Al reconocer que en México hay 26 millones de campesinos en la pobreza y en la pobreza extrema, que tenemos que importar fertilizantes de países tan lejanos como Ucrania, hoy con un conflicto bélico, y que esos fertilizantes representan entre el 77 y el 85 por ciento del total que requiere nuestro país; que importamos granos básicos como arroz, maíz, trigo, etcétera porque la producción alimentaria de nuestro país es insuficiente, el inminente líder cenecista habla con la verdad y sin decirlo, reconoce el fracaso de los últimos gobiernos en sus políticas para el campo, que han propiciado baja producción, falta de insumos, pésimo sistema de comercialización de los productos agropecuarios, pues el que lleva las de perder es el productor; atraso económico, político y social que han propiciado la emigración de millones de campesinos a las grandes ciudades y a los Estados Unidos, el aumento de la delincuencia y muchos problemas más.

Todo eso lo reconoció el senador nayarita y seguro próximo dirigente de la CNC, la organización priista que agrupa a los hombres del campo, en la primera parte de su discurso.

Pero al continuar con su exposición, le salió el viejo espíritu priista: con la reforma profunda del campo, que emprenderá el presidente Enrique Peña Nieto, el 85 por ciento de los campesinos ahora pobres, verán una luz al final del túnel.

El presidente de la República ha hecho las trascendentales reformas estructurales que todos los mexicanos estábamos esperando. Con la reforma energética habrá electricidad para todos a precios bajos; habrá gas y los fertilizantes podrán llegar a precios bajos a los productores.

El campo mexicano se convertirá en un Edén y los campesinos pobres y en extrema pobreza, ya podrán decir como el ranchero enamorado Vicente Fox, que México es un país maravilloso, entrarán pues a Foxilandia.

Hay que dejar en claro que la debacle del campo mexicano se aceleró con los gobiernos tecnocráticos priistas de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo y que continuaron con los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, que ni siquiera entendieron el problema.

La recuperación de la actividad agropecuaria en nuestro país no se va a lograr por un acto de magia, como pretenden hacernos creer los nuevos políticos. No se trata de hacer milagros, sino de elaborar un plan de trabajo que realmente beneficie a la población rural que desde la Colonia española ha sido la más abandonada, la menos atendida, la más engañada.

A doscientos años de la Independencia, hay millones de indígenas que viven en peores condiciones que las que tenían cuando nuestro país era una colonia gachupina; hay millones de niños y jóvenes campesinos que no tienen futuro, o mejor dicho, que su futuro será ahora más que hace 30 años el de pedir limosna en las grandes ciudades o irse como indocumentados a los Estados Unidos, para ser vilmente explotados por los granjeros de allá y para que los regresen derrotados y sin esperanza a nuestro país.

Para que haya un cambio verdadero en el medio rural, los políticos deben cambiar su discurso. Los discursos de halagos para el presidente deben ser eliminados en esta época de tantos problemas. Ya nadie cree en ellos.

Se debe hablar con respeto para la autoridad, pero con realismo. Los gobernantes siempre han tenido un discurso muy bonito para la parte más golpeada de la población, la rural. Pero los beneficios de sus gobiernos siempre favorecen a las clases minoritarias que controlan la industria, el comercio, el transporte y ahora lo harán con los energéticos.

Hasta los campesinos que no saben leer y escribir, intuyen que los políticos les mienten. Les ofrecen mucho y sólo les dan caridad: despensas, playeras, cuadernos para sus hijos y algunas otras chucherías. Eso es en campaña. Después pasan al olvido.

PUEBLA E HIDALGO FUERON LOS ESTADOS que ayer mismo visitó el senador Cota Jiménez en su campaña para ascender a la presidencia de la CNC.

Aquí en Puebla dio una conferencia de prensa en la Liga de Comunidades Agrarias, uniéndose al coro de críticas al gobierno estatal por el caso Chalchihuapan.

Dijo, pero ya en menor tono, que como dirigente máximo de la más importante organización campesina, luchará para que la reforma profunda del campo, de Peña Nieto, beneficie principalmente a los campesinos que menos tienen, que son 26 millones.

De aquí salió al estado de Hidalgo, pues en 10 días espera recorrer los 32 estados de la República ya que el 28 de agosto próximo deberá rendir su protesta como dirigente nacional cenecista.

OTRA ORGANIZACIÓN HISTÓRICA delviejo régimen, la CTM, ofreció ayer en sus oficinas de la 3 Sur una conferencia de prensa para informar sobre las propuestas que hicieron a diputados locales para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora.

Les propusieron que se promueva una alimentación sana para los trabajadores en sus centros de trabajo; que el 2 por ciento del impuesto sobre nómina, que se cobra en Puebla, se aplique al mejoramiento del interior de los parques industriales y crear un sistema de transporte complementario en horario nocturno, orientado a trabajadores que viven en la periferia de las ciudades.

Se propuso también modificar la ley de condominios, facultando a gobiernos municipales a realizar procesos electorales para elegir a un administrador general por unidad habitacional y adicionalmente crear una procuraduría social para dirimir controversias entre condóminos.

Se pidieron, además, reformas a la Ley Estatal del Deporte para que un representante del Instituto del Deporte de los Trabajadores forme parte

del consejo estatal y de los consejos municipales del deporte.

Demandaron tarifas justas para el cobro del agua, teniendo en cuenta la ubicación, el tamaño y el tipo de vivienda.

También, los músicos adheridos a la CTM demandaron abrir espacios para los músicos poblanos, pues cada día tienen menos oportunidades de trabajo.

QUINCE AMBULANCIAS Y SIETE UNIDADES móviles de Salud, con costo de 36 millones y medio de pesos, fueron entregadas por el gobernador Rafael Moreno Valle a presidentes municipales de diferentes regiones del estado.

El objetivo es que haya facilidad para el traslado de enfermos a los lugares donde puedan ser atendidos y que los servicios de medicina general y odontología, lleguen a los pueblos donde no cuentan con médicos y odontólogos para atender su salud.

El mantenimiento de las ambulancias y de las unidades médicas correrá a cargo de las autoridades de los municipios beneficiados.

El personal que atenderá los nuevos servicios fue debidamente capacitado, se dijo y en las unidades habrá medicamentos y material instrumental para dar atención a 83 mil habitantes de diversos pueblos.

Con esto se da un paso importante en la atención de la salud de los poblanos.