Friday, 19 de April de 2024


Los excesos del movimiento #CholulaDigna les pasaron factura




Escrito por  Arturo Rueda
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Se trata de vasos comunicantes: el gobierno ganó el respaldo social que el movimiento perdió con sus excesos. Y fortalecido, se decidió a aplicar la coacción contra el principal instigador del encono. La otra opción era convertirse en el payaso de las cachetadas: en un gobierno pasivo, atado de manos para defender los derechos. Y de ahí a terminar como en Guerrero, donde un gobernador timorato perdió el control de su estado, tampoco hay mucha distancia

Ni tardos ni perezosos, el gobierno morenovallista decidió aprovechar la mala prensa que el movimiento #CholulaDigna se generó entre miles de poblanos al estrangular el Periférico. A diferencia del fallido operativo en Chalchihuapan, los cuerpos policiacos ahora actuaron con precisión quirúrgica, casi de manual: esperaron que llegara la madrugada para proceder a la detención del autor intelectual del bloqueo, representante de los propietarios de los predios expropiados, así como máximo instigador de la tensión social en San Andrés, todo reunido en la persona del sediciente abogado Adán Xicale. Tomados por sorpresa, no hubo imágenes impactantes, abusos de poder, errores tácticos y sobre todo, ningún herido o muerto que lamentar. Eficacia para imponer el respeto a los derechos de terceros sin criminalizar a un legítimo movimiento social.

 

 

Pero todo lo que ganó el gobierno morenovallista con su operativo quirúrgico, lo perdió horas después con la absurda negociación encabezada por Omar Álvarez Arronte, quien a cambio de mover el bloqueo de la federal a Atlixco se comprometió a la liberación de los cuatro detenidos, e incluso lo firmó ante notario público. Pero horas después, su jefe en la SGG dijo que no, que no había forma, y de esa manera desacreditó a su negociador estrella. ¿Con qué cara puede volver a presentarse Álvarez Arronte en San Andrés Cholula luego del numerazo?

 

 

Desacreditar a los negociadores, engañar una y otra vez al movimiento, es una de las causas del polvorín en que se ha convertido Cholula. El primer descalificado fue el edil Leo Paisano, que bajo presión firmó un compromiso por el que el cabildo de San Andrés daría marcha atrás a la expropiaciones, pero apenas unas horas después ratificó el proyecto. Desde entonces, Paisano anda a salto de mata y no puede darle la cara a sus gobernados, casi igual que José Juan Espinosa en San Pedro, igual de desacreditado y casi linchado.

 

 

Ahora los negociadores del gobierno estatal sufren de la misma falta de credibilidad tras el numerito de Álvarez Arronte. ¿Por qué el coordinador de delegados de la SGG se obligó a algo que no podía conceder? ¿Se sintió Osorio Chong, le dio un ataque de protagonismo o la mera hora le quitaron el respaldo? Ahora los cholultecas se sienten engañados, y lo más probable es que radicalizarán sus protestas, ya con doble motivo: el rechazo al Parque Intermunicipal Cholula y la liberación del sediciente abogado Xicale y los otros tres detenidos.

 

 

El problema para el movimiento #CholulaDigna es que en la medida en que más se radicalicen y continúen con los bloqueos, menos apoyo tendrán en la opinión pública. Así de simple. Y para prueba basta analizar el comportamiento de las redes sociales a lo largo del día en el contexto de la detención de Xicale.

 

 

Las detenciones, que en otro momento pudo haberse convertido en un calvario en las redes sociales para el morenovallismo, encontraron el aval de cientos de poblanos que no desean que sus vidas diarias se vean afectados por los excesos de un movimiento, que si bien es legítimo en sus causas, se pasó de la raya. El movimiento pagó el exceso de fuerza con el que había actuado cuando decidieron perjudicar la vida de miles de poblanos que no pudieron llegar a su destino.

 

 

Por supuesto, hubo muchos que condenaron la acción del gobierno morenovallista, pero también muchos que la avalaron. Y en eso radica la novedad: por primera vez, un segmento de las redes sociales avaló una determinación dura del morenovallismo. Es decir, no lo calificaron de autoritario. Los llamados a entender la lucha de los cholultecas por el despojo de sus predios y lo que consideran un ataque a sus tradiciones no convencieron a cientos de poblanos que defendieron su derecho a circular libremente sin verse afectado por las movilizaciones.

 

 

Al final, se trata de vasos comunicantes: el gobierno ganó el respaldo social que el movimiento perdió con sus excesos. Y fortalecido, se decidió a aplicar la coacción contra el principal instigador del encono. La otra opción era convertirse en el payaso de las cachetadas: en un gobierno pasivo, atado de manos para defender los derechos. Y de ahí a terminar como en Guerrero, donde un gobernador timorato perdió el control de su estado, tampoco hay mucha distancia.

 

 

El debate está abierto porque la opinión pública se ha dividido entre los que apoyan el movimiento #CholulaDigna y sus mecanismos de presión, incluidos los bloqueos, y los que calificándolo de legítimo, piden que el gobierno reestablezca el orden y los derechos de terceros a circular libremente. Hacía tiempo que un buen segmento de las redes sociales no se ponía del lado del morenovallismo.

 

 

El éxito en ganar respaldo en la opinión pública, sin embargo, no debe malgastarse en errores de la conducción política con los opositores. Si les prometen algo, hay que cumplir. O ante el engaño, nadie dude, sus acciones se van a volver más radicales

 

 

 

 

 

 

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