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Ahora que Rafael Moreno Valle ha menospreciado el impacto social de la marcha #PueblaDeLuto y le ha quitado trascendencia social por tratarse de un asunto de “políticos”, merece la pena recuperar la manifestación similar ocurrida hace 8 años en el marco del escándalo Cacho, cuando la sociedad civil organizada salió a pedir la renuncia de Mario Marín en una movilización que alcanzó 25 mil poblanos, según los datos más realistas, y 40 mil según los organizadores.
La marcha de 2006, cuando todavía no había redes sociales y acudir a las calles era la única forma de manifestar la indignación, no fue una “ciudadana” en estricto sentido, ya que en realidad fue convocada, organizada y financiada por la cúpula de Acción Nacional en esa época, además de las organizaciones empresariales, el SNTE y varios grupos de izquierda como el llamado Frente Cívico poblano.
No sólo eso: la marcha antiMarín de hace 8 años tuvo la abierta complacencia del gobierno federal de Vicente Fox, pues por lo menos cuatro delegados federales en funciones hicieron acto de presencia. Con menor impacto, liderazgos del PRD, incluida la dirigencia estatal, se sumaron al repudio.
Repasemos algunos de los protagonistas de hace 8 años. Los testimonios de la época, crónicas y fotografías, dan fe, además de la edición de CAMBIO del 27 de febrero de 2006.
El PAN y su cúpula en primera fila
En la primera fila de la marcha ciudadana contra Mario Marín, aparecieron Francisco Fraile García, Eduardo Rivera Pérez —diputado y coordinador parlamentario en el Congreso—, así como Rafael Micalco Méndez, al frente del albiazul en su primera época. También Jorge Ehlinger, que estaba al frente del Comité Municipal, y Humberto Aguilar Coronado, que unos días después fue nominado candidato al Senado luego de acompañar a Santiago Creel en la Subsecretaría de Gobernación. Estas son las fotografías de la marcha. El PAN, incluso, mandó a hacer miles de volantes y carteles que rezaban “Marín debe renunciar”.
También se observa a personajes que en ese momento no eran estelares, como Ana María Jiménez, reciente diputada local, o Manolo Janeiro, también regidor, diputado local y luego tesorero en la administración de Eduardo Rivera Pérez. Pablo Montiel, entonces secretario del comité municipal y hoy diputado local, también se observa en las gráficas, al igual que Antonio Sánchez Díaz de Rivera, quien perdió la alcaldía frente a Blanca Alcalá en 2007.
Los delegados federales asistieron con permiso de Fox
José Antonio Díaz García, en ese momento delegado federal de Semarnat, también hizo acto de presencia pese a tratarse de un funcionario de la República. Jaime Zurita García, delegado de Gobernación en ese momento. Arturo Flores Grande, delegado de Condusef y Guadalupe Hinojosa, delegada del Instituto Nacional de Migración.
Los personajes del PRD y la izquierda poblana
Pero no sólo el PAN nutrió la marcha contra Marín, sino también el Partido de la Revolución Democrática y la izquierda. Entre los liderazgos políticos presentes ese día, también se observaron a Benita Villa Huerta, ex priista que recientemente había renunciado al partidazo y que meses más tarde se convirtió en candidata al Senado por el PRD. Francisco Vélez Pliego, investigador de la BUAP y su grupo de urbanistas y arquitectos. Además, Pepe Momoxpan, electo diputado plurinominal del PT en la legislatura 2007-2010. Y hasta Mario Vélez Merino como integrante del Sol Azteca.
También Irma Ramos, que en ese momento era diputada local, y la dirigente estatal María Elena Cruz Gutiérrez y Samuel Malpica, ex rector y que en 2007 fue candidato a la alcaldía.
La crónica
Escribió Zeus Muníve ese día:
“Universitarios de la UAP, Ibero, UPAEP, UDLA y Cuauhtémoc. Consejeros electorales, académicos y maestros del SNTE, trabajadores del IMSS, del Sindicato de Telefonistas, del de la “vocho” y hasta el Setepi (sindicato de maestros independientes), además de campesinos, chavos banda, un grupo de gays y líderes del PAN y del PRD.
La derecha católica, gracias a Dios, queda rebasada.
Los perredistas, gracias a Marx, pasan a segundo término.
Es una marcha eminentemente ciudadana a la que asisten hasta de la comunidad más lejana del estado: Olintla”.