Thursday, 28 de March de 2024


Avanza la coalición PAN-PRD: Sonora, Nuevo León, Jalisco y Puebla




Escrito por  Arturo Rueda
foto autor
La crisis que enfrenta el PRD, y en específico la tribu dominante de Los Chuchos, no desanima a los promotores de la coalición parcial que habrá de presentarse oficialmente ante el INE antes del próximo 11 de diciembre, fecha fatal establecida en la nueva Ley de Partidos. Pese a su desplome en la intención de voto tras el escándalo del ex edil de Iguala, así como por el crecimiento emergente de Morena, sin duda podrá aportar alrededor de 5 por ciento de los votos aun en las plazas donde no tiene presencia

Si el PRD no se ha molestado siquiera en buscar candidatos para diputados federales en los XVI distritos electorales de la entidad es porque la coalición parcial con Acción Nacional es más que una realidad. El modelo morenovallista para enfrentar al PRI terminó por imponerse, y aunque la teoría lanzada por Joaquín López Dóriga en el sentido de que en vez de sumar fuerzas lo que harán será sumar debilidades, es probable que no acabe de entender la lógica que domina el juguetito. Puebla, en los últimos años, ha sido un excelente laboratorio electoral para demostrar su eficacia: al borrar las identidades ideológicas partidarias, la batalla se reduce a las personalidades de los candidatos, así como su esquema de marketing. En la fase final, el objetivo es sumar a todos en contra del PRI.

 

 

Ayer, en Sonora, los consejos políticos del albiazul y del Sol Azteca ya firmaron la coalición total para que Guillermo Padrés pueda enfrentar con éxito su sucesión. Lo mismo ocurrirá en Nuevo León, pero ahí buscarán quitarle al PRI el gobierno estatal y su candidata definida es la alcaldesa Margarita Arellanes, quien en días recientes rindió su segundo informe y reunió a la plana mayor de ambos partidos. Y en Jalisco está a punto de firmarse para que Enrique Alfaro pelee la alcaldía de Guadalajara, en donde enfrentaría a Ricardo Villanueva Lomelí, el hermano de David Villanueva, titular de la Auditoría Superior del Estado.

 

 

El virus aliancista, pues, recorre el país de la mano del morenovallismo que empuja con todo a través de sus dos alfiles en el CEN panista, Eukid Castañón y Marcelo García Almaguer, quienes trabajan con Ricardo Anaya, el dirigente nacional que sustituye a Gustavo Madero.

 

 

La crisis que enfrenta el PRD, y en específico la tribu dominante de Los Chuchos, no desanima a los promotores de la coalición parcial que habrá de presentarse oficialmente ante el INE antes del próximo 11 de diciembre, fecha fatal establecida en la nueva Ley de Partidos. Pese a su desplome en la intención de voto tras el escándalo del ex edil de Iguala, así como por el crecimiento emergente de Morena, sin duda podrá aportar alrededor de 5 por ciento de los votos aun en las plazas donde no tiene presencia. Con eso, y aportar su logotipo para difuminar las identidades partidistas, es más que suficiente.

 

 

En el PRI las cosas no se ven con claridad. La coalición parcial PAN-PRD tomó por sorpresa a César Camacho, quien nunca vio venir el diseño morenovallista para todo el país. Pensando que uno de sus infiernos podría ser Puebla, de plano encargó la selección de los candidatos a Ivonne Ortega y a Guillermo Deloya, pero ahora tendrá su averno nacional con la disputa de las nueve gubernaturas, así como la coalición parcial en 150 distritos electorales en los que traían ventaja, aunque las cosas se pueden poner patas arriba. El mexiquense se ve rebasado.

 

 

La debilidad política de Peña Nieto tras Tlatlaya, Ayotzinapa y la #CasaBlanca se ha movido a la arena electoral, donde se encarece la negociación con sus aliados, quienes reclaman además de candidaturas, posiciones de gobierno y delegaciones federales. Con el PVEM no hay duda de que habrá acuerdo, pero con Nueva Alianza y PT hay un enigma de difícil resolución.

 

 

El apoyo electoral de Nueva Alianza es una incógnita en la medida en que Juan Díaz de la Torre, dirigente nacional del SNTE, esconde bien sus cartas y todavía no manifiesta una decisión acerca de en cuántos distritos electorales podrían ir solos, y en cuántos de la mano del PRI-PVEM. Esa incertidumbre se traslada a Puebla. Gerardo Islas ya estaba listo para ir como parte de esa alianza por Izúcar de Matamoros, pero en una de esas al partido magisterial le toca ir solo, bajo la lógica de que César Camacho e Ivonne Ortega no quieren dejar pasar a los perfiles identificados con el morenovallismo.

 

 

Pero quizá el PRI ya no está para esos lujos y en lo que ya se adivina como una crisis electoral anticipada, es hora de que Juan Pablo Piña, Fernando Morales Martínez, Mario Alberto Cruz Domínguez y Gerardo Islas vayan por el tricolor. La urgencia por candidatos se empieza a sentir. Si antes pedían el requisito de tener un posicionamiento ganador, en poco tiempo van a tener que rogarles que acepten candidaturas, como en Puebla capital, donde todos escurren el bulto para no enfrentar al antipriismo.

 

 

El morenovallismo tiene un plan electoral para los 150 distritos electorales más competidos y lo va aplicando con disciplina. Exportar su modelo exitoso incluso a la pelea por las nueve gubernaturas, así como las alcaldías más importantes, pone en jaque al PRI que no tiene respuestas a la mano. La crisis política de Peña Nieto va a terminar en crisis electoral para su partido

 

 

 

 

Valora este artículo
(0 votos)
comments powered by Disqus