frene el uso de transgénicos en el campo mexicano, que dañan mucho al medio ambiente.

 

 

Piden que ya se ponga en marcha la reforma profunda del campo, tantas veces prometida, pero que se tomen en cuenta sus propuestas.

 

 

La seguridad alimentaria para los campesinos y sus familias fue otra de sus peticiones, así como la creación de una empresa gubernamental que compre y comercialice los productos del campo, para garantizar un precio justo.

 

 

En fin, el lunes se iniciarán las pláticas que tendrán que llegar a acuerdos rápidos, pues al gobierno le urge poner en marcha las reformas ya aprobadas, para continuar sus planes.

 

 

EL ASESINATO DE UN NIÑO EN TEHUACÁN, tiene alarmada a la población del segundo municipio más importante del estado, sobre todo porque de un tiempo a la fecha, suman ya 18 niños desaparecidos.

 

 

En el caso del niño Carlos Gabriel Guerrero, de 9 años de edad, que desapareció de un parque donde andaba en bicicleta mientras sus padres caminaban por el mismo lugar, frente a la clínica 9 del IMSS en Santa María Coapa, la junta auxiliar más importante del municipio, ha causado conmoción porque después de que desapareció, fue encontrado muerto en un terreno baldío, con un brazo roto, con la mitad de la cara aplastada con una piedra, violado y con señales de tortura.

 

 

Los vecinos de Coapa y de la propia ciudad de Tehuacán, cabecera municipal, participaron en la búsqueda primero, y ahora en las manifestaciones para exigir justicia.

 

 

La Policía dice tener a un sospechoso de 18 años, vendedor menudista de droga, pero los mismos padres del niño sacrificado se niegan a creer que sea el asesino, pues al joven no lo conocen como vecino de la colonia donde vive y ahí todos se conocen y se apoyan. La madre del menor afirmó que se debe investigar bien, pues tampoco sería justo castigar a un inocente.

 

 

De todos modos se ordenó un cateo en su casa, pues la Policía busca evidencias sobre este caso, como la bicicleta que llevaba Carlos Gabriel.

 

 

El problema de Tehuacán, según nos dicen personas de allá, es que las autoridades municipales han estado dando muestras de ineficiencia en muchos aspectos de la administración, entre ellos el de la seguridad.

 

 

Los hechos delictuosos han aumentado enormemente y no se ve acción de las autoridades, máxime que la presidenta municipal carece de experiencia política para el buen desempeño del cargo y depende en mucho de su esposo, Álvaro Alatriste, que ya fue presidente, pero que ahora se encuentra delicado de salud y no puede auxiliarla o aconsejarla.

 

 

Tehuacán es una ciudad que colinda con los estados de Veracruz y Oaxaca y muchos delincuentes de esos estados han llegado hasta ahí para cometer sus fechorías, por eso la gente siente temor y pide la intervención de las autoridades estatales y federales para evitar que el ambiente se siga descomponiendo.

 

 

DESDE SIEMPRE LOS POLÍTICOS EN EL PODER se han enfrentado a situaciones difíciles. Pero antes había gobernantes que muchas veces, sin estudios universitarios, tenían soluciones prácticas para casi todo y sus sabias reglas todavía están vigentes.

 

 

Contaba el ya desaparecido columnista del diario Excélsior, don José Luis Mejías, autor de la leída columna “Los Intocables” que un gobernante a punto de terminar su periodo, dejaba tres cartas a su sucesor para irlas abriendo cuando surgieran problemas graves durante su gobierno.

 

 

Al inicio todo es felicidad: la esperanza de los ciudadanos en un nuevo gobierno se pierde cuando creen que los nuevos gobernantes no han hecho lo suficiente para resolver sus problemas, y empiezan las protestas y los rumores y es entonces cuando se debe abrir la primera carta que sólo tiene una leyenda: “échame a mí la culpa de todo”, y entonces vienen las acusaciones de corrupción, de malos manejos administrativos, de fraudes millonarios de los que se fueron, etcétera.

 

 

Todo se tranquiliza, pero pasado un tiempo vuelven a agitarse las aguas y hay necesidad de abrir la segunda carta (esto ya pasada la mitad del periodo para el que la autoridad en turno fue electa). La segunda carta también sólo tiene una leyenda que dice: “haz cambios en tu gabinete”. Y entonces surgen emocionantes enroques y renuncias por motivos de salud o por motivos personales. Y las aguas vuelven a su cauce.

 

 

Pasa un tiempo y los ciudadanos vuelven a la carga con manifestaciones de descontento, con protestas y demás, y hay necesidad de abrir la tercera y última carta en la que sólo se lee: “haz tres cartas”, lo que quiere decir que la fiesta está a punto de terminar y que el que se va, tiene que dejar los secretos del poder al que llegue.

 

 

Hay que atender la recomendación de la segunda carta.

 

 

 

 

 

 

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