Friday, 26 de April de 2024


Todo se derrumbó: ni el PAN con el PRD, ni el Panal con el PRI




Escrito por  Arturo Rueda
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El PRI se salió con la suya en lo que a Puebla respecta: el morenovallismo tendrá que volver a dividirse en tres, lo que amplía las posibilidades de triunfo de los candidatos tricolores, de la misma forma que ocurrió en 2012. Los aspirantes del PRI, especialmente los del interior del estado, ven la luz al final del túnel, esperanza que habían perdido cuando todo indicaba que sí se materializaría la coalición PAN-PRD. El CEN de César Camacho, además, eliminó aspirantes incómodos

Miguel Osorio Chong, vapuleado secretario de Gobernación en la temporada de tempestades, por fin le dio al clavo y con habilidad provocó que la coalición parcial PAN-PRD abortara para darle un respiro al tricolor que, en las encuestas, no siente lo duro sino lo tupido. En el duelo directo con los impulsores de esa alianza en 138 distritos electorales, entre los que se ubica al gobernador Moreno Valle, el titular de Bucareli se impuso maniobrando fundamentalmente en el Sol Azteca a través de dos personajes: Héctor Baustista, de la corriente ADN y secretario general del partido, y de Jesús Zambrano. Al primero lo compró para reventar un hipotético Consejo Nacional que avalara la coalición. Al Chucho menor lo amedrentó con el amplio expediente judicial que emana de Iguala con la postulación de los Abarca. Entre uno y otro, al PRD se le quitaron las ganas de matrimoniarse con el albiazul.

 

 

El Sol Azteca ahora deberá navegar en solitario sin haberse preparado para ello. Los efectos de la ruptura, por ejemplo, en Puebla son desastrosos ya que siempre se calculó que los candidatos morenovallistas irían avalados por ambos partidos. Ahora tendrán que dividir fuerzas, lo que no deseaba el gobernador. Lo lógico es que Piña, Trauwitz, Xabi, Genoveva, Mario Rincón y compañía aparezcan bajo las siglas del PAN, mientras que el PRD quedará a la deriva, debiendo armar una campaña y conseguir 16 candidatos de un día para otro.

 

 

Así, se revela infructuosa la aventura morenovallista de seudo ocupar el PRD con la inserción de Luis Maldonado Venegas, Jorge Cruz Bermúdez y la costosísima campaña para inflar el padrón. Por amor a su nuevo partido, los titulares de la SGG y de la SEP deberían presentar su renuncia inmediatamente para embarcarse a elegir distrito y por ahí pelear para elevar la votación con sus distinguidas cartas credenciales. También el recién casado Tony Gali Jr debería renunciar a Desarrollo Económico para ir por uno de los distritos de la capital, quizá el VI o el IX, donde tendría altas probabilidades de ganar. ¿O a poco sólo son perredistas de membrete?

 

 

Pero como toda acción tiene una reacción, el éxito de Osorio Chong se vio ensombrecido por la incapacidad de materializar la alianza del PRI con el Panal. El damnificado en Puebla, por supuesto, es Gerardo Islas, quien ya tenía todo preparado para ir por Izúcar de Matamoros, aunque seguramente sus planes no van a variar mucho y seguirá adelante con ese proyecto, ya que Nueva Alianza necesita votos para mantener el registro. De acuerdo a la encuesta de Reforma, lo perderían al reunir apenas 2 por ciento de la votación.

 

 

El PRI se salió con la suya en lo que a Puebla respecta: el morenovallismo tendrá que volver a dividirse en tres, lo que amplía las posibilidades de triunfo de los candidatos tricolores, de la misma forma que ocurrió en 2012. Los aspirantes del PRI, especialmente los del interior del estado, ven la luz al final del túnel, esperanza que habían perdido cuando todo indicaba que sí se materializaría la coalición PAN-PRD. El CEN de César Camacho, además, eliminó aspirantes incómodos como Gerardo Islas.

 

 

Pero la nueva configuración electoral en 2015 también estará influida por la irrupción de Morena como partido político, con sus propios candidatos. Si a nivel nacional las encuestas ya le dan un 9 por ciento de la votación, dependiendo del desfonde del PRD podrían subir hasta el 10 o 12 por ciento, preparando 2016, cuando tendrán candidato a gobernador, lo que generará un escenario más competitivo en la batalla por la minigubernatura.

 

 

Juego nuevo a partir de hoy.Los aspirantes morenovallistas ya acomodados son nueve y están en Zacatlán, Teziutlán, Tepeaca, Tehuacán, Cholula y los cuatro por la capital. En los otros siete habrá reacomodos ya que los perfiles ni siquiera están correctamente definidos, y entonces en breve comenzarán los estudios de acuerdo al género y la intención de voto. Sin alianza, además, todos los morenovallistas deberán ir a contiendas internas para ganar la nominación, que no tendrán problemas en superar.

 

 

Nada de eso le resuelve la vida al PRD, totalmente desfondado, urgido de inventar candidatos para llenar los 16 distritos. Barbosa y Luis Maldonado, los líderes de facto del Sol Azteca, tendrán que ponerse a chambear pronto para que el Sol Azteca no quede pulverizado por el efecto Morena.

 

 

Muchos proyectos quedaron enterrados con la cancelación de la alianza PAN-PRD, aunque siempre quedará como experiencia la ingeniería electoral desarrollada en las negociaciones, además de la creación de equipos en ambos lados para realizar las pláticas. Pero ahora nuevamente son rivales, así como con el Panal. El morenovallismo se fractura en tres, mientras el PRI tiene un leve respiro gracias a la mano conspiradora de Osorio Chong.

 

 

 

 

 

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